En abril de 2010, Cartoon Network estrenaba lo que en poco tiempo se convertiría en un referente en cuanto a historias animadas en la última década. Adventure Time era un show innovador con una historia que poco a poco se tornaría tan oscura como interesante.
A lo largo de 10 temporadas acompañamos a los protagonistas: Finn, el humano y Jake, el perro, en sus aventuras; junto a otros grandes personajes como la Dulce Princesa (Princess Bonnibel Bubblegum), Marceline, la Reina Vampiro (Vampire Queen) y Simon Petrikov/Rey Helado (Ice King), que destacan de entre muchos otros. Los hemos visto enfrentar los retos más extraños, hemos reído con sus chistes y peculiar sentido del humor, hemos tomado un cariño especial por cada personaje y su historia personal y es por eso que el final de esta serie animada es un golpe de nostalgia, directo al corazón de un fandom que ha soñado, teorizado y especulado con el destino de estos icónicos personajes.
[youtube_sc url=”https://www.youtube.com/watch?v=YiaRLkczxSQ”]
Durante más de 200 episodios, la historia que se fue desarrollando atrapó a todo tipo de audiencias, pues hay capítulos sumamente divertidos que, en sí mismos, no aportan al desarrollo de la historia principal (un par de mis favoritos son “Thank you” y “James Baxter The Horse”), así como también los hay con momentos oscuros y profundos (dos claros ejemplos son “Escape from the Citadel” y “Hall of Egress”.
Las incógnitas que fue dejando la trama subieron las expectativas del fandom de sobremanera. Surgieron teorías tan lógicas que se fueron confirmando con el paso del tiempo, así como también las hubo muy rebuscadas, aunque no dejaban de ser interesantes, por más descabelladas que fueron. Incluso el destino amoroso de Finn mantenía a los fans interesados. Es por eso que no sorprende que el final de Adventure Time sea uno de los más esperados y que mayor hype haya causado en las últimas semanas.
Si bien para Latinoamérica está programado su estreno para finales de mes, en Estados Unidos el último capítulo ha sido emitido el pasado lunes 3 de septiembre y se titula Come Along With Me (en evidente referencia al primer verso de la canción de los créditos al final de cada episodio, tal vez para remarcar la idea de que se trata del final de la serie) y tiene una duración equivalente a 4 capítulos (44 minutos, aproximadamente).
Aquí en El Vortex ya lo BMO’s (el que entendió, entendió *badum tssss*) y nos ha dejado sumamente sorprendidos. A algunos satisfechos, otros emocionados hasta las lágrimas, unos más reacios a aceptar que este sea el final, pero de cualquier modo sorprendidos. Simplemente no lo vimos venir… Nadie lo vio venir.
Para empezar, la presentación es diferente. Como ha pasado en sagas como Stakes o Elements, así como algunos episodios especiales, para el episodio final se optó por un opening que nos presenta a Shermy y a Beth, the Pup Princess (aparentemente descendiente de Jake) como actuales protagonistas del show, y que a través de una breve introducción nos llevan a los acontecimientos donde se quedó el episodio anterior (Gumbaldia) que serán narrados por BMO.
La Gran Guerra Chicle es inminente. Los frentes encabezados por Princess Bubblegum y Gumbald se preparan para el ataque. Finn cree que Bonnibel no está tomando las decisiones correctas, pero ella no cederá y ya no hay marcha atrás, es sólo cuestión de tiempo para que se desate el enfrentamiento. A menos que…
Finn y Jake deciden usar su último recurso: la poción del sueño que les dejó el Orbe cuando navegaban de regreso a Ooo. Esta acción provoca que la Princesa, Gumbald, Fern, Finn y Jake, caigan en un profundo sueño en el que, al parecer, todos tienen revelaciones. Lo más destacable de esta parte es la empatía que logra sentir al final Bonnibel por su tío y la liberación del Finn atormentado por el demonio de césped dentro de Fern (lo cual termina por costarle la vida).
Una vez fuera del sueño, la Dulce Princesa intenta hacer las paces con su tío, quien parece haber comprendido que ha estado obrando de manera egoísta, pero justo cuando iban a pactar la paz con un abrazo, Lolly hace tropezar a Gumbald, que guardaba en su bolsillo un recipiente con su fórmula Dum Dum Juice, la cual transforma a la dulce gente en seres más dóciles e ingenuos. Lolly afirma estar dispuesta a dejar todo en el pasado, la Dulce Princesa accede y decide que habrá dos Reinos de Caramelo. Y así es como la Gran Guerra Chicle termina siendo un tanto irrelevante y cuyo fin se presenta apenas a medio episodio.
A partir de aquí, hasta el final, es una montaña rusa de emociones:
Betty, en su incansable búsqueda por devolver a Simon a la normalidad, ha invocado a GOLB, la encarnación del caos, justo en el que sería el campo de batalla de la guerra que nos trajo hasta aquí; y está tratando de usar su poder para revertir los efectos de la corona mágica del Rey Helado. Sólo hay un pequeño detalle y es que está tan enfocada en su objetivo, que ignora por completo el desastre que está provocando la presencia de GOLB.
El pánico y el miedo nos regalan un momento inesperado, cuando en un gesto de desesperación debido a la incertidumbre con lo que está pasando, Princesa Grumosa y Limón Agrio se besan.
Normal Man cree que el único que puede sacar de su trance a Betty es el Rey Helado, así que, con ayuda de Finn, llegan hasta ella y comienza el intento de hacerla reaccionar a algún estímulo. Simon parece recordar de alguna manera una canción significativa para ambos y hace que Betty se desconcentre, momento en el cual son tragados por GOLB.
Mientras tanto la Dulce Princesa observa como sus amigos son incapaces de detener a los monstruos y trata de hacerles frente. Entretanto Marceline enfrentaba al Guardia de Chicle corrompido por la entidad y justo voltea para ver cuando el monstruo aplasta sin piedad a Bonnibel. Esto la enfurece demasiado y se transforma en una poderosa bestia que acaba por aplastar a la criatura.
Marceline regresa a donde yacía Bonni para descubrir con alegría que sigue viva gracias a la avanzada tecnología de su armadura. Ambas están felices de verse y entonces somos testigos de este momento que hizo estallar las redes sociales la noche del estreno del capítulo:
Seguimos con la intensidad. El Guardia corrompido acaba con el Pastel de guerra de Gumbald y para entonces, el monstruo que aplastó Marceline se ha regenerado y siguen avanzando hacia el Dulce Reino. Aquí es cuando Jake, quien había sido derribado al cubrir el avance de Finn y el Rey Helado, hace gala de su valentía al enfrentar a ambos seres, pero sus esfuerzos son en vano; pues acaban por destruir la casa del árbol y dejan rota la pantalla de BMO.
Jake se viene abajo moralmente y es consolado por BMO, quien comienza a cantar una canción de cuna para Jake, no sin antes recordarle que por más que intente protegerlos a Finn y a él, no puede evitar que salgan lastimados de vez en cuando. Cuando parece que está por llegar su fin, por accidente se dan cuenta que la canción de BMO afecta a las monstruosas entidades, algo que la Dulce Princesa nota y no duda en usar, con la esperanza de que esa sea la clave para vencer al caos: la armonía de una canción en la que todos participen.
Betty, Finn y Ice King están siendo digeridos por GOLB, lo que provoca que la magia de la corona y la magia de Betty desaparezcan, haciéndolos regresar a la normalidad (y es así que el capítulo final nos regala uno de los reencuentros más anhelados, pero de una de las maneras más agridulces que puede haber), mientras que la cavidad en la que se encuentran se vuelve más y más pequeña. Finn intenta abrirse paso por la fuerza pero es inútil. Llega un punto en que pierde la esperanza y comienza a resignarse…