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Sinfonía de las Diosas, segunda travesía… / NEET

ISMAEL MARTÍNEZ |

Es precisa una pausa.

Este lunes, la Sinfonía de las Diosas llegó de nueva cuenta a nuestra controvertida y malamada Ciudad de México. Mi fanatismo a la franquicia ‘nintendera’, y mi gusto irrestricto por las bandas sonoras de videojuegos tiene ahora preponderancia. Ofrezco, pues, una disculpa para todos aquellos que esperaban hoy la prometida diatriba sobre la segunda pifia cinematográfica del dios asgardiano, en su advocación marvelita. Bajo aviso no hay engaño. Para el desprecio siempre habrá tiempo. Y uno largo.

Emprender, de nuevo, el viaje…

Lunes. Ocho de la noche. Cielo empapado de lluvia, como la boca de un lobo que saliva en presencia de un buen bocado. Llegué temprano. La tormenta que azotaba la delegación Miguel Hidalgo, y que escuché apenas gracias a los sendos ventanales de mi edificio de oficinas sobre la calle de Homero, prometía un viaje quizá problemático; lo menos, inesperado.

Salí con treinta minutos de anticipación a la hora en que me encontraría con mi grupo. El conato de lluvia posterior a la tormenta y las obras de construcción sobre las aceras de Polanco me impidieron ejecutar la caminata prevista. Abordé el tren metropolitano. Demoré —inaudito— escasos cinco minutos. Como dije, llegué temprano.

Tiempo hubo entonces para criticar a gusto la torpe hechura del mercadeo precipitado. Los diseños no-autorizados en chaquetas, colgantes, suéteres, gorras, playeras, que plagaban las faldas del coloso de Reforma. Tazas estampadas o con grabado, gorros verdes de tela barata con un par de orejitas de duende, infinidad de camisetas con logos equívocos sobre detalles mal montados.

El contexto era todo, una vez más, de completa algarabía. La gente se agolpaba en pequeños cúmulos ante la alzada verja del recinto. Se encontraban por igual los que se conocían de antes y los que por tal motivo se reunían e intercambiaban juicios y opiniones, los que caminaban de un lado a otro buscando conectar vía streetpass con el mayor número de asistentes que se dieron cita para celebrar una pasión en conjunto. Uno cada vez menos escondido, menos sectario.

Second-quest

Más, y mejor…

Para quienes pudimos presenciar también, en septiembre del año en curso, el primer recital promovido por Nintendo y Jason Michael Paul Productions, con el apoyo de Princeton Entertainment y Gamers, muy pronto fue notorio el cambio.

De entrada, la orquesta fue distinta. En vez de un puñado de músicos seleccionados de la Orquesta Sinfónica Nacional, quizá demasiado adecuados a las melodías de tiro decimonónico, que ofrecieron un concierto digno aunque plagado de imprecisiones y fallos técnicos que ruborizaron a más de un escucha, Susie Benchasil Seiter, quien repitió en la batuta del director, tuvo a bien dirigir ahora a la cada vez más reputada Orquesta de las Américas y al Coro Enharmonía Vocalis, al tiempo que contó con un diseño sonoro y una producción audiovisual de mucho mejor desempeño.

La cosa empezó poco después de las 20:35 horas, cuando la señora Benchasil Seiter pisó el escenario frente a un auditorio que lució semilleno, sin duda debido a los muy altos precios en los que se ofreció la entrada. Ella sería la responsable de dar vida, en breve, a los arreglos de su marido, Chad, el elegido de dar forma final a las composiciones musicales que Koji Kondo ha venido proponiendo durante casi 30 años.

Y, ahora sí, hizo lucir a la orquesta.

El diseño sonoro y la producción audiovisual de The Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses. Second Quest tuvo, pues, una noche de grandes aciertos. Tras los primeros acordes de la magnífica Overtura que a tantos embelesara por vez primera durante la gala de Nintendo en la E3 de 2011 (con el propósito de celebrar por todo lo alto el 25 aniversario de la franquicia), el gozo fue inmediato. Y el cambio tangible. Las notas burlescas de oboe, la danza alegre de la flauta, el poderío sonoro de los tambores se percibió ahora con gran nitidez y presencia. Suites dedicadas a Link’s Awakening y Spirit Tracks fueron una grata sorpresa para el auditorio que recibía con mucho entusiasmo cada nueva propuesta del escenario.

Continuó el programa con dos viejos conocidos, el primer movimiento de la Sinfonía, dedicado al título más afamado de la franquicia, The Ocarina of Time, y a segundo movimiento, en honor a The Wind Waker. Después de un breve intermedio, nos recibió de vuelta la bella suite “Gerudo Valley”, el tercer movimiento sobre The Twilight Princess y el cuarto, dedicado a A Link to the Past, que llevó el acertado nombre de “Time of the Falling Rain”, a propósito del reciente lanzamiento de A Link Between Worlds.

Finalmente, y ante el entusiasmo nunca menguante del respetable, la orquesta ofreció un tercio de encores, el primero, una suite sobre temas de Majora’s Mask; el segundo, el tema “Dragon Roost Island” presente en The Wind Waker; y el tercero, “Ballad of the Goddess”, de Skyward Sword, una composición que no fue incluida en la primera temporada por que Nintendo la consideró, para entonces, demasiado nueva, y que brilló como el cierre perfecto para una velada de enseño.

Omake

En el comentario al recital septembrino, les ofrecí como un regalo el programa del concierto. Así en digital, pues no hubo otro. Ahora que la gente del Auditorio y los productores tuvieron a bien entregar un programa de mano, como se hace en la mayoría de los eventos de música de cámara en cualquier parte del mundo, me ha apetecido ofrecerles, para aquellos que no tuvieron la oportunidad de hacerse con este peculiar “coleccionable”, por lo menos una versión digitalizada del mismo. No tiene la mejor calidad de impresión, pero está lindo…

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Ismael Martínez
Periodista y editor. Amante de las historietas, los videojuegos y la cultura japonesa. Con un breve paso por el Fondo de Cultura Económica, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería y Canal 22, se ha especializado en proyectos de difusión de la cultura en medios independientes. Actualmente se dedica al cuidado editorial en Penguin Random House y funge, en sus tiempos libres, como editor de proyectos especiales en revista "MilMesetas", Portal Nómada de Cultura. Es, además, el más reciente recluta del departamento editorial en El Vortex: cultura geek. |
http://watashinokendo.blogspot.mx/

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