ISMAEL MARTÍNEZ |
Aquí están los enlaces de la primera, la segunda y la tercera parte.
Es curioso. Después de ver el robusto listado para la consola Wii U, lleno de juegos de probada calidad y esperable éxito, el Nintendo 3DS, caballo de batalla, para muchos el sistema portable que mantiene en números negros a la compañía nipona, no parece preparar más que un pequeño poker de verdaderas joyas, todas, salvo una, pertenecientes también a franquicias de consumado arraigo entre el público en general. Y sólo tres ajenas al espectro de casa, más allá de Nintendo.
Comencemos, pues, obedeciendo, de nueva cuenta, un estricto orden alfabético:
Bravely Default
¿Qué puede decirse ya de un juego que se hizo famoso en América por tener arrobadas críticas en Japón; un murmullo sostenido que creó expectativa suficiente para obligar a un lanzamiento por todo lo alto fuera de territorio nipón?
¿Qué puedo decir que no se encuentre ya en reseñas preparadas por cualquier otro lugar? ¿Puedo acaso hacer algo más que describirlo como un juego propio de Square Enix, que comparar su propuesta y resultado con los obtenidos en la edad de oro de Final Fantasy en 2D y 3D, durante aquella luminosa década de 1990? ¿Qué puedo sino afirmar que es a ese tipo de jugadores a quienes habla, pues ocupa un lugar que parece ya casi del todo abandonado en occidente; el de un JRPG a toda ley, con batallas por turno, sistemático, estratégico, tradicional. Un firme paso de posicionamiento, en horizontal?
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Lo que hace, pues, Bravely Default con un par de enmiendas al sistema de batallas hasta entonces visto, es una lección de inventiva excepcional, acaso un pequeño giro en la forma de los duelos que hace toda la diferencia en lo que desde acá se conoce como JRPG y que fue caracterizado por elementos de esa misma compañía hace casi 30 años.
Dicho ello, si tuviera que escoger el highlight de año en portables, con toda seguridad elegiría Bravely Default. Y no lo haría sólo porque tuvimos que esperar 16 meses para tenerlo de ese lado del charco; el título es en verdad una experiencia notable, perfecta para jugadores empedernidos, para aquellos seguidores de aventuras envolventes y largas epopeyas. Un jugador que aprecie la verdadera esencia de un juego de rol, no podrá sino apreciarlo en sus justas dimensiones.
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Insisto: descarguen la demostración disponible en la tienda virtual y prepárense para invertir en este juego la mayor parte de su tiempo. (Por cierto, el software final es multilenguaje, por lo que podrán escoger la actuación de voz que mejor les acomode. Un detalle que se mira cada vez menos, claro, por cuestiones de “espacio”.)
Kirby: Triple Deluxe
Habrá cosas nuevas, nos dicen, pero la magia, esa tímida calidez propia de un juego plataformero, estará ahí. Y es un elemento que continua rozagante en atractivo para buena parte de los jugadores de portables, en especial siendo Kirby una de las mascotas más queridas de Nintendo. Y siendo los títulos de Kirby, de origen, no sólo una estupenda idea, sino porque cuenta con un score musical siempre generoso y balanceado, y un sistema de actualización de elementos muy parecido al usado, por ejemplo, en franquicias como Pokémon.
En breve: Kirby vende, y lo seguirá haciendo. El reto está ahora en que consiga cifras similares a las conseguidas por Animal Crossing, un software de Mario o el propio Pokémon.
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Omake
Para aquellos que piensen todavía que los videojuegos son cosa de hombres… Nintendo, en Reino Unido, les demuestra lo contrario:
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Omake II
Tamaño vistazo merece un regalito más… Caray, lo que pasa cuando un cineasta de cuna hace videojuegos.
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