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Lo impensable: Razones por las que ‘El Crimen del Cácaro Gumaro’ NO rifó como esperaba

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Estoy a punto de comenzar a escribir uno de los textos más difíciles de mi vida, y no, no estoy exagerando; habrán de saber que tentativamente considero la obra de Andrés Bustamante como el faro creativo que guió en gran medida no sólo mi forma de hacer producciones audiovisuales y escribir comedia, sino el mismísimo hecho de que haya dedicado mi existencia a semejantes artes tan sufridas pero regocijantes. Es por ello, que con mucho dolor en el corazón, debo admitir, que NO me gustó la cinta del Cácaro Gumaro.

wrath-of-god2!Ahhhh! ¡Perdóname Dios!

Pero si Andrés Bustamante es el más brillante comediante mexicano contemporáneo, ¿qué salió mal?

Yo mismo no dejo de preguntarme eso una y otra vez, tanto que me siento obligado a ver la cinta una segunda vez esperando forzarme a que me guste. A decir verdad, todo el concepto se notaba interesante, los avances de la cinta eran prometedores y todo el proyecto estaba respaldado por un multipremiado director y elenco, así como por una preproducción de muchos años.

El guión, fue el guión lo que asesinó este proyecto, él es el culpable.

Running script¡Agárrenlo que se escapa!

A riesgo de sonar presuntuoso (pues finalmente quién soy para corregir a semejante vaca sagrada e ídolo personal), considero que en gran medida el error de dicho guión recae en dos cosas:

El ritmo no es el adecuado

Atreviéndome a afirmar que sé un poco sobre “el arte” de escribir comedia, considero como MUY importante conocer “el tiempo o duración” que se tiene, pues de ello depende la forma como se irá desenvolviendo el chiste que se quiere contar. Esta es la principal razón por la que es muy diferente hacer comedia para televisión, donde los tiempos son breves -y se usa el “sketch”- que para cine, donde suele ser necesario el uso del “melodrama”, en el que los momentos serios son una necesidad para dar impacto a los gags o momentos graciosos a lo largo de la narración.

Mi crisis con el Cácaro Gumaro recae principalmente en que, así como -por ejemplo- en Les Miserables hay un punto donde el que estén cantando todo el tiempo se vuelve hartante, aquí el que todo el tiempo se esté buscando el chiste o el gag, además de hacerlos predecibles, los vuelve cansados. Los mejores momentos parecieran ser justamente los espontáneos, aquellos donde Don Cuino hace un rápido juego de palabras, los detalles encargados de adornar una escena (como los letreros en el hospital, o los mismos pósters que parodian títulos de cintas conocidas) o los mismos intercortes donde se presentan los múltiples cameos de luminarias del cine mexicano (como la secuencia de Chabelo en su robot gigante o incluso el breve diálogo entre Jis y Trino hablando sobre la cinta de “El Santos”).

cartelesCacaroGumaroDos ejemplos del excelente trabajo que hizo el Departamento de Arte de la cinta.

La trama no lleva a ningún lado

El gran error de la cinta yace en su historia. Yo comprendo que la idea era hacer una parodia total y absoluta de “El Cine Mexicano” -desde las cintas hasta la forma en la que este se consume- resulta algo super atractivo, pero sin duda había mejores maneras de satirizar y llegar a algún punto concreto.

La batalla entre los dos hermanos, si bien aparentemente añeja, se potencializa tras las últimas palabras del padre de ambos, donde habría sido mucho más enriquecedor que éstas hubieran sido lo suficientemente ambiguas como para que cada hermano las hubiese interpretado a su favor, a diferencia de -como fue- una simple puntada abstracta de un padre que por alguna razón jamas justificada, simplemente quiso como última voluntad hacer  pelear a sus hijos, al parecer hasta la muerte.

Cacaro01Al parecer lo cretino venía de familia.

En algún punto se intuye que entre Gumaro y su cuñada Claudianita existió algo, pero antes de ahondar en trasfondos, ella queda relegada a no ser sino un mecanismo de Archimboldo, a quien simplemente parece no importarle que ella tenga sexo con su hermano con tal de perjudicarlo. A su vez, Jesús Ochoa aparece como un probable -e interesante- antagonista, pero pronto no pasa de ser un elemento más de la escenografía.

Esta batalla entre hermanos por la remodelación o destrucción del cine, se atora en una discusión entre las ventajas y desventajas de la piratería, debate que tampoco se resuelve pese a esperar su salida a forma de moraleja y así se invitara al publico a mantener viva la industria (salvo hayan apostado, como algunos músicos, a que la gente vea la cinta en el formato que sea, ¡pero que la vea!)

Cacaro02No era una mala idea, pero ¿era necesario que la mitad de la trama girara en torno a esto?

Es así como pronto la cinta comienza a resquebrajarse poco a poco, cayendo en momentos nauseabundamente caricaturescos (como aquel en donde, como si fuera el Coyote del Correcaminos, Gumaro es atado a un cohete que tras estallar en el cielo, le regresa a tierra prácticamente ileso), tomando bocanadas de aire cuandp aparece alguna de las muchas celebridades que realizan cameos. Pareciera incluso que lo más rescatable es aquello mostrado en el trailer, puesto que ni el mismo “Güiri-Güiri” es capaz de salvarla.

El colmo incluso llega al final, en donde se involucra -un tanto de la nada- una secuencia en la que se vuelven zombies todos los habitantes de Guepez (ciudad ficticia donde todo sucede); se desaprovecharon un par de momentos que habrían sido excelentes: primero, donde los hermanos, estando al borde de la muerte, podrían haber hecho por fin las pases; y después, la justificación de la muerte de Claudianita (si bien fue un absurdo que el agua bendita la “curara”, peor fue que tanto ella como todos los demás, pudieran curarse, cuando al final se intuye que mueren en la explosión del pueblo).

Cacaro03¿Y qué decir de las MaxiPalomas? Un recurso argumental muy débil

En síntesis, El Crimen del Cácaro Gumaro falló terriblemente y fue incapaz de cumplir las expectativas. Quizá si el protagonista hubiera sido Andrés Bustamante (quien flagrantemente roba cámara cada que aparece), o se hubieran enfocado más en hacer una verdadera comedia en vez de una “parodia de la parodia”, las cosas hubieran sido diferentes. Espero pronto podamos ver de regreso al Maestro en algo más decoroso, sea cine o televisión, pues encuentro triste que esta película se considere la cúspide de su legado.

489117Y espero el día en el que por fin se cumpla mi sueño de hablar con él personalmente, ojalá esta columna no sea un impedimento.

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El Jagr
Creativo y desquiciado, Jagr pasa su tiempo elaborando planes para conquistar el mundo (en otras realidades), a la vez que produce contenidos audiovisuales, se junta con cosplayers, debraya sobre frikerias, y de vez en cuando escribe en este sitio.

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