THE MIGHTY MENA |
Hace ya 14 años que vimos por primera vez al profesor Xavier y sus alumnos, los hombres X, saltar de los cómics a la pantalla grande, con ellos empezamos esta aventura que es el universo fílmico de Marvel y hoy, catorce años y siete películas después, tengo la alegría de decir que los mutantes por fin tienen la película que merecían.
Situada en un futuro en el que los mutantes han sido cazados casi hasta su extinción, el Profesor X (Patrick Stewart), Magneto (Ian McKellen) y un pequeño y abatido equipo de hombres X combaten la peor amenaza que han tenido hasta ahora: máquinas letales diseñadas para exterminar a la raza mutante llamados Centinelas, parte de un programa implementado por el gobierno años atrás para deshacerse de la supuesta amenaza que representaba la población mutante. La narrativa salta de pasado a futuro todo el tiempo, pero en ningún momento se torna confusa o complicada, pasado y futuro se unen y complementan perfectamente, haciendo énfasis en los puntos dramáticos de la historia.
Con un grupo muy pequeño de sobrevivientes integrado por Tormenta (Halle Berry), Wolverine (Hugh Jackman), Kitty Pryde (Ellen Page), entre otros, los hombres X tienen una última oportunidad para salvar a su especie. Kitty Pryde transfiere la mente de Wolverine a una versión más joven de él mismo con el fin de ir al pasado e impedir un asesinato que causó que el mundo se tornará en contra de la raza mutante. Wolverine despierta en la década de los 70, unos años después de lo sucedido en X-Men First Class, y deberá encontrar a las versiones setenteras de Charles y Erik y juntos detener a Mystique, la mutante que desencadenó la guerra, tarea que no será nada fácil, pues aquellos que alguna vez fueron grandes amigos, estaban más alejados que nunca.
Aunque Wolverine es el enviado a cambiar el pasado y la única esperanza para su especie, sorprendentemente no es el eje central de la historia, por primera vez vemos una película de los X-Men en la que todos y cada uno de los personajes brilla por sí sólo; todos tienen su momento y su peso en el desarrollo de la trama, tanto los personajes del pasado como los del futuro, inclusive aquellos que fueron criticados fuertemente desde que los vimos por primera vez… Así es, estoy hablando de Quicksilver (Evan Peters), a quien le debo una disculpa, pues aunque su participación es breve, es el personaje que más roba escena a lo largo de la película, en un despliegue de humor y efectos especiales. La escena de Quicksilver pasará a la historia como una de las mejor logradas y más épicas del universo Marvel, lo que me enseña a no juzgar a un mutante por su ropa brillante. Me trago mis palabras y con orgullo acepto que Peter Maximoff fue de mis partes favoritas de toda la película.
Otros que roban escena son, por supuesto, McAvoy y Fassbender, la química entre este dúo es fantástica y si arrojamos a Jackman a la ecuación, las cosas se ponen aún más divertidas, pero es Fassbender en el papel de Magneto del pasado quien nuevamente se lleva la película, cosa que se veía venir meses atrás con toda la campaña viral en la que se dio a conocer que Magneto estaba detrás del asesinato del presidente Kennedy. Por otra parte, sus versiones del futuro, interpretadas por los mejores amigos y de quienes no podemos tener suficiente, Patrick Stewart y Sir Ian McKellen, no tienen gran tiempo en pantalla esta vez, pero son ellos quienes nos recuerdan que nunca es tarde para elegir hacer lo correcto y que juntos son más fuertes que cualquier adversario.
Jennifer Lawrence tiene gran peso en la historia en el papel de Mystique, finalmente el personaje tiene la importancia que merece. Sin embargo, la actuación de Lawrence no resulta nada sorprendente. Sí, sé que se trata de una ganadora del Oscar y una de las mujeres más bellas del mundo, pero parece estar atrapada debajo del maquillaje y los efectos especiales, entregando una Mystique igual a la del resto de la saga, hasta me atrevería a decir que me quedo con Rebecca Romijn en X-men 2.
Otro que pasó sin pena ni gloria es lamentablemente Peter Dinklage en el papel del villano principal, el Dr. Bolivar Trask, que a pesar de tratarse un estupendo actor al que todos amamos y celebramos desde el primer momento que supimos era parte del elenco, no logró destacar como un villano memorable y todo el peso recae en los centinelas, lo cual tiene sentido, pues estos robots son una de las amenazas más grandes y recurrentes en el universo de los mutantes de Marvel.
En resumen, X-Men: Days of Future Past superó todas mis expectativas y aunque hubo uno que otro detalle que me hizo ruido como Bestia y su intermitente poder a lo Bruce Banner, o que nadie explicara cómo revivió el profesor Xavier después de que Phoenix lo desintegrara por completo, al final son detalles que puedo pasar por alto, pues en el viaje al pasado no sólo evitaron la guerra antimutante, sino que también arreglaron muchas de las atrocidades que dejó la primer trilogía y nos devolvió a un viejo amigo, que nunca debió irse, ya sabrán de quién hablo. En cuanto al formato, el 3D es decente, la verdad no soy fan del 3D pero funciona, a diferencia de Godzilla (sí, sigo molesta) y la película se estrenará en todos los formatos, así que ustedes eligen.
X-Men: Days of future past, fue una gran sorpresa para mí, ganándose no sólo el lugar como mejor película de los mutantes hasta ahora, sino como la mejor y más épica película de Marvel. Sí, así de fuerte. Olviden Avengers 2, lo que sigue de los X-Men es lo único que importa, la escena extra les volará la cabeza, créanme: drama, acción, humor y nada de romance, no encontrarán nada más allá de flashbacks y uno que otro intercambio de miradas. Ahora a esperar, pero esta vez estoy tranquila pues por fin le hicieron honor a mis personajes más amados de los cómics. ¡Mutantes y orgullosos!
Calificación: 9