MARIAN CASABLANCAS / MR MIKE MAYA |
Corea es un país que se encuentra en boca de muchos, ya sea por su tecnología, su música, sus espectáculos o lo diferente de su cultura. De diversas formas se ha ido acercando con pasos agigantados y hoy podemos encontrar fanáticos de la “ola coreana” o Hallyu en prácticamente cualquier parte del mundo. México no ha sido la excepción. Los fanáticos se cuentan por miles sino es que más, por ello y con una clara convicción de acercar más la relaciones de las dos naciones, el Centro Cultural Coreano en México decidió organizar el Foro de Intercambio Cultural Corea/México 2014 Hallyu, un espacio para hablar de todo el movimiento y las predicciones al futuro de este maravilloso conglomerado de atracciones.
Este espacio permitió que diversas personalidades relacionadas con la cultura coreana nos compartieran sus ideas y visiones, ampliando la imagen que teníamos o introduciéndonos a un contenido completamente nuevo y cautivador. Es claro que mucho de lo que consumimos de Corea se divide en dos grandes ramas, la televisión y la música.
K-Dramas para todos
La televisión es uno de los principales medios de difusión aún en la era del internet, pero si tomamos en cuenta que México no se ha preocupado por cambiar los contenidos en un largo tiempo y se continúan produciendo las telenovelas con una historia muy fácil de predecir y con una duración extendida, nos topamos con el problema de encontrar nuevas producciones que cumplan con este propósito, aquí es donde entran los K-Dramas.
El término K-Drama hace referencia a las producciones televisivas coreanas con un parecido al concepto de telenovela. pero con una diferencia muy marcada. Con un formato corto e historias donde los sentimientos puros son el principal motor. Los K-Dramas se han abierto paso en la industria internacional, seguramente aún sin ser seguidor recordarás la serie Sonata de Invierno pues fue un éxito total, gracias a ella más contenido se pudo exportar por todo el mundo, pero eso sólo fue la punta del iceberg.
Los dramas coreanos tienen la característica de manejar muchos contrastes en poco tiempo, en un momento estarás riendo, pasarás a conocer su estilo de vida y terminarás con una escena romántica. Todos estos elementos las han vuelto clásicos, ya sea por exaltar su forma de vivir y permitirnos conocer más acerca de ellos, o el romance que destaca pues mediante expresiones, el ambiente creado y unos pocos diálogos, logra elevarnos y sentir la emoción del momento, sin que en ningún instante nos muestren el contacto entre los actores. Es un contenido que logra trasmitir muchas sensaciones sin que te las presenten de forma obvia.
Actualmente se difunden muchas series por medio de internet, pero la duda surge al voltear a los medios tradicionales. Álvaro Cueva, el ponente de este tema y crítico de televisión, cree que en los próximos meses podremos ver un cambio en la TV mexicana con la apertura de nuevos canales públicos y la posible incursión de los K-Dramas.
K-Pop, visión y pasión el en negocio de la música
El otro contenido que ha tomado una fuerza tremenda es la música, las agrupaciones coreanas han tenido un cálido recibimiento en México, los conciertos que ofrecen son llenos totales y sus fans – sin importar el idioma – cantan durante las presentaciones. Y para entender un poco de esta industria fue Salvador Rizo el encargado de explicarnos cómo funciona esta industria.
Las formaciones coreanas, lejos del modelo donde unos amigos se juntan y forman su agrupación, llevan un arduo entrenamiento de varios años, donde pulen todas sus habilidades artísticas. Es por ello que tiene una calidad de espectáculo sorprendente. Muestra de este éxito son grupos como Super Junior, M’Blaq o Shinne.
Pero todo este fenómeno de la preparación, el ofrecer mejores artistas y proyectarlos al mundo atiende a una ideología aún mayor en su país, como nación buscan hacer de Corea una economía creativa y uno de los mandatos es la continua creación de nuevos productos para proyectar su cultura. Los grupos se conforman por jóvenes integrales; es decir, sin vicios, lo que incentiva a sus seguidores pues se convierten en modelos a seguir. Estas agrupaciones siguen el formato de Boys/Girls Band que no es ajeno a nadie pues tuvimos nuestras propias agrupaciones en los noventa, pero ahora han regresado con la fórmula comprobada y mejorada.
En México, la apertura a estos grupos se está volviendo mayor, pues con más cotidianidad nos topamos con sus presentaciones que no dudamos se incrementen en los años venideros. En el futuro se espera el surgimiento de más grupos que fascinen al mundo y para nosotros queda el reto de producir artistas igual de preparados para ofrecer, quizá no siguiendo el modelo que tienen, pero sí aprendiendo de su forma de trabajo.
Podría continuar escribiendo sobre todo lo que Corea tiene por ofrecer, pero prefiero que ustedes lo experimenten. No hay que perder de vista a este gigante del entretenimiento, pues en un abrir y cerrar de ojos puede estar en el centro de todas las producciones.