Cuando en noviembre de 2016 nos dieron por fin las fechas en las que abrirá la tan esperada exposición de Stanley Kubrick en la Cineteca Nacional, su servidor no dudo en lanzarse a ver tan única muestra del trabajo de uno de los directores más renombrados, criticados y aclamados de la historia del cine mundial.
Al entrar uno comienza por conocer los primeros trabajos del director estadounidense, quien se desempeñó como fotógrafo de la revista Look en donde consolido sus habilidades de fotografía; oficio y arte que desde niño le llamó la atención y que se convirtió en una de sus mejores herramientas a la hora de crear tan obsesivamente sus películas.
Moviéndonos más adentro de las salas, estaban los guiones, fotografías y posters de sus primeros documentales y cortometrajes en los cuales usualmente buscaba retratar situaciones insólitas dentro de la vida convencional como la historia de una venganza en Fear and Desire, la pelea de dos hombres por una mujer en The Killer’s Kiss o las acciones bondadosas de un sacerdote por un niño enfermo en The Flying Padre.
La exposición avanzaba al momento justo en el que Kubrick cambio de ser un joven entusiasta a un director que formalmente cambiaría poco a poco el panorama mundial del cine. Sus primeros proyectos fueron The Killing y Paths of Glory; ambos trabajos son vitales de analizar y de conocer, ya que en mi opinión después de ambas películas es cuando aparece el Kubrick que todos conocemos hoy en día.
La exposición en su primera mitad es quizás una de las más interesantes ya que conocemos el origen de Kubrick y nos da una idea de quien era como persona, nos da una idea de donde viene esa personalidad tan obsesiva y a veces muy ruda con los actores y actrices que llegaron a trabajar con él.
Y como si fuera una metáfora de su vida, la exhibición de los inicios del director estaban en el nivel inferior de la galería de la Cineteca y sus mejores filmes comenzaban a aparecer en orden cronológico desde el quinto piso en donde vemos los sketches y trajes de Espartaco, la única película que se arrepintió de filmar en su vida.
De ahí es cuando comenzamos a despegar y salen a relucir filmes como Lolita, Dr Strangelove y justo a la mitad viene el climax de Stanley Kubrick: 2001 Odisea del Espacio en donde ya se nota el abismal crecimiento del director, quien ya es obsesivo el investiga y busca dar sustentos verosímiles a sus creaciones. Esta sala la música juega un papel vital para transportarnos a otro lugar y conocer la fascinación de Kubrick con la ciencia ficción y como su película le marco el camino a George Lucas para hacer Star Wars.
De ahí viene la parte de Naranja Mecánica en donde entramos en la parte controvertida donde la ultra violencia y lo estrafalario de las aventura de Alex Delarge salen a relucir, también la parte histórica de Barry Lyndon en donde descubrimos que este fue el resultado de reciclar los props y escenarios que conformarían el fallido proyecto sobre la vida Napoleón Bonaparte.
Poco a poco llegamos a El Resplandor en donde vemos a un Kubrick consolidado y maduro que ya puede domar a un actor Jack Nicholson. En esta sala había una máquina de escribir del donde podíamos llevarnos una hoja con la frase “All work and no play makes Jack a dull boy”; también los vestidos de la siniestras gemelas y el famoso suéter de Dany.
De ahí está la sala de Cara de Guerra con su aspecto militar usando algunas ideas que no se vieron en Paths of Glory, para cerrar con Eyes Wide Shut en donde el director dejo su último aliento y que ya jamás vio realizado al morir antes del estreno.
En mi opinión quizás la exposición tiene una gama extensa de objetos que ver y admirar para conocer la muy interesante vida del director, sin embargo, en mi opinión personal, hicieron falta muchas explicaciones de varias cosas que mucha gente que no conoce le trabajo de Kubrick, no capta porque tal o cual objeto está ahí; fuera de los que son directamente props, documentos o guiones de algunas de las cintas.
Pero por el lado bueno, da un panorama muy amplio de quien era Stanley Kubrick: el hombre, el obsesivo, el director y el amante del cine; la exposición te ayuda a quitarte los perjuicios sobre tal o cual película que hayas visto del director y te hace enamorarte de séptimo arte o al menos yo reencontré el motivo por el cual me gustan las películas de Kubrick y es que me hace pensar y me dejan algo más que otros filmes.
Mi favorita es 2001 Odisea del Espacio, porque me hizo imaginarme una realidad que va más allá de los que yo concebí alguna vez y que me hizo darme cuenta de lo bellas que son las imágenes del cine y los sentimientos que te hacen vivir estas aventuras. Por desgracia la exposición terminó y 30 de julio pasado, pero por fortuna Cinépolis tendrá su ciclo de clásico de Kubrick con 6 películas clásicas.
Aquí te dejamos el calendario del orden de aparición del ciclo de películas de Stanley Kubrick en Cinépolis (será el mismo orden sin importar la ciudad).
- Barry Lyndon: 10, 11, 12 y 13 de agosto.
- Cara de guerra: 17, 18, 19 y 20 de agosto.
- Naranja mecánica: 24, 25, 26 y 27 de agosto.
- Ojos bien cerrados: 31 de agosto; 1, 2 y 3 de septiembre.
- 2001: Odisea del espacio: 7, 8, 9 y 10 de septiembre.
- El resplandor: 14,15, 16, y 17 de septiembre.