En uno de mis tantos viajes a través del multiverso, me encontré con una versión de Superman que sin más, aparte de ser un villano consagrado, era mórbidamente chaparro. Después de la clásica batalla sin sentido de dos entes súper poderosos cuando se encuentran por primera vez, no me quedó de otra que huir de esa dimensión, pues particularmente ese Clark se tomó muy a pecho que le dijera que seguro era molesto que las chicas no lo pelaran por lo “grande” que era “Supersonalidad”.
“Lo sé, fue un mal chiste y acabé pagando por ello”
Durante las subsecuentes semanas en las que mi cuerpo se reponía de la Súper golpiza que me propinó el enano ese, me puse a pensar en varias cosas: ¿por qué ese Superman era tan malo? ¿por qué los chaparros como Nelson Ned, Armando Manzanero y Tom Cruise eran tan violentos, cuando Alushe es un tipazo? ¿Podría sobrevivir a la comezón que me provocaban todos esos yesos? ¿Alguna vez vería el día en que pudiera desquitarme y detener a ese maníaco?
Eventualmente caí en cuenta de algo evidente, bastó que analizara a la gran mayoría de los enemigos clásicos de Superman para llegar a la obvia respuesta:
“Si quieres hacer sufrir a Superman, enfréntalo con un calvo”
Prueba A: Su galería de villanos
No necesitamos una prueba más contundente:
Aparte otro requerimiento parece ser el tener la piel muy colorida
Lex Luthor, Darkseid, Brainiac, Doomsday, el Parásito, Metallo, Mister Mxyzptlk, Despero, Mongul… ¡Diablos! Hasta Ultra Humanidad que es un gorila, ¡es un gorila pelón!
Prueba B: Kryptonita vs calvos
¿Sabían que existen alrededor de 19 tipos de kryptonita? Ahora, si bien siempre es un arma efectiva contra Superman, la kryptonita no tiene mente propia ni puede moverse por su propia voluntad, necesita que alguien la use en contra de Superman.
O sea, necesita que un pelón la use para mejores resultados
Prueba C: Mueve la mata
Lobo es otrora uno de los grandes enemigos de Superman, y cada que se enfrentan pareciera que acaban en un empate técnico hasta que Lobo acaba desapareciendo del cuadro por cualquier pretexto, como el tener una Cita Súper Desastrosa:
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Debido a esa melena, Lobo poco a poco se convirtió menos en un villano y más en un antihéroe, por lo que busqué en varios universos un Lobo que cumpliera mis expectativas capilares; el único que encontré no me convenció:
Además me confundió con el chico de las pizzas
Descubrí que no me quedaba de otra, si debía de enfrentar al Super Enano, tendría como Chachita que cortarme el cabello y perder mis afamados rizos dorados; un alto precio, lo sé, pero tenía que detener a ese maníaco…
Cuando regresé, la poca cosa se rió de mi apariencia: – “Veo que has venido por más” -dijo con sardónica sonrisa- “pero cambiar de look no hará que me apiade de ti”.
-“¡No vengo solo!”, grité, “tuve que viajar a través de varias realidades, te presento a la ‘Band of Balds’, o sea, la Banda Pelona”.
Sí, ya sé que Xavier y Picard se parecen, por eso me lo traje con barba para no confundirlos
El chaparro se sacó de onda un instante cuando grité “Al ataque mis calvitos”. Pero la sorpresa no le duró mucho, en cuestión de segundos la cosa se puso pelona y mi equipo y yo fuimos derrotados. “¿Cómo fue posible?” Me pregunté reiteradamente mientras recuperaba de nuevo la sensibilidad en las piernas, hasta que caí en cuenta…
Al final del día, Superman siempre le gana a los pelones
