Correr para sobrevivir, correr como forma de combatir a CRUEL, correr para poder vivir libre, estas serían algunas de las ideas que me vinieron cuando tuve mi primer acercamiento a esta saga juvenil distópica. No voy a mentirles, nunca he sido fanático de ninguna de ellas, no lo fui de Juegos del Hambre y no lo fui de Divergente, entonces ¿Qué hacía especial a Maze Runner para que esperara tanto su tercera parte? Lo podría resumir como el frenetismo y simplificación.
Maze Runner La Cura Mortal viene a cerrar la saga que desde 2014 ha ganado adeptos y que se ha labrado un nombre respetable, pero ¿qué tan bien logra mantener ese preciado lugar a donde llegó? Si ya leiste la saga original, seguro conoces la respuesta.
Continua la carrera
Thomas y compañía se las han arreglado para sobrevivir después de la traición de Teresa, su misión principal, rescatar a tantos inmunes como sea posible, y de paso, rescatar a Minho. A pesar de sus intentos, nuestros protagonistas sospechan que Minho ha sido llevado a la última ciudad de CRUEL y deciden aventurarse en un ultimo rescate antes de partir junto a los demás inmunes a un lugar donde CRUEL no pueda localizarlos.
En cuanto inicia la película nos sumamos al frenético asalto al tren de prisioneros, donde el estilo de la saga vuela por todo lo alto, con tomas largas y cortes rápidos que dan como resultado una secuencia sumamente disfrutable. Con unos cuantos minutos ya estamos con la adrenalina a tope y esperando por más, por lo que el siguiente paso lógico sería continuar ¿o no? Pues aquí es donde no todo sale tal como esperamos.
Lo malo: Una saga juvenil
La secuencia llena de acción termina derivando en los primeros rasgos de lo malo en esta tercera parte, pues en lugar de dar paso su típico estilo, se detiene para dar mayores explicaciones de su mundo. ¿CRUEL es de verdad el malo? ¿Teresa es traicionera? Esas cuestiones empiezan a cobrar particular importancia quitando tiempo a las persecuciones.
Uno de los mayores problemas de este tipo de sagas, es que su excesivo enfoque en la resistencia, rebelión y elegidos, hace que su trama se vuelva pedante, pesada de seguir y si no te relacionas con el elegido, entonces mejor mirar a otro lado. Maze Runner solía pasar monumentalmente de esta complicación, es cierto que existía, pero era de mayor provecho ver correr por sus vidas a los protagonistas y esto tenía el mando.
Esta decisión hace que Maze Runner tenga que regresar a lo que siempre fue, una saga juvenil, donde el protagonista todo lo puede y los malos son malos no son tan malos como parecen.
Lo bueno: Sus personajes
El cambio en la manera en la que saga trata con sus problemas tiene un apartado positivo, pues aquellos personajes que ya de por si eran agradables, se vuelven más valiosos. Ya sea porque se les da una mayor motivación o transfondo, su crecimiento es evidente en comparación a sus contrapartes.
En esta entrega regresan viejos conocidos y aunque su introducción es muy extraña, pronto terminan por integrarse con el resto del elenco. La química que presentan resulta agradable y sus actuaciones vuelven convincente el desarrollo de cada uno de los actos que se presentan.
Lo malo: El ritmo
Pero si el cambio ayuda a los personajes de forma positiva, al ritmo y secuencias termina por enterrarlos vivos. Esas tomas frenéticas que vimos al inicio solo se encuentran en contadas ocasiones. Las persecuciones constantes de la segunda entrega son solo un recuerdo distante que podrías repetir pero que no encontraras aquí.
Para rematar el asesinato del ritmo en la cinta, sus explicaciones constantes, largas secuencias que buscan poner en perspectiva a CRUEL y otras varias más de desarrollo de personajes, la vuelven lenta e incluso, si no eres muy fanatico del universo -como yo- te aburrirás hasta que llegue el momento donde nuevamente algo interesante ocurra.
Lo bueno: El cierre
Afortunadamente, esta cinta es el cierre de la trilogía y no podría decir que se uno muy malo. A pesar de regresar a lo que siempre fue, la forma en la que se atan lo cabos solo la podría definir como satisfactoria, pues no deja lugar a que ninguno de los protagonistas presentados quede a la deriva.
Así mismo, los arcos argumentales como la plaga y la ciudad son llevados a su conclusión, es decir, no da lugar a que después de esta, exista una continuación, aunque claro esta, nada garantiza que no exista una cinta spinoff de la serie de libros.
Lo terrible: La pérdida de identidad
¿Ya lo adivinaron? El mayor problema de la producción es que es una película de Maze Runner, sin ser realmente de Maze Runner.
¿Acción frenética? En contadas ocasiones. ¿Personajes carismaticos? Vamos a darles profundidad innecesaria. ¿Obviar a los villanos? Vamos a hacerlos complejos. En resumen, la identidad y esencia de franquicia, eso que hacía que fuera diferente a las otras sagas juveniles, se ve diluido en una fórmula que busca crear una entrega de mayor “madurez” pero que acaba por matar el producto y de paso, lo que lo volvía entrañable.
No puedo decir que sea una mala película, porque a pesar de todo, puede resultar disfrutable y palomera. Pero en definitiva no es una cinta como sus predecesoras y si eso es lo que estabas esperando, siento decepcionarlos, pero es mejor que regresen a las dos anteriores.