Por Cinéfilo del Rincón |
La cultura japonesa es una de las culturas más estrictas, serias y duras; eso sí, bonitas, interesantes y llenas de significados. Los simbolismos detrás del país del sol naciente son lo suficientemente exactos y curiosos que hacen de Japón un país lleno de mucha historia. Eso precisamente es lo importante, la cultura y los simbolismos, más allá de la inteligencia y creatividad japonesa. Pues 47 Ronin retrata todo lo anterior.
Un ronin, era aquel samurai que por distintos factores queda sin un amo a quien servir y/o es exiliado de su pueblo, un hombre errante que carecía de la misión de proteger a quien por tanto tiempo había servido. En un Japón feudal donde shogunes y samurais reinaban, cuentan la historia de un chico que viene de las profundidades de un bosque, donde se cree que está dominado por demonios; ” El Mestizo” como lo llaman, es adoptado por una familia bien posicionada en la política del pueblo. Mika (no, no el cantante) hija de quien gobierna Ako, se convierte en mejor amiga de “El Mestizo” Kai (Keanu Reeves).
Brujería e ilusionismo tratan de apoderarse de manera tramposa del pacífico pueblo de Ako y extraños acontecimientos comienzan a ocurrir bajo la manga de Lord Kira, gobernador de los pueblos del norte. Así es como el líder de los samurais de Ako, Oishi, junto con Kai, resultan exiliados convirtiéndolos en Ronin. El honor, la justicia y la dignidad juegan roles importantes dentro de la historia de los 47 Ronin, quienes buscan reclamar el trono perdido de Ako y dar una batalla donde Kai fungirá como una pieza clave de la rebelión.
Sí, como seguidor de la cultura japonesa me resulta increíblemente interesante conocer un poco más de su historia, y sobre todo el retrato del Japón feudal, sin olvidar la frialdad del honor al morir por el amo o rey.
La película plantea temas interesantes, pero, si nos están contando una historia ubicada en Japón, personajes emblemáticos como lo son los samurais y son de originarios de Japón ¿por qué hablan en inglés? He ahí el gran defecto de las películas de Hollywood y esta película no está exenta. Entendamos que el idioma japonés es un idioma al cual es un tanto difícil de acostumbrarse, pero suena bonito. Ahora bien, Keanu Reeves (Constantine, The Matrix) asume el reto de interpretar a Kai y honestamente me cuesta demasiado trabajo ver a un personaje plano, sin emociones ni sentimientos; en esta ocasión queda a deber y lo que anteriormente había logrado, ahora resulta aburrido y simple.
Fuera del débil chantaje de una pelea por amor (me refiero a un amor que nunca podrá ser entre Kai y Mika) me resulta una película interesante; veámoslo sólo por el lado histórico y complejo de los valores de la gente oriental, el honor por luchar y salvar lo que alguna vez fue suyo, defender a toda costa su gente y pueblo a pesar de no ser bien recibido por su el mismo y la justicia que no llega a pesar de haber obrado bien.
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