‘Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru’ es uno de los animes más vistos esta temporada, pues esta serie – comedia romántica pegándole cerca de un anime “H”, ha fascinado a la audiencia por ser un anime demasiado atractivo y no solo por tener a la Waifu de la temporada, sino que la historia realmente nos envuelve entre los dos protagonistas.
Gojo es un estudiante de preparatoria que aspira a convertirse en kashiragi , un maestro que domina el arte de hace muñecas Hina, pero solo ha podido realizar el traje de estas mismas, para su suerte es un chico impopular que no habla con nadie, hasta que un día se encuentra con Marin, una chica de su mismo salón que sale volando y golpeando el pupitre de Gojo.
Un día Gojo se encuentra haciendo un vestido para su muñeca Hina en el taller de su escuela, cuando repentinamente Marin entra, a su ves se encuentra asombrada por la muñeca de Gojo y se entera que el sabe cocer, ella al ser una fanática del anime y videojuegos, sueña con convertirse en cosplayer, aunque no es buena para la costura; y es ahí cuando comienza la historia entre estos dos.
Sono Bisque Doll revive el arte de la cultura japonesa
Cómo lo mencionamos arriba, Gojo quiere convertirse en kashiragi, por lo que el interés de la comunidad joven de japón ha despertado, pues después del lanzamiento del episodio 4 de Sono Bisque Doll, se nos muestra como las muñecas Hina han adoptado nueva tendencia al llevar pestañas postizas largas y también el cambio de cabello en algunas piezas por un cabello rubio.
Es por eso que ahora las Muñecas Hina actuales están en demanda, después de no haberlas estado por mucho tiempo, pues muchas personas apuntaban que, como a los jóvenes ya no les llamaba la antigua cultura ni el arte japonés, este poco a poco se iba a ir perdiendo hasta el punto de desaparecer.
Sin duda este fue un anime por lo que los grandes maestros detrás de las muñecas Hina estarán agradecidos, pues su valioso arte seguirá viviendo por algunas generaciones más.