MIGUEL SPÍNDOLA|
El hombre siempre ha estado preocupado por su supervivencia, y en esa preocupación parece que a veces se olvida de simplemente vivir y procurarse de lo necesario para tener una vida plena y completa. El filme AUTÓMATA de Gabe Ibáñez, es una reflexión sobre la consciencia humana, la supervivencia y la vida, y hasta dónde es capaz el hombre de llegar con tal de tener la supremacía sobre todas ellas. Si bien la película retoma dos conceptos muy bien definidos en filmes como Blade Runner de Ridley Scott y Yo Robot de Alex Proyas, se puede decir que es una síntesis de ambas ideas que lleva no al apocalipsis (que ya había ocurrido), sino a la emancipación de la creación y su búsqueda de una vida.
Ahora, ¿cuáles son estos conceptos que acabo de mencionar? Primero situémonos dentro del mundo creado por Ibáñez. El año es 2044, mundo post apocalíptico. Los humanos después de dominar la Tierra por miles de años, se ven reducidos en número por una serie de tormentas solares que llenan de radioactividad nuestro planeta y lo convierten en un enorme y creciente desierto. En este escenario poco esperanzador para cualquier forma de vida, el hombre crea los Autómatas para que trabajen en donde es peligroso para un hombre hacerlo, y en general para servir y proteger a lo que queda de la humanidad. Para asegurar el correcto funcionamiento de estos robots, se crean dos protocolos de seguridad: uno que impide a un robot dañar cualquier forma de vida, y otro que le impide alterarse a sí mismo o a otro robot en cualquier forma. La historia comienza cuando Jacq Vaucan (Antonio Banderas) un agente de seguros, investiga un caso rutinario de un robot que al parecer ha sido alterado. Cuando descubre lo que hay detrás de esta alteración, se da cuenta de que el futuro de la humanidad puede estar en riesgo de extinción.
No, no les he dicho nada que no haya dicho el tráiler oficial, sólo tal vez un pequeño detalle extra para clarificar lo que diré a continuación. En Yo Robot, Alex Proyas maneja la rebelión de las máquinas, lo que genera un mundo apocalíptico. En este filme, los robots tienen la misma función original que en Autómata: ser sirvientes de los humanos. Tampoco pueden dañar ninguna forma de vida y se encargan de proteger a quienes sirven. El problema en Yo Robot surge cuando VIKI, la inteligencia central de los robots, evoluciona, toma consciencia y se salta los protocolos de seguridad determinando que los humanos son una raza autodestructiva y que si deben protegerlos, está permitido matar a algunos de ellos para que la mayoría pueda vivir. Entonces, tenemos aquí los protocolos de seguridad y la inteligencia artificial evolucionada.
Ridley Scott, por otro lado, maneja un mundo apocalíptico (o post apocalíptico) en el que muchas formas de vida se han extinto, y los hombres crean a los Replicantes, androides genéticamente modificados para morir en un determinado tiempo. Si bien no son completamente robots, tampoco son completamente seres vivos, ya que no crecen, no se reproducen y para que tengan la idea de una vida, se les inserta una memoria artificial para que tengan recuerdos. Aquí el tema es el deseo de sobrevivir y el deseo de vivir. Mientras los hombres se preocupan por sobrevivir al mundo apocalíptico e irse de la Tierra para vivir en colonias en otros planetas, varios Replicantes que descubren lo que son, y su fecha de término (o de muerte) buscan a su creador para que los modifique y les permita tener una vida. El tema: los humanos cada vez más robotizados, y los robots cada vez más humanizados.
Autómata, como ya mencioné, hace una síntesis casi perfecta entre estas dos visiones. ¿Qué pasa cuando la inteligencia artificial evoluciona, cobra conciencia de sí misma y, en vez de aniquilar al creador, o decidir que los hombres deben morir para sobrevivir, simplemente eligen separarse de ellos y vivir su propia vida inmortal, en un mundo donde ninguna forma de vida orgánica podrá habitar por millones de años? ¿Cuáles son las consecuencias para los hombres, preocupados por su supremacía sobre todas las cosas, al darse cuenta de que su inteligencia y sus capacidades físicas y mentales han sido rebasadas por sus creaciones?
Son cuestionamientos interesantes que se proponen en Autómata, y que nos obligan a preguntarnos a dónde vamos como humanidad y cuáles son las consecuencias, no de nuestros actos, sino de nuestro orgullo de especie. La naturaleza sigue su curso y en Autómata el Apocalipsis no viene directamente de la mano con una catástrofe propiciada por el hombre, pero no le quita parte de la responsabilidad de su propio fin, ya que esa idea de que la humanidad siempre estará sobre todas las cosas y sobrevivirá a todo es en última instancia, lo que propicia que el cambio en nuestro entorno sea nuestro fin. Ese es el punto de sobrevivir, ser superior a otras cosas y seguir con vida. La vida siempre se abre camino, dice la película, y nada puede estar encima de ella.
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