Mr. MIKE MAYA|
“En realidad, la vida cotidiana no termina de forma tan dramática, marcha en silencio, a veces a grandes saltos, con una mezcla de alegría e inquietud… en tiempos de paz y en tiempos ajetreados la vida avanza con indiferencia para nunca volver atrás.”
En alguna ocasión escuché decir que la belleza de las cosas radica en su sencillez, pero nunca había comprobado la validez de esta expresión en el anime. Por mucho tiempo fui renuente a ver animaciones cortas y no me refiero al número de capítulos, sino a los minutos de duración. Pero qué grata sorpresa fue Danna ga Nani o Itteiru ka Wakaranai Ken, pues es el claro ejemplo del significado de la expresión.
Emitido por primera vez en noviembre de 2014, la serie a la cual me referiré como Danna, para acortar, cuenta con sólo 13 episodios de 3:30 minutos cada uno, perfecta para verla en menos de una hora. El estudio que realizó la animación es Dream Creation con Shinpei Nagai como director.
Sinopsis:
Hajime es un apasionado otaku con todos los hábitos y calificativos usuales, que se encuentra casado con Kaoru, una secretaria que casi todo el tiempo se la pasa trabajando y que es totalmente ajena a los gustos de su esposo. Todas las historias giran en torno a las vivencias de esta curiosa pareja.
Simple ¿no? Y ustedes se estarán preguntando ¿vale la pena algo que se cuenta en apenas tres minutos? Y yo tengo que responderles, totalmente. El motivo detrás de esta peculiar duración es la obra en la cual se encuentra basado, pues originalmente es un yonkoma (Manga de 4 viñetas) creado por Cool-kyo Shinja que es publicado en Pixiv y posteriormente impreso por Ichijinsha.
El arma fuerte de esta serie es la comedia, las situaciones por las que tiene que pasar Kaoru por culpa de su extravagante esposo son extremadamente divertidas y cada una de ellas está sazonada con referencias a la cultura otaku. Pero a diferencia de otras, Danna no se limita a humor de pastelazo, ya que podemos encontrar un humor picante y de doble sentido en varios capítulos.
Y sí, el que habla es el esposo
He de decir que Danna logra lo que muchas series de “vida cotidiana” o “slice of life” fallan. Pues logra que de la simpleza, el público se pueda identificar, se pueda encariñar con los personajes, pero más importante, logra humanizarlos y no tenerlos como un ideal en pantalla.
Para defender mi punto, sólo me basta mencionar el capítulo 11. En él podemos saber un poco más de la vida de Kaoru antes de conocer a Hajime, con una animación diferente en unos momentos nos enteramos de sus dudas y miedos sobre el futuro y la vida en solitario, miedos que aún atormentan por las noches y que se van cuando ve a su esposo durmiendo junto a ella; y estoy casi seguro que muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida lo hemos experimentado o los seguimos haciendo.
Este esfuerzo por mostrarnos un personaje con defectos, con miedos y con dudas es algo de reconocer, pues no todos los animes se atreven y eligen idealizar. Este trabajo que sólo se encuentran en algunos capítulos, es el motivo suficiente para colocarla sobre otras animaciones de su género.
Por su parte, el diseño de personajes y escenarios es sencillo y colorido, se podría incluso catalogar de genérico lo cual sienta bastante bien, pues en ningún momento busca ser algo especial visualmente. La animación, por su parte, sigue el mismo camino sin complicaciones y limitándose a los diálogos y en más de una ocasión imitar escenas y expresiones típicas del anime. Mejor no hablamos de música, pues son aspectos que no son notorios y lo más que podemos encontrar son melodías para acompañar los diálogos y el tema de cierre de apenas unos segundos interpretados por los Seiyū.
Danna ha tenido una buena aceptación dentro y fuera de Japón, y aunque no es un anime de 10/10, se ha dado luz verde a una segunda temporada que se comenzará a emitir en abril de este mismo año.
¡¡Bienvenida sea la segunda temporada!!
Si tuviera que elegir una serie actual de este género, no dudaría en señalar a Danna ga Nani o Itteiru ka Wakaranai Ken, pues con sus escasos 45 minutos de duración, sus personajes sencillos, sus situaciones hilarantes y sus recursos genéricos, logran expresar de forma simple la esencia de la vida y sus relaciones.