MR. MIKE MAYA|
Los robots gigantes son un elemento recurrente en el anime; son algo que, sin duda, le encanta al niño interior de casi cualquier fanático y más si está acompañado de extraterrestres, monstruos o ¡más robots gigantes! Sin embargo, pocas veces estas series son serias, pero hoy veremos el curioso caso de Sidonia no Kishi o Caballeros de Sidonia por su traducción y no se confundan que no es la canción de Muse.
Sinopsis:
En un futuro, la humanidad se ha visto diezmada por temibles monstruos espaciales conocidos como Gauna, la Tierra fue destruida y los supervivientes se vieron obligados a viajar en enormes naves espaciales en busca de un nuevo hogar. Seguiremos los pasos de Nagate, un joven que vive en la nave Sidonia, quien creció aislado de todas las demás personas. Un día, tras robar arroz, es atrapado y – para sorpresa de muchos – es un piloto excepcional de robots de combate.
No puedo dejar de pensar que esta fórmula la he visto más veces de las que puedo contar; sin embargo, el trabajo realizado por el estudio Polygon Pictures merece una oportunidad del espectador.
Vamos por partes: lo primero que salta a la vista –y si no, recomiendo visiten a su médico– es su peculiar estilo de animación, pues rompiendo todas las convenciones de la animación nipona, la serie es producida al 100% por computadora, lo cual puede resultar chocante y limitante en cuanto a la definición de los personajes, pues no dejo de pensar que todos son muy similares. Pero sí paso por alto estas ligeras quejas personales, ya que les puedo afirmar que el estilo concuerda con el ambiente logrado. Por lo tanto, si estás dispuesto a tolerar un poco de excentricidad, continuemos.
La música es algo que falla en la mayor parte de la serie, pues además del tema introductorio y el de cierre, todo suena genérico, las piezas rescatables son solemnes y acordes a la valentía y sentido que transmite la humanidad. El tema Sidonia, interpretado por Angela, nos sirve como introducción, mientras que el cierre Show es interpretado por Eri Kitamura, siendo este último mi preferido por sus ritmos rápidos.
El ambiente es algo que no menciono mucho, pues en la mayoría de series suelen ser bastante comunes: escuela, ciudad, reino invadido por dinosaurios, etcétera. Pero en esta ocasión merece un lugar especial, hablando de un viaje espacial, la vida dentro de la nave es difícil, los humanos –si se les puede considerar así– han desarrollado mecanismos para sobrevivir, desde los robots hasta la clonación y modificación genética. Algo que sin dudas me llamó la atención es el hecho que pueden hacer fotosíntesis o no tener un sexo definido. Esto le agrega un toque extra para consagrar en el género de la ciencia ficción.
Los personajes son la base de toda la trama generada, pues dejando un poco de lado el fondo apocalíptico, los conflictos entre ellos son lo que le da realce, cada uno tiene una singular personalidad, con sus dudas, miedos, romances y demás cualidades humanas. Te llegas a enamorar de los personajes y te preocupas a cada momento por su integridad, ya que algo que tiene es que pueden morir como moscas en cualquier momento. Sin embargo, cuando algún personaje principal muere, sientes el peso sobre la trama, pero existen muertes que esperaban provocar un impacto y terminan por resultar ser lo más cotidiano del mundo.
Los enemigos de esta animación son especialmente mortales a diferencia de otras series más simplonas, aquí sin importar el que cada vez que sale algún enemigo sabes que morirán personajes. Debo reconocer que uno de los últimos enemigos me dejó cautivado, no sólo por su comportamiento, sino porque se dieron la libertad de explorar qué pasa por la mente de estas criaturas.
Por raro que parezca, esta serie se hizo notar en este lado del mundo, pues gracias a varios medios de transmisión en línea, llegó al público que tal vez por curiosidad le dio una oportunidad y terminó complacido. En mi opinión, el éxito de esta serie se debe al prejuicio de la animación japonesa, pues mucha gente la considera infantil y poco seria, pero Sidonia no Kishi no tiene este sello característico, lo que le permitió llegar a más personas.
Definitivamente, Sidonia no Kishi es algo que no se ve todos los días, pero no es la gloria de la animación. A muchos les parece de las mejores series y no puedo negarlo (a mí también me encanta), así que si estás dispuesto a ponerte serio y soportar la animación por computadora, adelante, pero si no eres fan de la ciencia ficción o no estás dispuesto a ver el brutal cambio de estilo, mejor mantente lejos.