Las películas biográficas pueden o no gustarnos como espectadores, pero siempre podemos estar seguros de que en ellas saciaremos nuestra sed de morbo. Llevar a la pantalla grande la vida de un personaje famoso por medio de una película puede ser o la mejor idea del mundo para hacer millones en taquilla o la peor forma de matar de aburrimiento al espectador… o, bien, puede ser una muy buena idea mal ejecutada. Pero no se pierdan, acompáñenme en este manual para el desastre.
1. Elegir la biografía perfecta
En nuestra biografía, debe haber un inicio trágico, difícil, conmovedor o, bien, a nuestro protagonista atravesando pobreza, rechazo familiar y/o bullying. Atrapar al espectador en los primeros minutos es crucial para mantenerlo atento no importa si el inicio es caótico, desastroso o difícil de seguir: apelar a las fibras sensibles siempre atrae más ojos que una historia cautivadora.
2. Lo más cercana a su público
Siempre, siempre, siempre utiliza un cast de la nacionalidad del personaje principal, eso hará que la gente se sienta dentro y envuelto por el ambiente de las vivencias del protagonista. Si se quiere más cercanía con el público, usar la lengua universal, la lengua que hermana al mundo: hacer que los actores hablen en inglés.
Porque no importa que nuestro protagonista sea frances, italiano, coreano, vietnamita o mexicano, siempre sabrá hablar en perfecto ingles, y si los actores no saben inglés, siempre pueden hacer un excelente trabajo de doblaje en post-producción.
3. Todo se arregla en post producción
Si la biografía a llevar al cine es la de un cantante, o grupo músico-vocal, no hay que preocuparse ¿para qué si no se inventó el Playback? No te preocupes por el nulo talento de los actores, no importa si no cantan, enséñales a mover los labios siguiendo una canción y tu películas tendrá el éxito garantizado. Tampoco importa si los labios no corresponden a lo que se canta, total, la música es universal.
4. Cine de arte
No hay de qué preocuparse. Las películas biográficas siempre encuentran un lugar en la sala de arte de los cines comerciales y culturales: las películas biográficas siempre serán un homenaje para aquellos que abren su vida a sus fans.
¿Que por qué hago un manual para echar a perder una película? Muy sencillo, hace unos días tuve la oportunidad de echarle un ojo a La música del silencio, una película basada en la vida de Andrea Bocelli y todo lo enlistado anteriormente se encuentra como punto negativo en una historia conmovedora de aprendizaje, crecimiento, entusiasmo y, sobre todo, superación.
No todo en la película es malo, las actuaciones son espectaculares y el elenco italiano, aunque poco conocido en América, funciona casi de forma perfecta. El soundtrack es bellísimo pues, además de incluir canciones interpretadas por Bocelli, las notas acompañan cada segundo de película envolviéndote en un constante ir y venir de notas que provoca que no pase desapercibido la ausencia de la misma.
Por último, la fotografía es excelsa y no es porque el encuadre y la iluminación no fallen sino por la forma en la que la lente de la cámara nos permite experimentar la vista de un débil visual. Sin duda alguna, una buena, excelente, idea, pero mal ejecutada. No deja de ser una película palomera y, como dije al principio, que atrae la atención por el morbo que ésta pueda generar.
Y sí, este manual representa una reseña/crítica presentada de forma diferente. Espero les haya gustado.