Por: Charly Zombie***
Libertad
Palabras que son muy importantes y significativas para la raza humana, palabras que nos llevan a pensar en las miles de formas en que los seres humanos pueden llegar a ser libres…libres de mente, alma, corazón o espíritu. Libres sin importar cuál sea nuestra condición, nuestra creencia o nuestro color de piel.
Sin embargo, la libertad en estos tiempos está muy sobre valorada, muchas veces poco apreciada y hasta un poco desperdiciada, al tener este privilegio todos los días de nuestras vidas como una garantía, como algo que es seguro, tanto o más como el mismo aire que respiramos todos los días de nuestras vidas y que pocas veces reflexionamos sobre su importancia y valor.
Ahora, detengámonos un minuto y reflexionemos sobre qué se sentiría el no tener libertad en estos momentos, el que viviéramos en una época de esclavitud, en la que este derecho es exclusivo sólo para algunos y muchas de las ocasiones es mucho más valiosa esta condición que el dinero mismo y sirve para que aquellos que son beneficiados con la LIBERTAD vean la forma de tener en sus manos mujeres, dinero y sobre todo, poder.
Con esta premisa es que nos llega la última obra del MAESTRO e influencia cinematográfica más importante del séptimo arte del siglo XX, Quentin Tarantino: Django Unchained (Django Sin Cadenas) en donde nos muestra a personajes carismáticos y encantadores, como en todas sus cintas. Éstos son el cazarecompensas alemán King Schultz (el nominado al Oscar Chistoph Waltz) o el villano principal Calvin Candie (Leonardo DiCaprio, que por mucho, es él que se roba con su actuación toda la película, lástima que no fue considerado para los Premios de la Academia).
Jamie Foxx, por su parte, interpreta a Django, el héroe de la cinta. Antes un esclavo, El personaje, a diferencia de muchos héroes de Tarantino, es de pocas palabras, serio y osado. Un hombre despiadado que está dispuesto a hacer lo que sea con tal de rescatar a su esposa. Se sabe, apenas con su presencia imponente, que es capaz de salir airoso de cualquier duelo, con el atrevimiento para enfrentar a cualquier persona, de la raza que sea.
Y así de nuevo nos volvemos a encontrar con uno de los actores favoritos de Tarantino, Samuel L. Jackson, el cual interpreta a Stephen, un esclavo-sirviente de Calvin Candie, el cual es una mezcla de sumisión y de arrogancia, con una actitud de figura paternal y muestra un compañerismo íntimo con su jefe, situación que es sólo un disfraz, que oculta un autoritarismo, que incluso lo pone hasta por encima de su jefe.
Recordemos cuál es uno de los recursos más recurrentes y acertados de Tarantino, conversaciones que pueden rayar en la cotidianidad, que muchas veces son los que se roban sus películas – ¿recuerdan esa conversación sobre cómo se llaman las hamburguesas en París, en Pulp Fiction? ¿O aquella plática sobre el superhéroe favorito de Bill antes de luchar contra Beatrix Kiddo en Kill Bill? Pues esta vez no es la excepción, sobre todo robándose los recuerdos del espectador, casi todos los diálogos de Leonardo DiCaprio, que sin duda son más que inteligentes, son en pocas palabras: geniales.
Por otro lado, el soundtrack, el cual como ya es una costumbre, es más que acertado. Tarantino sabe perfectamente que la música en el momento justo y la tonalidad adecuada puede llevarnos a lugares específicos que quiere que visitemos, sin dejar nada a la suerte. Y en esta ocasión, esa extraña mezcla entre la música clásica del Spaghetti-Western y el Hip-Hop, quedan a la perfección, aunque al principio no lo parezca.
Otro punto recurrente de Tarantino es la violencia y Django es violenta, sí, pero no a los grados de aquella anterior obra llamada Kill Bill, en esta ocasión la violencia va de la mano muy astutamente junto con esos diálogos ágiles, largos e hipnóticos, que se extienden por minutos manteniendo el interés del espectador, como les comento. Violencia que, hasta cierto modo, se justifica, debido a la época en que nos encontramos; dos años antes de la Guerra Civil de los Estados Unidos.
Y es justo esta parte en donde quiero aclarar por qué para mí, ésta NO es una historia de VENGANZA, como muchos fácilmente pueden catalogar, es más bien una historia de LIBERTAD. Así es, de LIBERTAD.
La venganza es sólo el vehículo para poder llegar a un punto en donde es más que seguro que alguien como Django nunca podría llegar sin mancharse las manos de sangre en el camino. Y es que por medio de buscar la siempre fría y cruel VENGANZA, el personaje puede “soñar” con lo que los demás ven como algo cotidiano. LA LIBERTAD.
Es por este tema que considero que esta película es, junto con el ya extenso catálogo, una GENIALIDAD más de Tarantino, así de simple, así de claro. Casi absolutamente todos los lugares comunes que se han presentado a lo largo de las cintas del director están incluidos en esta nueva producción. Para los fanáticos de Tarantino, esta cinta es un deleite que, sin duda, se tiene que disfrutar más de una vez; si es que gustan de su cine.
Seguro, hay mucha gente que considera que Tarantino está muy sobre valorado, que la gente lo tiene en puestos en donde no se merece estar o que, con despiadada arrogancia, cuenta las historias más inusuales. Pero es justo ahí en donde esa arrogancia y esa manera de contar historias hacen que Tarantino se destaque sobre el resto – les guste o no ese idea- ya que es capaz de proponernos las situaciones más molestas o controversiales con un mágico toque de fantasía y entretenimiento, que se agradece bastante en un mundo que, poco a poco, se deja llevar por aquello que es más fácil para vender una historia en el cine.
Así, un relato que bien podría catalogarse como “un camino de venganza” es, en el fondo, una fábula genial sobre la LIBERTAD, sobre cómo el ser humano es capaz de escalar la más grande de las montañas para lograr eso que anhela, ser sentido con todas las fibras de su ser, más allá del miedo, el racismo, la incertidumbre o las malvadas intenciones del mismo hombre.
De tal modo, nos vemos de frente a un cuento que nos muestra que muchas veces el conseguir la LIBERTAD no es sólo romper con las cadenas que nos tienen atrapados junto a un “amo”…la LIBERTAD es y se puede conseguir al aprender al leer un libro, al tener confianza en lo que uno es y lo que puede lograr, al tener a lado un amor que hace que podamos cabalgar al horizonte, sabiendo que el corazón y el alma ahora son libres, libres de verdad.
Y esa, amigos lectores, es la maravilla de las historias de Quentin Tarantino, Django Unchained, si bien no es aquella Pulp Fiction (obra maestra), sí tiene el toque y la genialidad que, les aseguro, no los decepcionará para nada y que tal vez al igual que yo, los haga preguntarse… ¿Qué es la libertad?
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Título en español: Django Sin Cadenas
Dirección: Quentin Tarantino
Guión: Quentin Tarantino
Género: Western
Duración: 165 minutos
Protagonistas: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Billy Crash y Jonah Hill.
Clasificación: B-15