Para poder hablar de Fenómeno Siniestro 2 (Grave Encounters 2 para los cuates) es NECESARIO hablar de la primera cinta de esta saga, y por hablar, me refiero a dejar caer un par de spoilers que en verdad podrían arruinarles un buen producto cinematográfico (y si no “bueno”, al menos divertido), ya que la homónima Grave Encounters fue una cinta refrescante dentro del género del “Documental de horror” (dígase, cintas de miedo que se ven desde la perspectiva de la(s) videocámara(s) que sostienen o colocan sus protagonistas), fenómeno iniciado con El proyecto de la Bruja de Blair y cuya franquicia más conocida son las [terribles] cintas de Actividad Paranormal, pasando por la española [REC] y tentativamente hasta Cloverfield.
O los tenebrosos (de horribles) programas de Carlos Trejo
Ahora bien, si en su vida han oído de Fenómeno Siniestro, se las resumiré: el crew de un programa de televisión sobre casos paranormales se encierra en un manicomio abandonado esperando con varias cámaras capturar evidencias del más allá. Esta excelente idea concluye cuando poco a poco todos los miembros del programa televisivo encuentran su fin a manos de fantasmas con rostros hechos en After Effects.
“No me graben que aún no me he maquillado”
En la secuela partimos desde la primicia de “¿Y si todo lo que vimos en la primera cinta es verdad y un estudio hollywoodense en realidad sólo le metió efectos chafones para distraernos, y encubrió las muertes de los protagonistas quienes ‘convenientemente’ no han aparecido en ninguna otra cinta desde entonces?”
Alex, un joven cineasta que aspira a ser el próximo Wes Craven, descubre a través de un informante misterioso tanto las pruebas que incriminan al productor de la primera parte, como la ubicación del manicomio abandonado en cuestión. Entonces, ¿qué hacer con toda esa evidencia? ¿Ir a la policía? Bah, demasiado sencillo, ¡mejor vayamos a ese lugar a grabar con nuestras propias cámaras los precisos lugares donde murió el anterior crew y hagamos una película con ello!
“¡Vamos muchachos! ¿Qué podría salir mal?”
Si bien la premisa de la secuela de Fenómeno Siniestro no es tan fresca ni original como la primera cinta, sí resulta atractivo e interesante el planteamiento inicial en el cual se revela esta “posibilidad” de que todo lo que se vio antes, como lo de ahora, sea un extracto de la realidad maquillado de forma horrible para engañarnos del hecho de que allá afuera existe un lugar infernal donde los paranormalistas van a morir en busca de evidencias de demonios y fantasmas.
¡Por favor, díganos dónde es! Para saber a dónde enviarlo
Pero ya fuera de chistes contra Carlos Trejo, esto que podría ser (y es) una excelente idea para este subgénero del terror, en la cual hasta los mismos protagonistas hacen mofa de los malos efectos especiales y los clichés de otras cintas de horror, poco a poco empieza a decaer cuando, en efecto, nos encontramos de vuelta en el susodicho manicomio; a partir de ese momento la película no sólo se vuelve una extensión de la primera, sino justamente cae en los lugares comunes de los que tanto se quejaba, volviéndose por demás predecible y en un punto hasta sosa; aunque eso sí, hay muertes “en cámara” con efectos mucho mejor armados que antes.
Qué bueno, yo he visto esas mismas caras en amigas con indigestión
El colmo viene en un six-pack de malas decisiones argumentales: 1) los protagonistas, a sabiendas de que lo que ocurre ahí es real no van de ninguna forma “preparados” para enfrentarlo, 2) que una vez ahí tengan la brillante idea de jugar ouija, 3) descubrir que Lance Preston, el protagonista de la cinta anterior, continúa con vida después de haber estado (supuestamente) 10 años ahí encerrado, 4) resulta que el manicomio es un ente con consciencia, 5) el cual le pide a Lance que mate a los “chicos nuevos” para que los camarógrafos fantasmas (e innecesariamente invisibles) del hospital puedan grabarlo todo, 6) y en consecuencia el último sobreviviente junto con todas las cintas, sea teletransportado directamente a Hollywood para así, “voilá” presentar la secuela que estamos viendo.
Porque así como lo ven, ese hospital no es más que una “attention whore”
Es así que Fenómeno Siniestro 2 se queda a medio camino y termina, gracias a su última media hora, volviéndose una cinta comparativamente mediocre y hasta de risa, aunque no por ello mala, quiero aclarar, puesto que hay conceptos bastante interesantes que pueden resultar espeluznantes a quienes tiendan a sobre pensar las cosas y sean capaces de visualizar una mejor resolución de la trama. Podría recomendarla, pero únicamente para quienes hayan visto la primera y estén aún intrigados por lo que este universo fílmico tiene para ofrecer.
Además de gigantes semidesnudos con la boca chueca