No les voy a mentir, la saga de Cars nunca fue una de mis favoritas y al igual que a la mayoría, la segunda entrega me parece algo desechable en comparación de otros trabajos de Pixar, es por ello que cuando fue anunciada la tercera parte mi cara fue de ¿Y quién necesitaba una continuación? Bueno, al parecer nosotros la necesitábamos y más aún, el rayo McQueen para poder redimirse y cerrar bien esta carrera.
Cars 3 se estrenó el pasado 16 de junio en las salas de México y si no vienes de un futuro muy distante, quizá aún puedas encontrarla En Cartelera.
¿En qué ruta nos quedamos?
Tras el fiasco de Cars 2 –admitámoslo, lo fue– regresamos a la pista de carreras donde el Rayo McQueen parece estar en su mejor momento junto a otros corredores, sin embargo, este apogeo no parece durar mucho cuando un corredor novato Jackson Storm aparece en escena venciendo a los tres favoritos. Esta victoria solo es el inicio del cambio y poco a poco los corredores nuevos, más veloces y eficientes, van desplazando a la vieja generación hasta que el Rayo es el único que se resiste al retiro y en un intento por demostrar que puede competir contra los nuevos sufre un accidente al final de la temporada que podría significar el final de su carrera.
¿Será esta la última carrera para el Rayo McQueen? ¿Acaso podrá vencer a Jackson Storm y los demás novatos?
Lo más difícil de esta reseña es tratar de predecir el futuro de la franquicia, pues como lo veo, el valor de esta entrega depende directamente de la decisión de dejarlo aquí o intentar una secuela, pero vamos analizándolo por partes.
Lo bueno
Creo que a estas alturas del partido es redundante tratar de hablar de la calidad de Pixar la cual es indiscutible, sin embargo, para el espectador que gusta de prestar atención y que recuerde ese primer tráiler hiperrealista del accidente de McQueen, podrá notar que en los close-up (acercamientos) la calidad es diferente y los detalles de escenario lucen mejor de lo que se esperaría con ese estilo animado tan marcado.
Pero lo verdaderamente interesante resalta cuando nos movemos a la historia de esta entrega, pues presenta un desarrollo de personaje que no habíamos visto en un buen rato. La historia no trata de volver a contarnos el triunfo de McQueen u otra aventura más, desde un inicio nos deja en claro que esto está por terminar, la pregunta que queda es el cómo lo hará.
Durante el desarrollo de la travesía para superarse McQueen se encuentra con el irremediable paso del tiempo y las nuevas generaciones, tratando de dar lo mejor y buscar consejo de su antiguo maestro Doc Hudson que ya no está. En Pixar supieron trabajar este apartado pues por una parte se le da el lugar que debió a la muerte de Doc y por otro, presentan una historia que no podría categorizar como un final feliz, sino como un final adecuado. Siendo esto último su mayor acierto.
Lo malo
Musicalmente la cinta no tiene un gran desarrollo, no me mal entienda, para nada es mala o falta de estilo, pero si suele ser bastante desechable o genérica si es que buscabas algo que sumar a tu reproductor.
Aunque he dicho que tiene una gran calidad visual, esto también juega en contra de la producción, pues elementos mostrados en avances –como el infame tráiler estilo Zack Snider– hace que se sienta desperdiciado el potencia en especial por el poco tiempo que podemos ver los autos de nueva generación y más allá de las competencia, tienen casi nula aparición.
En cuanto a los personajes que ya conocíamos son removidos a segundo plano y seguro que algunos de ustedes lo agradecerán, pero para mí, resulto un poco extraño que no fueran más que un simple elemento en el fondo cuando ya los conocíamos de entregas pasadas.
El fin de una carrera
Ahora la siguiente parte contiene SPOILERS, así que si no la has visto será mejor saltar al último párrafo.
Las secuelas innecesarias y la ambición por seguir explotando una idea son el cáncer del cine. En este caso con el cierre de la cinta es una forma que puede considerarse adecuada para McQueen. Seguramente no es perfecta y seguramente no le gustó a todos –tú sabes quién eres– pero es la etapa y paso que necesitaba nuestro protagonista para no ser solo el engreído corredor que un día fue, sino un mentor para Cruz.
Y es que el mensaje que más resuena es: No siempre puedes ganar, lo cual acompañado de cómo se dan los últimos minutos, se siente como una despedida a aquellos que han seguido al Rayo a lo largo de estos 11 años –vaya que pasan rápido– y sería bastante descarado e incluso molesto continuar con la historia de Cruz pues una parte del espectador intentaría aceptar a la nueva corredora, mientras que el resto –yo incluido– esperaría ver más de McQueen.
Quiero creer que no ocurrirá y que nos quedaremos con esta trilogía, pero ¡hey! Eso mismo pensaba yo con Toy Story y cada vez nos acercamos más a la cuarta entrega.
Si tu o tus sobrinos / hijos / nietos son seguidores de Cars no tienen nada que dudar para ir a ver esta cinta. Por el contrario si nunca has encontrado atractiva esta franquicia, aquí no hay nada que pueda cambiar tu parecer. Pero si eres como yo y simplemente tienes curiosidad para ver cómo termina la historia de un auto rojo con muchos sueños, esta es una buena elección para ver mientras aun este En Cartelera.