Por Eduardo Ramírez.
ATENCIÓN
Esta reseña no contiene spoilers, el único tal vez sea este: Ni aunque quisiera darles un spoiler se podría. Este texto es sobre la versión japonesa en BluRay de Evangelion 3.33: You Can (Not) Redo.
Primero que nada tengan en mente lo siguiente: Si no les gustó la narrativa de Neon Genesis Evangelion (NGE) entonces sería buena idea que no vieran la película o en todo caso vayan con la mente abierta. ¿Cómo se siente Evangelion 3.33 con respecto a las otras dos películas de Rebuild? Bueno, muy al estilo del cambio narrativo de la serie en los capítulos 25 y 26 pero al revés. En esta ocasión en vez de algo directo y sólido, regresamos a donde el contexto y subtexto de lo apreciado en pantalla es lo importante y cada escena genera más preguntas que respuestas.
La película en sí está más dirigida por el guión que por los personajes. Aquí la intervención de cada uno de ellos está condicionada a servir de detonante para dar continuidad al guión, de ahí que el contexto y lo que se “lee entre líneas” sea tan importante. Pongámonos un poco pretenciosos y profundos. La historia es una especie de tragedia griega –es decir todo tiene que ir mal porque tiene que estar mal-, muy al estilo de la serie original de 1995 (NGE) pero con los giros ideados por Hideaki Anno (su creador), esos basados en elementos vistos en las películas o lo asumido de acuerdo lo dicho por cada personaje. Asunciones a medias porque como bien saben, aún queda otra película por ver y como es costumbre de la franquicia, uno mismo tiene que responder a cada pregunta surgida de cada diálogo e imagen apreciados.
De ahí que fans de la franquicia en general se sientan como en casa (como un servidor). Los fans disfrutarán de cada diálogo y escena. Muchas de las dinámicas se podrán adivinar enseguida, tanto por su desarrollo como por su final con la diferencia de los pequeños cambios en la trama (porque los tiene) que dan a Rebuild su propia “mitología” -ajena hasta cierto punto de los demás productos de Evangelion–. De hecho, esta es la primera vez donde se explican de manera directa ciertos aspectos dejados en el aire en las otras versiones de la historia (incluso el subtítulo tiene más sentido esta vez).
Aunque el propósito de la mayoría de los personajes sea darle contexto a la película, estos logran atrapar a los espectadores. Solo mencionaré a quien es obvio: Shinji Ikari. Sí, muchos tal vez odien esta película porque les hará sentir empatía por Shinji (personaje incomprendido, pero de eso hablaremos en otra ocasión), pues como él, somos pasajeros del mismo viaje maquiavélicamente planeado por Hideaki Anno.
Esta de más decir entonces qué significa TODO lo anterior ¿no? Evangelion 3.33 dista de tener un guión o una estructura funcional por enfocarse en todos los puntos mencionados en párrafos arriba y por no tratar de resolver su propia historia o resolver con lógica los problemas planteados. Repito, todo con el fin de hacer llegar ciertos mensajes y preguntas al espectador (sobre todo preguntas). ¿Justificable? Es una pregunta que tal vez necesitará de la 4.44 para ser respondida. Oh sí, (como si no fuera por demás obvio) quienes se hicieron fans de las primeras dos películas posiblemente sentirán un cubetazo de agua fría, y por cierto, “Bienvenidos a Evangelion“.
Algo que todos podrán disfrutar desde el principio de la película es la excelente animación. Los diseños de personajes, mechas y escenarios son estupendos. Las batallas lucen espectaculares y cada secuencia se encarga de hacer brillar el diseño de cada personaje, principalmente los EVA, claro está. El CGI utilizado en la animación es bastante limpio, su uso es obvio mas no se siente fuera de lugar. Lo único posiblemente debatible son algunos nuevos “diseños” que van y vienen dentro de las batallas y pasaron desapercibidos.
Calificación:
B
Evangelion 3.33 You Can (Not) Redo es una gran película, la cual como todo producto de esta franquicia bien podría funcionar para uno o no. Esta animación ofrece una gran calidad visual y un viaje que vale la pena discutir, disfrutar, cuestionar e incluso hablar mal de él.
