ZITLALLI CORTÉS |
Hace unos días Televisa lanzó Blim, un servicio de streaming por internet, es decir una plataforma donde se transmiten contenidos audiovisuales a través de tu televisión o dispositivos móviles por una suscripción y renta mensual (de $109)
Tras una campaña con el HT #LoMíoEs donde artistas y canales del grupo Televisa hacían misteriosos tweets y publicaciones usando este hashtag hasta que dejaron ver que a qué se referían pues según dicta el slogan de Blim: “Las series y películas que son lo tuyo”.
Hasta aquí todo iba como una oferta competitiva que llegaba para poner a temblar a Netflix y otros servicios como Clarovideo o Dish Móvil, entre otras, con el objetivo de recuperar a los jóvenes sin embargo, su lanzamiento resultó ser un chiste para los usuarios de redes sociales quienes se burlan del contenido de esta plataforma que va desde telenovelas de antaño hasta series como –el horror– La familia Peluche y tooooditas las películas de La Risa en Vacaciones.
Es verdad, resulta un chiste creer a primera vista que los jóvenes muestres interés por esa clase contenidos pero lo que los consumidores de Netflix pasan por alto es que en Televisa no andan tan perdidos.
Hemos escuchado en un loop infinito la cantaleta de “apaga Televisa” Ok, hagamos de cuenta de que les hicimos caso: Ya apagué mi tele ¿Y luego?… el problema es que muchas veces –no todas– viene de gente que tampoco exige ni consume contenidos de calidad, pues el Internet llegó para ampliar nuestras opciones que acaban reducidas a vlogeros que no aportan más que chistes sobre caca y pedos –disculpen la expresión pero así es y hasta libros ya tienen–.
¿Pasarla de “Peluche” así? No muchas gracias
Unos cuantos twitteros no representan a la juventud en general y aunque nos parezca motivo de repudio y casi imposible, hay muchos usuarios de nuestra generación –o sea unos polluelos millenials– que tienen Netflix y que lo ocupan para ver RBD y Hasta que el dinero nos separe ¡A pesar de que esta última se encuentra actualmente al aire y sea una repetición!
Lo que nos lleva a pensar en una situación que pocos de los críticos han tomado en cuenta:
Continúan ciertos estragos tras el apagón analógico; hay muchísima población que a pesar de tener su pantalla no tiene acceso a la programación digital debido a su situación geográfica –sí, incluso en la CDMX hay cerros y líneas del metro que evitan una correcta recepción de las nuevas antenas–. Luego, ¿sabía usted que los servicios de televisión restringida subieron sus precios? ¿Que la alta demanda del servicio más económico –Dish– ha dejado a la empresa sin equipos y que si quieres contratar televisión de paga te anotan en una lista de espera que se ha extendido desde este enero hasta finales de marzo y aún sin respuesta?
Tal vez usted no lo sabía pero tengo la impresión de que la gente de Televisa Networks sí y sabe que cada vez hay más gente que recurre a sus dispositivos móviles para tener acceso a sus contenidos.
Claro, es que las 235 veces que lo han transmitido no me fueron suficientes
Para sorpresa de muchos yo veo que su propuesta de programación –tristemente– es viable en un país telenovelero como es México, no lo podemos negar ¿Sabías que la programación de repetición de Televisa ha registrado más rating que otros canales en ese mismo horario y con oferta competitiva? O van a olvidar esa repetición de María la del Barrio a la que los twitteros dieron un día de gloria cuando avisaron que se transmitiría el capítulo de “la maldita lisiada”.
Blim arranca con estos contenidos pero vienen más, mientras por supuesto que habrá quien vea Clase 406 y no dudemos que pronto lleguen más películas y la inclusión de vloggers, lo que no nos sorprendería puesto que Televisa ya lo ha demostrado en su programación habitual ¿Quién dice que no lo haga para recuperar a gran cantidad de jóvenes que consumen esos contenidos POR ELECCIÓN?
No es gracioso Blim, hasta me ofendes
Lo que sí es que es una plataforma nacional y que esto quiera decir que se abren nuevas oportunidades laborales y no sea como esa historia que nos conocemos de siempre: proyectos a base de sangre virgen de becario.
En conclusión: No estoy defendiendo a Blim, porque Sí, es un chiste, pero la vida y empresas como ésta nos han demostrado que en un descuido el que ríe al último, ríe mejor.