ZITLALLI CORTÉS |
La quinta temporada de American Horror Story que situó todo el terror y el horror en un Hotel ha llegado a su fin; la trasgresora serie dejó sensaciones y opiniones diversas pero muy polarizadas pues hay quien la amó y otros que de plano la detestaron.
En El Vortex les traemos nuestra crítica en forma de lista: Revisaremos los elementos que construyeron esta serie a modo de pecados pues quien la siguió podrá comprender que Los Diez Mandamientos fueron un tema crucial en la trama y de este mismo modo los creadores Ryan Murphy y Brad Falchuk incurrieron en pecados capitales que se reflejaron en pantalla:
*Spoiler Alert: Puede que aquí revele muchas cosas que aún no quieres saber si estás por ver la serie o no la has terminado. Si vas a adentrarte en la lectura, sigue bajo tu propio riesgo…
1.-Lujuria
Oh sí. Vaya que fue el pecado principal, el que reinó durante los 12 capítulos y fue un pecado muy recurrente e innecesario. ¿Soy la única a la que le pareció demasiado sexo?¿Que más del 50% era injustificado? Esto dejó de ser sensual y erótico para pasar a una especie de softporn clase B, DESDE EL PRIMER CAPÍTULO.
Por ejemplo, en el caso del Addiction Demon (Para empezar, ¿Qué demonios era eso? Valga la redundancia) ese ente blanquecino que se aparecía para devorar el sufrimiento de los demás ¿era necesario ponerle un dildo metálico y hacerlo violador?
Según March, ese demonio fue conjurado por Sally y su séquito de adictos pero nunca entendemos cuál es su función o por qué resulta ser el tormento de ella; si se fijan, nunca concretan nada y es un desperdicio en la trama porque aparece casualmente de principio a fin en la serie y deja ganas de alguna explicación.
Así como el ente violador hay muchas escenas sexuales donde dejan de lado las sutilezas y dan paso a la incomodidad visual, no de la clase de repulsión morbosa que te hace mantener los ojos en la pantalla, sino la que provoca una mirada desconcertada que eventualmente se convierte en una de hastío ya que nos acostumbramos a que en cualquier momento alguien se prendía, hombres, vampiros, mujeres, muertos, vivos, lo que fueran…
2.-Gula
Este par de mentes creadores se engolosinaron y pecaron de gula al llenarnos con un montón de información y situaciones que presentadas al mismo tiempo resultaban difíciles de digerir. Si quedan claras las historias de los personajes pero son tan complejas que dejan demasiado a la imaginación del espectador y luego su relación con las demás termina pareciendo un tanto absurda; ya para el final apresuraron todo y ¡Plop! se solucionaban los cabos sueltos inmediatamente.
Hablando de cabos sueltos, nunca me quedaron claros algunos puntos como: Exactamente ¿Por qué Sally guardaba cuerpos en los colchones? ¿Cuál era su relación con el Addiction Demon o qué hay con él? ¿Qué pasó con el pequeño monstruillo de La Condesa? ¿Qué pasó con la afición asesina de March y cómo es que se la acabó el encanto por el asesinato de un día para otro? Quizá todo es parte de un método para que los fans se dediquen a crear diversas teorías y no puedan esperar a ver cómo se relacionan en la siguiente temporada.
(Aquí una teoría propia: Quizá Elizabeth ya no necesita sangre pues porque dah! está muerta, pero mira al siguiente prospecto como un atractivo amante y posible proveedor de comidita para su engendrito)
3.-Ira
Hubo mucha ira en la construcción de personajes pero todavía aún más a la hora de castigarlos ¡Todo lo que hacían -fuera “bueno” o “malo” tenía consecuencias trágicas! ¿Por qué ensañarse así con mi Liz Taylor? ¿¡Por queeeeeeé!? Considero que en lo único que lograron hacernos sentirnos identificados con los personajes fue en el cariño que todos sentían por Liz.
Afortunadamente, se le dio un merecido (y raro si estamos hablando de AHS) final “feliz”, pero a lo largo de la serie fue el/la que menos daño hizo y a quien peor le iba -honestamente cuando Tristán murió me dieron ganas de suspender la serie-
4.-Pereza
No hubo personaje más aburrido que John Lowe y su azotada obsesión por su familia, lo peor de todo es que era un punto crucial que unía casi todas las tramas ¡debía ser súper interesante!. Era predecible su verdadera identidad, creo que hasta a su aburrida esposa le daba suficiente flojera y su triángulo amoroso con Sally ni cuajó. Al parecer los creadores cuando pensaron en este personaje sufrieron de pereza y ya se querían ir a casa.
5.-Envidia
Es cierto que AHS es una serie que actualmente es única en su género para televisión, aún así es lógico que haga ciertas referencias a los clásicos de horror y en este caso Murphy decidió hacer homenaje a los escalofriantes escenarios de Kubrick (era obvio, estamos hablando de un hotel) con promos que muestran mellizos desconcertantes y cascadas de sangre pero su pretensión se quedó únicamente en eso, incluso muchos fans lo acusaban de plagio y no de un homenaje. Su combinación entre estos elementos con el art deco y referencias pop noventeras y millenials y aderezado todo con Lady Gaga de protagonista lo hicieron ver como un largo videoclip de la excéntrica cantante, también, en el guión quiso dar giros de tuerca al estilo Stephen King y ahí quedó, todos descubríamos qué pretendía antes de que sucediera. Lo siento Ryan, Brad, solo pueden envidiar a estos iconos del cine y literatura.
6.-Soberbia
Pusieron tanto énfasis en el reparto y la psicología de personajes que hace pensar que creyeron que con eso sería suficiente porque a la hora de las acciones siempre sentí un faltante, algo producto de decisiones apresuradas -como ya dije anteriormente- nunca profundizan o concretan, solo es como una “probadita” de cada personaje y además la expectativa creada por el protagonismo de Lady Gaga creía que sostendría todo el argumento. Les funcionó, si no pregúntenle a la ganadora de un Globo de Oro este año (para mí inmerecido por cierto, siempre he dicho que fue un papel escrito para Lady Gaga no ella interpretando un papel) sin embargo la crítica la consideró lo suficientemente ambigua y profunda como para premiarla y quién soy yo para cuestionar eso mñeh. Les funcionó, quizá lo hicieron bien, aún así no deja de ser un pecado capital.
7.-Avaricia
¡Pues claro! Estamos hablando de televisión y es obvio que necesitan vender, vender, vender. Lo único triste del asunto es que si comparamos con las entregas anteriores (incluso con otras series) nos encontramos con que es un poco de lo mismo: Una abeja reina de los inadaptados, todos buscan ser amados, tragedias, mucha sangre y sexo. ¿O será que estamos hablando de “televisión de autor”?
En fin, habrá que ver qué ofrece la siguiente temporada porque pueden estar seguros que nos guste o no, estaremos al pendiente. ¿A ustedes qué les pareció?