Historia de un Crimen —no confundir con la serie de Netflix— se estrena hoy en cines mexicanos, y gracias a la amabilidad de Zima Entertainment pudimos acceder a una función especial para traerles la reseña.
En la ficción, el oficio de jurista es uno de los más romantizados, pues su papel es clave en la sociedad moderna; así como un médico procura la salud, un abogado persigue como propósito primordial a la justicia.
Ninguna sociedad que se diga a si misma “estado de derecho” deja de cuestionar el alcance de éste oficio, y sobre todo de quienes lo ejercen.
Historia de un crímen ( o Derr Fall Collini) es una historia que se desarrolla en Alemania: un país que ha sido clave en la historia del derecho moderno, pero con un pasado cuyas culpas de la Segunda Guerra mundial aún no logra expiar completamente en éste siglo XXI.
La cinta abre telón con un crimen cruento, hecho por un autor que no tiene una motivación aparente, defendido por un abogado ansioso por impartir justicia, pero con un gran desafío para lograrla: que es su primer juicio.
El conflicto que trasciende a los juzgados
La sinopsis es la siguiente:
“Caspar Leinen es un abogado recién graduado, a quien se le asigna la defensa de Fabrizio Collini, un trabajador jubilado acusado por el homicidio de un millonario famoso.
Las cosas se complican bastante cuando Collini se niega a revelar el motivo de su crimen a su defensor, por lo que Caspar comienza a investigar a fondo el asunto… hasta que descubre una serie de conexiones ocultas de la víctima, que lo llevarán a desvelar un secreto que se remonta a hechos sucedidos en la Segunda Guerra Mundial.“
Un protagonista neófito es siempre un buen comienzo para narrar una historia. Al autor John Grisham le funcionó muy bien con “The rainmaker” al presentarnos a un héroe idealista, quien tan pronto se gradúa de la escuela de leyes, está listo para demandar (y ganar) a una fraudulenta aseguradora, salvar a una esposa de su marido abusivo, y preparar el testamento de su anciana casera… casi un superhéroe.
Pero éste no es el caso con Derr Fall Collini —basada en la obra de la obra de Ferdinand von Schirach—. Aunque Caspar Leinen (interpretado por Elyas M’Barek) es un idealista, está lejos de ser alguien perfecto; es más, es tan torpe que en su primer audiencia no sabe cómo utilizar el micrófono.
Tanto el juez como el fiscal lo miran con la condescendencia con que se ve a un infante de seis años, e incluso durante la audiencia permite (inadvertidamente) que la otra parte haga preguntas a los testigos, que son bastante amañadas, sin decir “objeción” una sola vez.
Para más inri la víctima fue una persona cercana a él, por lo que gane o pierda el juicio, ya hay algo que nuestro protagonista ha perdido. Todo parece acabar, pues incluso se empieza a dar cuenta de la inutilidad de defender a un hombre cuya defensa no es lo que busca.
Y es allí en donde comienza a notar desde los aspectos más esenciales, que hay elementos que llaman la atención; desde el arma empleada, hasta el desarrollo de dicho crimen.
El abogado Caspar Leinen comienza una búsqueda en la que sólo él conoce el significado de minucias con profundos significados. Cosas que le harán analizar recuerdos de su infancia que pasó al lado de la víctima, de su pasado, de su incómoda relación con el partido nazi y de una verdad que intentarán ocultar a toda costa, encerrando de por vida a Collini.
Historia de un crimen es más palomera que técnica
Desde el instante en que hay un abogado recién graduado haciendo defensa en un juicio penal, podemos darnos cuenta que el apego a los aspectos verídicos o técnicos de juicios reales, no es el fuerte de esta película.
Muy al estilo de “All the president’s men“ hace ver mucho más dinámico de lo que es, a un oficio que se conforma de un 90% estar sentado haciendo trabajo de escritorio (el otro 10% es estar formado sacando copias).
Con ésto no queremos decir que esperábamos un compendio de derecho procesal penal, pero el acercamiento a la fidelidad a la realidad siempre es un detalle que se agradece las veces que aparece.
Por último, su trabajo de cámara está bastante bien y muchas tomas exteriores son bastante bonitas a excepción de las que utilizan a drones para tomas aéreas.
Es en resumen, una película muy entretenida que llegando a su segunda hora se va volviendo más ágil. Una buena recomendación para quitarse de una vez por todas, el cliché de que el cine Europeo solo se ve en festivales.