El Episodio de Hoy:
LA MALDICIÓN DE SUPERMAN (SE NIEGA A MORIR)
Capítulo 3: Pero, si insistes…
Ante la intimidante cantidad de ideas abandonadas y conceptos extravagantes, es sinceramente un milagro que una película de Superman fuera hecha en sí, pero, después de tantas negociaciones y sentar presupuestos, Bryan Singer sería finalmente el hombre que podría continuar la franquicia y volver a poner al Hombre de Acero en las pantallas de cine en 2006, ahora con una nueva generación de potenciales consumidores de juguetes.
Singer abandonó la prometedora X-Men 3 y, visto de cierto modo, intercambió papeles con Brett Ratner, lo cual hace a uno preguntarse si hubiera sido mejor o peor que los respectivos directores se hubieran quedado en sus proyectos originales.
Dedicándose de lleno a Superman Regresa (¡aún con Jon Peters como productor!), la producción fue un sueño hecho realidad para Singer, y la oportunidad perfecta de rendir homenaje a la película original de Richard Donner y la era de Christopher Reeve.
Mucho se ha hablado de Superman Regresa, pero poco sobre si realmente es una buena película. Aburrida para varios, decepcionante para la mayoría, la producción de Bryan Singer fue un tributo al clásico original primero y una modernización del personaje después. Y vaya que en continuidad, fue impecable. Incluso los créditos iniciales están animados como en las películas originales, con todo y música de John Williams, y la imagen de Brandon Routh fue reproducida a la perfección en base a la de Reeve. Desafortunadamente, la película sufrió ligeros problemas de casting (te estamos viendo a ti, Kate Bosworth), un ritmo demasiado lento y falló en realmente presentar una visión actualizada de Superman.
Aunque Superman Regresa fue un éxito bastante rentable para el estudio, recaudando $391 millones de dólares, los ejecutivos de Warner se mostraron insatisfechos (al aparecer $391 millones es lo que el más miserable de ellos gana en la quincena) y cancelaron la continuación de esta franquicia para buscar algo mucho más exitoso, para total y completa incredulidad por parte de Singer.
Uno de los más grandes retos sobre adaptar a Superman en el cine hoy en día, según muchos críticos, ha sido el modernizar la imagen de un héroe cuyas hazañas más famosas son las de salvar gente de un edificio en llamas o rescatar a un gato atrapado en un árbol. Estas podrían ser consideradas obsoletas o demasiado sencillas para una generación que busca acción más exigente y fuerte.
Ya no parece bastar con que Superman detenga una inundación o salve una ciudad de un terremoto. Ni siquiera que luche contra el monstruo que son las corporaciones capitalistas. Es un héroe que se ha vuelto al pasar los años cada vez más invencible, al punto de ser un dios indetenible y virtualmente sin ninguna debilidad. ¿Cómo sentir emoción por un héroe al que nada puede siquiera herirlo?
Sin ninguna instrucción de mantener continuidad, siete años después llegó con mucha anticipación El Hombre de Acero, de Zack Snyder y bendecida por Christopher Nolan. Éste era un reboot total, buscando una misma inclinación hacia la seriedad y los conflictos morales del personaje que empleó Nolan para Batman en la muy bien recibida trilogía de El Caballero de la Noche.
En esencia volviendo a contar la trama de Superman y Superman II, la versión de Snyder se encargó de darle una nueva perspectiva y estética actual a la historia y, para fortuna de muchos, eliminó por completo la comedia y momentos bobos para hacer el viaje de Kal-El uno más intenso y exigente.
El Hombre de Acero parecía ser la película de Superman que rompería con la maldición de una vez por todas, y en cierta manera, es correcto. Tomando en cuenta que terminó siendo hecha y fue exitosa en taquilla. Muy exitosa. Sin embargo, la respuesta por parte de la crítica y los mismos fans fue polarizada. Por un lado, al fin veíamos a un Superman serio, maduro, sin nada de comedia y actualizado a nuestra época para una nueva generación. Pero por el otro lado, ¡Superman mata a Zod!
Dios sabe que la polémica escena ha encendido en llamas los foros de opinión con debates interminables de por qué o no fue justificada, además de que Metrópolis sufrió destrucción masiva y muertes al por mayor de inocentes a causa del daño colateral debido a una batalla entre seres de otro planeta, pero, ¿saben algo? Eso en sí puede haber roto la maldición. Para bien o para mal, ¡Superman se ha vuelto relevante otra vez!
¿Era necesario sacarle todo el optimismo al concepto del superhéroe? Tal vez no. ¿Fue mejor que la versión de 1978? No quisiéramos creerlo. ¿Fue más traumatizante y alienadora que divertida e inocente? Podríamos asegurar que sí. Pero, independientemente de las opiniones sobre si fue la peor película del 2013 o lo que más le hacía falta al héroe de capa roja en muchos años, no ha sido olvidada por el público, alcanzó el éxito necesario en taquilla para impresionar a Warner Bros. (más de $660 millones) y autorizar una secuela, y no resultó en una frustrante experiencia para los involucrados (que sepamos hasta el momento).
Y es por eso que el retraso en la fecha de estreno de Batman vs. Superman es un mal augurio.
Lo que ni DC ni las fuentes oficiales van a reconocer es que esta producción es obviamente un intento de imitar el fenómeno masivo que fue el proyecto del Universo Cinemático Marvel, con diferentes películas sobre personajes por separado para después unirlos a todos en una mega-película. En resumen, DC quiere hacer su propia Los Vengadores. La existencia de una película de La Liga de la Justicia no es lo que es causa de preocupación, sino que vaya a salir tan pronto.
El Batman de Ben Affleck naturalmente, será un reboot y no el mismo personaje que interpretó Bale (o al menos, queremos pensar que no), pero no ha pasado tanto tiempo desde que Christopher Nolan terminó su propia trilogía con el personaje como para que el público exija y muera por una nueva representación.
De igual manera, esta edición de El Hombre de Acero claramente preparaba un escenario para su propia trilogía, de inspiración Nolan-esca pero con el sello de Snyder, por tan controversial que fuera, sin lugar para una reunión de un club de superhéroes.
Después de todo, la Liga de la Justicia (o los Súper Amigos, si uno quiere recordar esos años) siempre ha sido conocida como un equipo alegre, optimista e inocente, a la par con la imagen clásica y romántica de Superman. El Superman de Snyder y Nolan, tal y como sus realizadores se esmeraron específicamente en hacerlo, es totalmente incompatible con este concepto.
El retraso en la fecha de estreno bien podría ser la manera en que Warner y DC confiesan que la decisión fue demasiado brusca y desean perfeccionarla para no terminar haciendo otro desastre en la producción. ¿Pero por qué no contuvieron sus ansias en primer lugar?
Al final, muchos podrían tener la culpa de que el concepto de Superman se haya vuelto un reto tan sobrecogedor como para dividir facciones de opiniones opuestas, destrozar proyectos fílmicos antes de que empiecen e inspirar leyendas en internet sobre lo que debe estar pasando en esas oficinas de ejecutivos a la hora de planear la próxima gran adaptación de un personaje icónico de los cómics.
Sin embargo, no echemos la culpa a los responsables, ni a los realizadores, ni a los nuevos actores anunciados. Mejor pongámonos en su posición, sintamos su frustración por no lograr lo que esperaban o su emoción al finalmente poder tener un producto terminado. Después de ver cómo salió eso, podremos criticarlos de haber destrozado nuestra infancia y los recuerdos que tenemos de los personajes.
Si algo nos ha enseñado la historia, es que ésta se repite, y por eso no será extraño si surgen más ideas creativas riesgosas, noticias de casting inexplicables o problemas de producción en ésta y subsecuentes entregas de una franquicia tan difìcil de adaptar.
