Cinco largos años han transcurrido desde el último filme de Harry Potter: el fenómeno mundial que cautivó a un gran auditorio al transportarnos a un mundo mágico y fascinante. Y es hasta ahora, a finales de 2016, que las pantallas de cine vuelven a resplandecer mágicamente por la ansiada Animales fantásticos y dónde encontrarlos.
La cinta, a diferencia de sus antecesoras, no continúa la linea argumental planteada en los primeros siete libros escritos por J.K. Rowling, sino se trata de un spin off levemente inspirado en el libro homónimo. Se sitúa mucho tiempo atrás en que las aventuras de Harry comienzan. Además no es este icónico personaje el principal en la cinta, sino Newt Scamander, un estudiante expulsado de Hogwarts que se interesa en la fauna mágica que habita en el mundo creado por Rowling.
Animales fantásticos se sitúa en Nueva York, sede de MACUSA (Magicongreso Único de la Sociedad Americana), gobierno máximo de la comunidad mágica en Estados Unidos de Norteamérica. Este sitio es asolado por un extraño ser que ataca sin restricciones a los estúpidos muggles (personas sin magia) exponiendo al mundo mágico ante ellos, por lo que MACUSA debe intervenir para evitar que eso ocurra. No sería la gran cosa si tiempo atrás no se hubiesen quemado decenas de brujas por el uso de la magia, lo que derivó en organizaciones contemporáneas que siguen esos preceptos inquisitivos.
No obstante, el tener que lidiar con los fanáticos religiosos muggle, Nueva York se ve amenazada por un enigmático personaje llamado Grindelwald que planea desatar una guerra entre ambos mundos. El joven Scamander llega a la ciudad con el propósito de encontrar a un contrabandista de criaturas mágicas, pero su búsqueda se ve interrumpida por la fuga de una de las criaturas que contenía en su maletín mágico. El intentar recapturarla lo mete en líos cada vez más y más profundos que lo involucrarán directamente con toda esta revuelta que ocurre secreta y no tan secretamente en Nueva York, donde encontrará ayuda en sitios inesperados, con personajes hilarantes con quienes entablará una curiosa amistad que va más allá de la magia.
Spoiler Alert
A partir de ahora comienza la review, así que si aún no has visto la película recomiendo no seguir leyendo; si lo haces, será bajo tu propio riesgo. Juro que mis intenciones no son buenas.
Dejando un lado las generalidades que caracterizan a la reseña, es la hora de enfocarnos de lleno en el review de la película, recalcando aquellos detalles que en mi no muy humilde opinión resaltaron notablemente el filme o lo hundieron completamente en Azkaban.
“A Rowling se le está acabando el dinero”
Es muy común escuchar esa repetida frase de una gran mayoría cuando nos referimos a la película de Animales fantásticos y dónde encontrarlos y es que si bien no es un argumento sólido, en parte tiene algo significativo, porque siendo honestos ¿de qué manera puede ser posible concebir una película de 133 minutos de duración inspirada en un pequeño tomo de no más de 70 páginas?
La industria cinematográfica en verdad que hace magia con este tipo de eventualidades, y como sabemos, su truco por excelencia es desaparecer el dinero de los espectadores y aparecerlo mágicamente en sus (ya de por si repletas) arcas, valiéndose del sensacionalismo, lágrimas y hype de los fans. Como prueba de ello, vivimos la división de los últimos libros de las sagas como Harry Potter (Rowling), Divergent (Roth), The Hunger Games (Collins) y Twilight (Meyer) y así engendrar sus versiones cinematográficas en dos partes de unas obras originales no muy grandes (a diferencia del tercer libro de la saga maestra de G.R.R. Martin que en países como España se publicó en varios tomos y todo ese contenido dio para más de 2 temporadas de la aclamada serie de HBO: Game of Thrones), pero Animales fantásticos… sólo se trata de un compendio (¿o enciclopedia?) de las criaturas fantásticas del fantástico mundo de Rowling, con anotaciones del trío ganador de Hogwarts en los margenes de las hojas, tachaduras y correciones algunas bastante ingeniosas y divertidas, pero con todo ello no tiene una trama en concreto.
Libro vs película
Cuando se hace una película para fans, son estos mismos los primeros en destruirla. Ya sea porque bifurca el argumento, los personajes no son los adecuados o simplemente porque la versión cinematográfica no llena las expectativas o no provoca las mismas sensaciones que los libros.
Por suerte Animales fantásticos… no puede ser atacada por los argumentos anteriores, pues no hay una base literaria lo suficientemente sólida que nos sirva de comparativo contra lo que apreciamos en el filme. Sin embargo, sí puede apreciarse asertivamente con otro tipo de elementos que en su mayoría (como era de esperarse) y por primera vez en nunca se puede afirmar absurdamente que la película es mejor que el libro.
Con lo anterior, no me refiero a que cualquier cosa filmada es mejor que la película de un bestiario que le dio origen, sino en el transfondo que ello le conlleva. Hace varios años Rowling abrió un portal web llamado Pottermore, en el contenía información de la saga, un juego interactivo, test sobre conocer tu patronus, varita, casa, etcétera. Pero lo que nos atañe justo ahora es que fue en ese sitio donde continuaba cimentándose el escenario de Animales fantásticos… al publicar “Historia de la magia en Norteamérica”, serie de relatos que, como su nombre bien indica, nos sitúa en un contexto histórico desde la comunicación transcontintental entre comunidades mágicas, los incidentes de quema de brujas en Salem y la Ley Rappaport.
De alguna manera la película, cuyo guión fue escrito por la misma Rowling, como era de esperarse supo integrar impecablemente el libro original de Scamander, el contenido mágico de norteamérica, el trasfondo de la saga original, flashbacks, anécdotas y relatos en una película de forma decente. Todo ello considerado como canon, enriqueciendo la historia original al llenar de primera mano aquellos espacios que nos interesaba saber entre el duelo de Grindelwald y Dumbledore, los Obscurus y los nuevos Obscurials, la varita de Saúco y el peligro que corre el mundo mágico ante la caída de un señor oscuro y el levantamiento de otro… y todo eso en un total de 5 películas…
Animales fantásticos… no es tan fantástica
¿Ya mencioné el “how to…” de sacarle dinero a los fans? Pues si bien, son remarcables la dirección de arte y los easter eggs en la película al mostrar el collar de las reliquias, la mención de los apellidos Dumbledore y Lestrange; todos ellos nos llenaron de nostalgia (y de gritos fangirleanos en las salas de cine) que nos evocaron aquellos ayeres en los inicios de la saga, la película en sí no es mala… pero tampoco buena…
La trama nos presenta un elenco variado, desde expertos en la actuación como Farrell (Graves), ganadores del Óscar como Redmayne (Scamander) – de la aparición fugaz de Depp hablaremos después – el siniestro Ezra Miller (Credence) y muchos otros como Katherine Waterson (Tina), Dan Fogler (Kowalski), Carmen Ejogo (Seraphina Picquery) y Alison Sudol (Queenie). Se nota un poco dividida la lista ¿cierto? lo mismo ocurre en escena, no quiere decir que los menos reconocidos actúen “mal”, sino que en ocasiones estos se ven eclipsados por aquellos con más renombre e inintencionadamente les roban protagonismo, volviendo sus personajes en algo irrelevante, de tal suerte que si la escena no versa en torno a ellos se vuelven triviales.
A pesar de interpretar personajes de mediana edad, los actores parecen infantiles. En algunas honrosas excepciones es aceptable, como el caso de Kowalski quien es un “Nomaj” (término norteamericano para referirse a los muggles ) que recién descubre la magia y se maravilla con ello. Pero en general, el equipo de Scamander parece muy aniñado, incapaces de tomar una decisión racional oportuna, todo el tiempo presa del pánico ahí donde debería de haber incertidumbre, pero confianza.
El ritmo parece volverse lento en muchas ocasiones, el sueño comienza a invadirte hasta que se menciona algo icónico de la saga que te hace recuperar la conciencia. Una de las peores formas de reactivar ese ritmo fue colocar UN sólo personaje “cómico” (comic relief): Kowalski, valiéndose de los clichés básicos de hacer sufrir al sujeto con sobrepeso, el cambio de portafolios por error, las escenas de apareamiento y cuasi-bestialidad, chistes de flatulencias, entre otros. Esos momentos los llamé “Guardia del Zoológico mágico”. Todo esto da a entender que el público dirigido nunca estuvo bien definido desde el inicio. Para los antiguos seguidores de la saga eso parece insulso, pero de alguna manera consideraron que ese tipo de humor era adecuado para los más pequeños de la sala de cine. Muy pero muy dispar del humor empleado en la saga original, que era más un chiste local muy bien contado e incidental.
Y no me hagan hablar del romance forzado, gracias a Merlín no correspondido, aplausos para el señor Scamander.
Del bien y el mal. De un villano genial al cameo inesperado
Una historia es tan buena como sus villanos. ¿Y que si esta tiene muchos? ¡Pues que mejor! Todos ellos diferentes y esto porque “el mal” tiene muchas formas: desde un culto de fanáticos extremistas, fuerzas mágicas sobrenaturales y un villano de lo más peculiar. Fue brillante la forma en que se pudo integrar a todos y cada uno de ellos, de principio a fin, mostrando sus ideales, sus métodos; todos con ese hálito de misterio que al irse descubriendo supieron cómo dejarnos sin aliento.
Sin duda el que destaca de entre el resto es Percival Graves, director de seguridad mágica de MACUSA, magistralmente interpretado por Colin Farrell. En él pudimos ver un antagonista oculto, que a primera vista resulta imponente pero conforme la trama avanza conocemos más de él, al usar hábilmente la magia usando únicamente sus manos para acercar objetos que en conjunto con su atuendo hosco lo hacen ver como un Sith de lo más elegante. Es inteligente y calculador, es manipulador pero sin dejar de ser educado. Ese aire ominoso lo envuelve y que aunque pertenece al lado mágico de la justicia entiendes que algo no va bien.
¡Y puff! No lo veremos más porque al desenmascararlo descubrimos que era Gellert Grindelwald (interpretado por Johnny Depp) durante 10 segundos que habría logrado sus planes de no ser por la pandilla de ese joven Hufflepuff entrometido… y su muggle.
Avada Kedavra
Todo tiene que terminar. Y lo hará con un veredicto:
7.3/10
Animales fantásticos y dónde encontrarlos nos reintrodujo al mágico mundo de Harry Potter dotado de guiños y enriqueciendo la historia original; pero finalmente no convence del todo por la disparidad en elenco, el ritmo cansado e irregular y el humor barato. Nos queda de consuelo que es un filme introductorio para una precuela que consta de 5 películas, ojalá mejore. ¿Recuerdan Star Wars?
Epílogo
La moraleja de este cuento es inyectarnos con magia el respeto por los animales, entendiendo su importancia en el mundo, utilidad y su estudio. Podemos vivir en armonía de forma simbiótica sin importar si tales animales son normales o mágicos… #CumpliendoConElServicioSocial #SaveAThunderbird
Un momento… ¿por qué si Grindelwald tenía la varita de saúco no la usó? ¿Quién es exactamente Leta Lestrange? ¿Qué es un muggle? ¿Como es que Harry nunca hizo un obscurus?
Eso da lugar a muchas teorías y desde luego hay quien requiere más explicaciones, pero esto es tan sólo un review, creo yo, ya prólijo. Así que todo eso… quedará para después…