MRD EDDIE RIVERS|
Continuamos con esta retrospectiva sobre la historia del cómic mexicano…
Retomando la última parte de la entrega anterior, en la época de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta. Cuando los Burrón y Memín ya gozaban de mucha fama, en las arenas de luchas y box se estaba forjando una leyenda.
Esta historia es la del famoso “enmascarado de plata”, El Santo. Este luchador, sin duda se convirtió en un icono de la lucha libre por más de cincuenta años de carrera y hoy día es toda una leyenda que sigue fascinando a chicos y grandes. Se hizo famoso al participar en muchísimas películas, obras de teatro, etcétera.
Para rematar, también lanzó una línea de historietas en las cuales la figura se enfrentaba a amenazas, a criaturas, de todo tipo; desde monstruos, asesinos, marcianos y mujeres vampiro, hasta las ya clásicas momias de Guanajuato. La popularidad de los cómics del Santo rebasó por mucho los números de publicaciones similares.
Los niños se empujaban y peleaban para poder comprar el número más reciente de las aventuras de su héroe favorito. Ni siquiera las pocas historietas estadounidenses que llegaban podían hacerle frente. Batman, Superman, Flecha Verde, El Llanero Solitario perdían lectores mientras que el muy mexicano luchador los ganaba por montones; si no, pregúnten a los abuelos.
Al poco tiempo, otros luchadores como Blue Demon y Mil Mascaras sacaron sus propias historietas. Por enconces resulta que la señora Yolanda Vargas Dulché y su marido, Guillermo de la Parra, deciden fundar Editorial Vid, empresa pionera que se dedicará a generar contenido propio y a traducir muchos de los cómics de DC, Marvel, Image y Dark Horse que se leyeron en México.
Lamentablemente esta editorial no pudo soportar el paso de los años y a principios de la década presente desapareció para siempre, dando le pie a nuevos proyectos editoriales, como Kamite, Bruguera, Panini y Editorial Televisa. Para los años sesenta, las caricaturas políticas y de crítica social se convirtieron en un icono de nuestra cultura con títulos como Los Supermachos y Los Agachados, de Rius.
Entonces, procedente de las radionovelas de la XEW, aparecía un personaje que era “caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños e implacable con los malvados”; ése era Kaliman: “el hombre increible” que viajaba por todo el mundo repartiendo justicia. Un capítulo importantísimo en la historieta mexicana que en 2006, tristemente, dio por teminada su impresión.
Las revistas de crímenes triunfaban, como ejemplo está Casos de Alarma, y de terror: Tradiciones y leyendas de la Colonia”. Además surgen varias comedias como Hermelinda Linda…
En nuestra siguiente y última entrega hablaremos de la época de los años noventa y la decadencia de la industria; así como de la situación actual que atraviesa el medio.
¡No se la pierdan!
¿Te atreves a cruzar la línea de El Vortex?