MRD EDDIE RIVERS |
Después del largo camino recorrido en esta semblanza de la historia del cómic mexicano, por fin llegamos a la época de los años 80, “cuando Madonna era virgen y John Travolta en el piso daba vueltas” como diría una canción; pero en México, las grandes editoriales como Vid y Novedades Editores se avocaron a solo traducir cómics estadounidenses y mangas japoneses, solo porque “les salía más barato” que las producciones originales.
Lo anterior fue causado por la expansión televisiva y la explosión de los videojuegos en nuestro país, los niños dejaron de leer por jugar Nintendo. Esta fue la época dorada de personajes como El Pantera, El Hijo del Santo y Blue Demon Jr.; también de las historietas de las aventuras de la banda Parchis y las de Timbiriche.
A mediados de esta época, apareció un personaje que sin duda muchos todavía recuerdan. Me refiero al famoso Karmatrón, que acompañado de sus “Transformables”, defiende la montaña Merú desde 1985 a la fecha. Este personaje fue creado por Oscar González Loyo, quien además fundó junto con su esposa, Susana Romero, el ¡Ka Boom! Estudio en 1994, el cual hoy en día sigue operando, pero en mucho menor escala que antes; hasta donde su servidor sabe, no ha habido ningún proyecto fuerte del que se pueda hablar en los últimos años.
También aparecieron otros proyectos como Zeraky, Meteorix (creado por nuestro amigo y colaborador, Jorge Break), Rebelde Comic, etcétera. Poco a poco aparecieron la convenciones mexicanas de cómics; entre ellas figuraban la Conque, MECyF y La Mole (la única vigente hoy día).
En esta época de finales de los 80 y mediados de los 90 aparecieron las tiendas especializadas de cómics, siendo Comicastle, ahora Fantástico, la más grande en México. También estaba una tienda llamada Urantia Blue Comics en la zona de Ciudad Satélite, la cual fue de las pocas tiendas que se arriesgaron a ponerse en la zona metropolitana del Edo. de México.
Para rematar esta semblanza, quiero darles mi opinión sobre este medio que todos amamos. Nuestro país desde toda la vida ha sido y seguirá siendo el semillero de grandes talentos en el área del dibujo y las caricaturas, y deberíamos estar más que orgullosos de nuestros dibujantes, quienes no se cansan de intentar llegar a las grandes ligas… No se cansan en las escuelas y en las universidades de dibujar hasta que les duele la mano y soñar en que algún día, una gran compañía internacional se los lleve a trabajar con ellos. Pero también está la otra parte que decide luchar desde México y rescatar el talento para crear historias de éxito, como Soulkeepers.
Yo sé que nos morimos de la emoción de ver a los artistas estadounidenses en las convenciones nacionales, y las filas son enormes por el autógrafo de uno de nuestro dibujantes o escritores favoritos. Pero les invito a voltear al otro lado y buscar a los dibujantes mexicanos independientes, nuevos y de antaño; buscar a los proyectos independientes como los chicos de Verde Agua Comics o Jours De Papier, los cuales son proyectos que luchan por destacar en este mundo tan competido del cómic.
Si les gusta dibujar o escribir, háganlo y ayuden a que nuestro país vuelva a ser el gran semillero de talentos, historias y personajes mexicanos que fue hace años. No digo que dejen de idolatrar a los artistas extranjeros, solo les pido que le den la misma admiración y respeto a nuestros artistas nacionales.
¿Te atreves a cruzar la línea de El Vortex?