Actualmente la “novedad” de los live action de las películas de Disney han traído una controversia que nosotros llevamos varios años viviendo con las producciones con actores de carne y hueso de muchos de nuestros anime favoritos.
Creo que la fama de los anime, son tentación para muchas productoras, y que debe existir un público a quien va dirigido para que hayan continuado haciéndolo.
Algunas ventajas es que puede uno “repasar” sus historias favoritas en un par de horas, o incluso ver un resumen de algún anime famoso que no les dé tiempo de ver.
Sin embargo, para los fanáticos de hueso colorado, implica ver alteraciones en sus obras de arte, y eso conlleva mucha decepción.
Entre los peores trabajos que se han hecho, y por lo que los live action de anime tienen tanto odio, irónicamente han sido producidos en occidente. Recordarán él más sonado Dragonball Evolution del 2009. Y el más reciente Death Note del 2017. Existe una trilogía de Death Note japonesa iniciada en el 2006, que tiene mejores actuaciones y apego a la historia, incluso mejor maquillaje del Shinji game. También conocida como Desu Note (actualmente en Netflix).
Ryuk versión estadounidense 2017
Ryuk versión japonesa 2006
Y es que los trabajos orientales también nos han llevado a tener algunas decepciones, que no cumplen nuestras expectativas. Es demasiado ambicioso querer resumir tantos capítulos en par de horas, con lo que se llevan mucho contenido importante. Cómo me pareció el caso de ‘Bleach’, ‘Attack on titan’, ‘Tokyo Ghoul’ y de ‘Full Metal Alchemist’ (todas disponibles también en Netflix). Al querer realizar copias de anime y manga tan largos, terminan inconclusas, probablemente esperando tener una segunda parte que, sin rating, nunca se realizará. O en el caso de ”Attack on titan” una segunda parte que no tuvo popularidad ni propagación.
Los efectos especiales y de maquillaje, vestuario, tienden a ser bastante buenos para películas de tan bajo presupuesto, sin embargo para la época actual si esperamos ver una mejor realización. Parecen trabajos de aficionados, en lugar de realizar películas taquilleras.
Las actuaciones son en general buenas, aunque probablemente no llenan nuestras expectativas ni tienen la personalidad completa de nuestros queridos personajes. Después de todo, siempre tienen la seriedad de la cultura oriental, cuando en el anime, los creadores procuran contrastar eso.
Un live action que me gusta, ya que superó mis expectativas fue el de ‘Ruroni Kenshin’, una trilogía basada en el anime, las peleas samurai son excelentes y la ambientación y vestuario también. Si falta un poco de chispa en los personajes (principalmente Kaoru). Otro de los que me gusta su adaptación es el de ‘Kimi ni todoke’, pero al ser un shojo, es más fácil de adaptar y no requerir efectos especiales o vestuario particular.
Siempre recomendaré ver el anime, pero también pueden darle oportunidad a los live action si bajan sus ilusiones, y las ven como una película con buen cosplay para pasar el rato.