El internet, cuna de la libertad digital, de la nueva ola de creadores y del hate sin sentido en redes sociales; entre todos los cambios que has traído, la forma de consumir entretenimiento es de los más evidentes y es que, desde que tenemos la opción de elegir qué vemos y en qué momento, nada ha sido igual.
Si plataformas como Youtube abrieron paso hacia un futuro donde el streaming fuera algo cotidiano y accesible, no fue hasta la incursión de Netflix que el modelo se refinó lo suficiente y sentó las bases de un negocio que genera ganancias exorbitantes en todo el mundo. Sin embargo fuerzas oscuras han comenzado a moverse –no, en Mordor no– dando pie a una guerra que se creía lejana, pero ahora, parece ser el inicio del cambio en nuestra forma de consumir –y pagar– contenido en línea, bienvenidos sean a La guerra de los streamings, una guerra donde los únicos perdedores, son nuestros bolsillos.
¡Larga vida al rey!
Todos en la vida hemos usado o por lo menos oído hablar de Netflix, esa plataforma donde podemos ver series como Narcos, pasando por Avengers e incluso encontrar joyas como Tengen Toppa Gurren Lagan, y es que es innegable que la compañía ha logrado crear un buen catálogo que resulta atractivo a muchos usuarios con gustos muy diversos. Su dominio en el mercado de streamings es más que evidente con cerca de 104 millones de suscriptores en todo el mundo, y aun así, poco a poco se han ido abriendo paso opciones que ofertan contenido más especializado.
Claro Video, Blim, HBO GO, Fox, Sony, entre otras son las alternativas que buscan quitar su trono al rey y que, con el tiempo, han ido ganando terreno. Pero ¿qué ha ocasionado que ha recientes fechas tus redes se saturen con noticias sobre Netflix y similares? La respuesta se encuentra en el anuncio del ratón más rico del barrio: Disney.
La empresa del ratón anunció en fechas recientes que retirará sus contenidos que se encuentran disponibles actualmente en Netflix y los pondrá en una nueva plataforma propia. Aunque este anunció afecta únicamente a la región de Estados Unidos, el golpe que recibirá el rey no es para demeritarse, ya que esto significará la pérdida de clásicos como Tarzan, El jorobado, Hércules, las cintas de Star Wars, series como Gravity Falls, las producciones de Pixar e incluso las cintas de Marvel.
¿Deberíamos preocuparnos? La respuesta corta: No. Al menos en la región de Latinoamérica el contenido se mantendrá como hasta ahora, sin embargo, no olvidemos que este puede ser un primer paso para después unificar la plataforma que Disney pretende lanzar si es que esta funciona como lo están esperando; este tipo de movimiento no sería inusual y más considerando que en el pasado ya han experimentado con este tipo de negociones específicamente en Inglaterra con DisneyLife lanzado en 2015.
¿Alguien dijo monopolio?
Lo cierto es que a pesar de mostrarse un panorama calmo entre los servicios, la cantidad de suscriptores alcanzado por cada uno se encuentra en constante cambio y, por lo menos en México, servicios como Blim y Claro Video van tomando suficiente ventaja sobre los demás para considerarse competidores que pueden hacer peligrar a Netflix.
Tan solo en 2017 Netflix paso de tener el 68.9% del mercado en 2016 al 63.6%, una pérdida del casi 6%. Del otro lado de la balanza Claro Video también se redujo pasando del 28.7% al 24.9% esto debido a la llegada de servicios alternativos como Blim que se queda con el 6.9%, HBO Go con el 2.3% y Fox Premium con el 0.9%.
Recordemos que con el lanzamiento de la plataforma Blim en 2016 Netflix perdió el contenido que era proporcionado por Televisa lo cual, aunque no te guste, era un buena atractivo para muchas personas que se mudaron a esta opción que se adaptaba mejor a sus preferencias.
Por su parte Claro Video se ha adueñado de esa cuarta parte del mercado gracias a su relación con Telmex, empresa de telefonía que está más que establecida en todo el territorio mexicano y que proporciona una buena ventaja a este servicio ante sus competidores al volverlo un agregado en los paquetes de telefonía o facilitar su contratación.
Una perturbación en la fuerza
Aunque el futuro es incierto, las empresas parecen empezar a ver con ojos de codicia el mercado de video bajo demanda, pues si a plataformas como HBO o FOX les ha funciona ¿Por qué ellos no han de capitalizar sus contenidos? Esto, en un mediano plazo, puede resultar en la proliferación de servicios muy especializados que llenen gustos con gran exactitud, pero que terminen afectando lo que podemos pagar.
El modelo de Netflix como ya lo mencione resulta atractivo pues es posible encontrar gran variedad de películas y series, sin embargo, una plataforma especializada debería tener un costo menor, pues su contenido se encuentra más restringido, lo cual llevaría a que los consumidores pudiéramos armar un plan a medida. Pero si por el contrario, las tarifas se establecen a un precio igual (160 pesos mexicanos) y el contenido se aísla a sitios individuales, nos toparemos con la difícil decisión de que prefieres pagar cada mes.
A largo plazo la muerte de las plataformas que no puedan ofrecer suficiente contenido y no solo su exclusividad parecería obvia, pero eso es algo que tendremos que decidir con nuestras carteras. Y aunque en la teoría La guerra de los streamings es benéfica para el consumidor, solo traerá caos a la galaxia, a nuestras series y nuestras películas.