ALEJANDRO MONTANARO|
El lunes se reveló que Scarlett Johansson interpretaría a la Major Motoko Kusanagi en la próxima adaptación de Ghost in the Shell. Considerando que es la adaptación estadounidense de un muy querido manga con una gran historia y un fanbase aun mayor, no es de sorprender que las reacciones de las personas sean bastante negativas. Muchos critican que Johansson no da el ancho, mientras que otros argumentan que debieron de haber escogido a una actriz japonesa para interpretar este papel; aunque en mi opinión, Johansson llena los requerimientos para interpretarla.
Si bien el tener una actriz que pueda hacer justicia al personaje es uno de los factores más importantes para una adaptación (sobretodo una tan importante como ésta), se puede entender por qué escogerían a Scarlett Johansson sobre otras actrices que pudieran interpretar al personaje.
En primer lugar, se tiene que entender que para que una película así consiga la luz verde (o sea, que se pueda filmar) necesitan algo que se pueda vender, que se pueda ofrecer al público en general, y una forma de hacer eso es conseguir a una actriz que llene las salas y que la gente conozca. Un nombre reconocido hace que la gente tenga interés en la película y Scarlett Johansson es, sin lugar a dudas, un nombre muy reconocido, y una actriz muy querida en Hollywood, por lo que se entiende que prefieran usarla a ella que a otra actriz relativamente desconocida. Sin mencionar que ella ha demostrado que puede tomar papeles bastante complejos y hacer actuaciones bastante sobresalientes (Under the Skin es un excelente ejemplo de esto).
Teniendo todas estas cosas en cuenta, puedo entender por qué escogerían a Johansson para este papel. Sin embargo, el que ella vaya a interpretar a Motoko Kusanagi no es un problema (o al menos no uno tan grande) como los otros dos grandes problemas que esta película enfrenta actualmente.
Cuando una película va a filmarse hay dos factores sumamente importantes que afectan tanto su historia como su estilo y desarrollo: el director y el guionista. No se puede decir que uno es más importante que el otro, ya que ambos tienen una importancia igual de grande en la película; si el guión es malo, se puede decir que si la forma en la que el director lo hace algo visualmente interesante y si las actuaciones son buenas, se pueden pasar por alto los problemas del guión (en muchas ocasiones, el director lo puede alterar a su gusto).
La relación director y guionista es prácticamente simbiótica, en la cual no se puede tener un producto verdaderamente bueno si una de las dos partes no puede cumplir y ofrecer algo que esté a la altura. Sin embargo, considerando que estamos hablando de una adaptación de este nivel no se puede pedir algo menos que grandioso. Si esta adaptación cuenta con un buen director y un guión sólido, se puede esperar una muy buena película que mantenga el espíritu de la historia original.
Como se podrán imaginar, aquí es cuando comienzan los problemas.
El director de la película no es nada mas ni nada menos que Rupert Sanders, el mismo que dirigió la mediocre película de Snow White and the Huntsman. Eso no es una buena señal, pues si bien esta película tuvo una que otra escena de acción entretenida, en sí es poco memorable y no es más que una película del montón que intenta ser “oscura y dramática y súper seria” pero que termina fallando, convirtiéndose en algo verdaderamente risible.
Por otro lado, el guionista de la película es un sujeto llamado Jamie Moss. No hay absolutamente nada relevante sobre él que pueda decirles. Sé que él escribió una película de Keanu Reeves llamada Street Kings junto con otras dos personas y nada más. También sé que el co-escribirá una película llamada Spectral y nada más. Por lo que tengo entendido, Ghost in the Shell será el primer trabajo donde escriba un guión por sí solo, y si bien puedo darle el beneficio de la duda un poco más que a Sanders, no creo que hacer el guión de una película tan importante y compleja sea la mejor forma de empezar una carrera en solitario.
Aun dándoles el beneficio de la duda (algo considerablemente difícil, tomando en cuenta las circunstancias), no puedo hacer más que pensar que la película resultará algo muchísimo mejor en manos de alguien más experimentado, o al menos alguien que haya demostrado desde el inicio que tiene el talento para manejar algo de esa magnitud. No se le puede dejar una adaptación tan importante a cargo de dos personas así.
Pues ahí lo tienen. Teniendo toda la situación en cuenta, uno no puede hacer más que pensar que tal vez Scarlett Johansson termine siendo la mejor parte de toda la película. Aun así hay que darle una oportunidad; sin embargo, no tengo muchas expectativas.
