MIGUEL SPÍNDOLA |
Pensar y repensar una visión propia del apocalipsis zombi, sólo para seguir con el capital flow, da como resultado la creación de secuelas tan divertidas como innecesarias de algunos filmes que se merecen un lugar de honor en la historia de cualquier género. Y sí, éste es el caso de REC 4. La película nos ubica en el momento en que nos quedamos al final de la primera entrega, pero del lado de los rescatistas. Con un inicio no muy convincente, se da a entender que Ángela Vidal logró escapar por sus propios medios, lo que sorprende a todo el mundo, y la hace objeto de sospechas y análisis biológicos.
Bueno, no les he dicho realmente nada que no se haya visto en otras películas. Lo interesante de la trama es que de repente la protagonista despierta en un laboratorio, construido en un barco, y ahí la noticia se corre: en tierra todo es caos, y un equipo de científicos montaron ese buque-laboratorio para tratar de hallar una cura al -ya trillado- virus que convierte a las personas en zombis mordelones.
El cine de terror español siempre se ha caracterizado por la crudeza en sus escenas y el hiperrealismo de la sangre salpicada. Y esto hay de sobra en esta secuela directa de REC. En cuanto a forma es realmente divertida: una historia bien llevada que va dejando al descubierto los puntos importantes cuando debe: sangre, mordeduras, persecuciones y sangre salpicada, repito, al más puro estilo español. Además, para los amantes de la saga es una película obligada que, sin duda, los hará pasar un rato muy ameno, además de dar respuestas a algunas interrogantes que necesariamente surgen con las películas anteriores: “¿de dónde viene el virus?” “¿qué sucedió en aquel edificio?” y muchas otras.
En cuanto a contenido, hay que decir que si bien se lleva al espectador por la trama lógica de la historia, REC 4 resulta pobre, exagerada y poco verosímil. Sí, sonaré al trillado cliché que dice que echaron a perder la genialidad que es la primera película, pero de hecho es verdad. No es una copia de la primera y tal vez esto (crucifíquenme) la empobrece aún más. La película se vuelve predecible y no hace más que repetir la ya gastada fórmula del apocalipsis zombi (sí, de ahí su título, supongo): todos se infectan, y sólo hay dos supervivientes que, contra toda lógica, logran regresar a tierra, donde no está el caos que se manejó durante toda la película. (¿No están ya un poco hartos de este mismo argumento, una y otra vez?)
Lo que dejaré enteramente a su consideración, es el final. ¿Da pie a una quinta entrega? Posiblemente. No quiero adelantarme, pero si algo hemos aprendido de sagas como Saw, Halloween y hasta Chucky, es que siempre hay tela de dónde cortar para extender las historias ya contadas tanto como se desee. Pero como siempre, mi recomendación: vayan a verla. Seguro se divierten, y ya después hagan sus comentarios y saquen sus propias conclusiones.
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