ISMAEL MARTÍNEZ | Una, dos, quince, treinta y dos personas frente mío, haciendo fila. Esperando turno para posar sus traseros en un brevísimo espacio, apenas silla, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. Junto a otras cinco o siete mil personas. Ha pasado poco tiempo, pensé entonces mientras escuchaba por catorceava ocasión, nervioso, […]