Por: Charly Zombie|
Seguro que cuando muchos escucharon que se realizaría un reboot de la cinta de Hitman del 2007, aquella protagonizada por Timothy Olyphant y Olga Kurylenko, pensaron que sería uno de esos errores que está cometiendo Hollywood recientemente y con mucha frecuencia.
Sin embargo, con la promesa de que se arreglarían y corregirían todas esas pequeñas fallas, que a muchos de los fans más acérrimos de la saga del agente -con el número 47 en su nuca-detestaron y aborrecieron de ese primer intento.
Y el momento ha llegado, la nueva entrega de este intento de llevar a uno de los juegos con más éxitos de Square Enix, está ya en las salas de cine de todo el país, pero ¿vale la pena ir a verla? Veamos:
Para empezar, olviden totalmente la cinta anterior, ya no tiene nada que ver, ni los personajes, ni las locaciones ni nada parecido y eso se agradece mucho, ya que la cinta se siente mucho más fresca y sobre todo, apegada al juego.
Situación que todos los fanáticos agradecen y que les obliga a ver la película de inicio a fin, identificando cuáles son las referencias y guiños que se aprecian a lo largo de todo el filme; sin embargo, esto, para la persona que no es fanática de este juego, no es un impedimento para poder disfrutarla, pero se goza más si se saben este tipo de datos curiosos que abundan por toda la cinta.
Por otro lado, la historia está muchísimo mejor contada y es mucho más real y cruda que la versión de 2007, incluso podría decir que existe un abismo enorme entre ambas versiones, definitivo, ya que desde el inicio de la cinta, el arte, los aspectos y los diferentes giros de tuerca, le dan a Hitman: Agente 47, un sentido de emoción y aventura que se mantienen a lo largo de todo el filme, todo esto apoyado por una excelente banda sonora.
Como es lógico, es una cinta de acción y espionaje, las partes que sirven de puente entre situaciones extremas y de balazos, baja un poco el ritmo que lleva la película y que para algunos de los espectadores puede generar un poco de desconexión con la historia que se trata de contar.
Otro aspecto importante de la cinta son las actuaciones de Rupert Friend, Zachary Quinto, y Hannah Ware, los cuales, en especial Friend, está totalmente inmerso en su personaje –se ve que sí investigó cómo eran los juegos y cómo era el actuar del agente. Muchos seguro reconocerán algunos gestos y acciones de este personaje del videojuego en la película.
Mientras que Zachary Quinto, por otro lado, se siente un poco desperdiciado y muchas veces como si el personaje le quedara algo grande. Por momentos las sensaciones que debería de dar en su actuación se sienten planas y que no cumplen con la acción que está en pantalla, al contrario de Rupert Friend que es totalmente opuesto.
Aún con estos pequeños fallos, Hitman: agente 47 es –para sorpresa de propios y extraños- una gran cinta. Justo así debió haber sido la primera entrega, pues tiene todo y más de lo que piden los fans. Aquellos que simplemente son casuales cineastas de esta entrega, les puedo asegurar que están frente a una de las mejores cintas de acción del año. Estaremos esperando la segunda entrega con mucha ansia.
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