ISMAEL MARTÍNEZ |
Anoche. La gloria. O casi…
A pesar de la lluvia, de las colas, de la falta de mujeres en las gradas (calculo una proporción de 7 a 1 entre hombres y mujeres, cosa que habla, todavía, de la composición del público “videojugador” en México y el mundo), del abuso en los precios en la mercancía oficial (¿150 el cartel?), de la pésima calidad de la mercancía extra-legal, del poco cosplay, de la escasa educación musical del auditorio (¿por qué se aplaude después de una afinación?), del poco tiempo que tuvieron los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional para preparar la presentación de una decena de suites sinfónicas, Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses fue una fiesta, y, de muchas maneras, también un logro. Un paso más en la historia de los espectáculos del tipo en México.
Es cierto que conciertos de música sinfónica que podrían enmarcarse en el frikiverso han existido (dedicados, las más de las veces a la música de queridas franquicias cinematográficas, como Star Wars, Harry Potter, El señor de los anillos o, tomando en cuenta un ejemplo muy reciente, el recital sobre composiciones de filmes de Pixar, hace un par de semanas), pero es este de los primeros de los cuales tenemos noticias dedicado al espectro del software computacional, del así llamado “entretenimiento interactivo”: los juegos de video. (Por supuesto que habrá que recordar el recital ofrecido por la iniciativa Video Games Live hace un par de años, sin embargo el contexto es ahora de mayor trascendencia por tratarse de un espectáculo dedicado a una franquicia en solitario.)
Ejemplos del tipo se han presentado, sobre todo, en las grandes potencias y por iniciativas independientes desde instituciones de élite. Japón y las naciones anglosajonas a la cabeza (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia), han ofrecido recitales-referente en el ramo.
Alguien puede acaso pasar por alto conciertos como Tour de Japon (música de Nobuo Uematsu para Final Fantasy), las presentaciones de la Eminence Symphony Orchestra (con sede en Sydney), o, más recientemente, la cruzada que ha encabezado Arnie Roth (sí, el responsable, por otra parte, de las composiciones de varias películas de Barbie, buenos productos, a pesar de todo) al frente de la Orquesta Filarmónica de Kanawaga y la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo (entre otras) para armar aquellos exquisitos conciertos sobre la música de la franquicia más querida (y polémica) de Square Enix: Distant Worlds: Music from Final Fantasy y la iniciativa promovida por Video Games Live (VLG), próxima en volver a nuestro país (sí, algún día tendremos confirmación de fecha y lugar, tarde o temprano).
Me da gusto, pues, asistir a un tiempo en el que el público en México está listo. Me da gusto presenciar cómo se abren los espacios, los espectáculos llegan, el dinero entra y sale en el marco de la legalidad; que existe ya industria que justifique el gasto.
Todo comenzó hace un par de meses cuando unas cuantas letras en la página oficial del espectáculo (“Mexico City”) subieron como polvorín en los trascendidos de las páginas fandomeras: se supo poco después que Gamers, una de las cadenas distribuidoras de hardware y software de videojuegos con mayor presencia (y poder) en el país, consiguió llegar a un arreglo para que el espectáculo producido por Jason Michael Paul se presentara en la Ciudad de México. Los boletos prácticamente se agotaron en el transcurso de 72 horas. La fecha llegó, rauda, ayer, martes 3 de septiembre. A las 20:30 horas.
Oda a las diosas de Hyrule
A pesar del entusiasmo (quizá por él), la velada comenzó un tanto atropellada. Un piquete de músicos adscritos a la reputada Orquesta Sinfónica Nacional, quizá demasiado acostumbrados al silencio sepulcral de la sala del Palacio de Bellas Artes (donde suelen deleitar a una audiencia apenas mayor al par de millar de personas), conducidos por una jovencísima directora huésped, cometieron buena cantidad de pifias plenamente identificables.
Así, la parte primera del concierto, dedicada a títulos de la franquicia como Ocarina of Time y The Wind Waker, sufrió de abundantes fallas de sonido (me parece, en realidad, que toda la línea de alientos adoleció de una adecuada sonorización), y el privilegio que (acaso) la dirección puso sobre las percusiones lo cual pudo adormecer la influencia dancística de las cuerdas. La culpa posiblemente recayó, incluso, en la orquestación ante los arreglos.
Con todo, durante la segunda mitad, la orquesta nos ofreció excepcionales ejemplos de su música. Temas conducidos por oboe, violín, arpa y percusiones que alcanzaron a complacer a la audiencia más exquisita entre los diez mil espectadores en el coloso de Reforma. Piezas como “Movimiento III – ‘Twilight Princess’” y piezas “extra” presentadas en México: “La balada del pez viento”, “El desierto de Gerudo” y “Clock Town” en manos de tan finos músicos (como el Primer concertino Luis Samuel Saloma, quien fue enfocado por las cámaras ante su inspirada interpretación de variaciones a los temas de “La leyenda del Héroe”, por ejemplo) llenaron de felicidad nuestros corazones. Hasta mis ojos se anegaron de lágrimas -no miento- hacia el final del tercer movimiento, cuando se interpretó el tema que hace referencia a la despedida de Midna en Twilight Princess.
Finalmente, el espectáculo sentó ya precedente. El productor mismo lo dijo: México ha sido la plaza más grande que ha visto. La Ciudad de México es la localidad en el mundo que más butacas ha llenado. Por lo tanto, regresarán en diciembre. El día primero en la Arena Monterrey (en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, cuya venta de boletos comenzará el próximo lunes 9 de septiembre), y el 9 de diciembre, de nueva cuenta en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
A sacar la chequera…
Omake
Inauguro esta sección, inspirada en una vieja tradición de las editoras de historietas japonesas de incluir un “capitulito extra” al final de algunos tomos recopilatorios. Omake (literalmente: “obsequio”, “regalo”, “añadido”), será un espacio para ofrecerles un guiño adicional al tema tocado en la semana (o no), ya sea en forma de breve noticia, de un video, algún gráfico etc. Ahora, me pareció muy adecuado, ofrecerles el programa de Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses en México, para todos aquellos que no pudieron presenciarlo. Que aproveche.
PRIMER ACTO
- Overtura
Interludios
- “Las mazmorras de Hyrule”
- “Villa Kakariko: Serenidad y Esperanza”
- “Los temas del Héroe”
La sinfonía
- Preludio – “El origen de Hyrule”
- Movimiento I – “Ocarina of Time”
- Movimiento II – “The Wind Waker”
SEGUNDO ACTO
La sinfonía
- Intermezzo ~ “Great Fairy’s Fountain”
- Movimiento III – “Twilight Princess”
- Movimiento IV – “A Link To The Past”
- Finale
Encore (Ciudad de México, 3 de septiembre de 2013)
- “La balada del pez viento”
- “El desierto de Gerudo”
- “Clock Town”
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