Sweet Girl protagonizada por Jason Momoa, se convirtió en la película más vista de Netflix en distintos países en su primer semana de estreno. Sin embargo no lleno las expectativas de muchos espectadores.
Comienza con Ray Cooper -Jason Momoa- a punto de lanzarse del techo de un estadio donde la policía lo tiene acorralado, el momento de impacto que nos lleva al desarrollo de la historia que lo llevara ahí… Para después convertirse en algo predecible.
La historia gira entorno a Ray y su familia, cuya esposa esta enferma de cáncer; al morir, él planea mantener la promesa de vengarse de aquellos que la privaron de una opción que pudo salvarle la vida, llevando a un peligro extremo a su hija Rachel -Isabela Merced- manteniendo mayor protagonismo del que esperábamos.
La cinta aborda el tema controversial de la comercialización de los farmacéuticos, que ya de entrada la hace relevante, actual e interesante.
Un nuevo medicamento podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte de la esposa de Ray, pero el tratamiento que iba a salir al mercado fue retrasado por una empresa llamada Bioprime, cuyo CEO Simon Keeley se enriqueció por retenerlo.
En una entrevista, el CEO comenta que el retraso es necesario, motivo que enfurece al personaje de Momoa quién llama a las oficinas y lanza una amenaza de muerte; si su esposa muere, Ray ira por Keeley… Y es aquí donde comienza la acción.
Una lucha contra los abusos del sistema que no solamente lo vemos en la pantalla, pues también somos espectadores de esta realidad, donde muchas veces vemos al poder aplastarnos contra una pared sin poder hacer nada.
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Sweet Girl una predicción de acción
Para aquellos que son amantes de la acción, conocen ese sentimiento de decepción de una buena historia que comienza bien y luego… Bueno sabemos el resto. Quizá al tener a Jason Momoa como el luchador principal puso nuestras expectativas más altas de lo esperado.
Una vez más Netflix nos demuestra que estar en el top 10 no siempre significa calidad -teniendo a Betty la fea en el top 10 anteriormente- y por lo visto se unirá a la lista de las películas originales de Netflix que no debieron de salir, como Death Note, la recuerdo y lloro con dolor.
Cuando Ray recibe una llamada de un periodista con información de Bioprime, acuerdan encontrarse pero un mercenario mata al periodista y en el proceso de lucha hiere a Ray y a su -desobediente- hija que lo siguió; pasan los meses y muestran a su hija adolescente con una evidente rabia retenida aprendiendo artes marciales y también es donde comienza el objetivo de Ray; venganza.
Sweet Girl comienza a desenvolver la trama tan rápido que sientes que deja temas inconclusos pero podemos rescatar la realidad en la que se basa.
Emociones a flor de piel
No es la película que se esperaba, pero si algo podemos rescatar es la asimilación de emociones que mucha gente vive en la realidad; el cáncer es una enfermedad terrible y si tu ultima esperanza fuera robada, cualquiera quisiera poder desquitarse contra el poder corporativo.
Ver a un hombre como Ray llorando al ver cantar a Rachel para despedirse de su amada sin duda es difícil y en la ira de Rachel vemos todos los momentos que le robaron.
El final debo decir que da un giro inesperado, sin embargo no fue suficiente para salvar la película, pero si quieres hacer tu propio juicio y no tienes nada mas que ver, Sweet Girl es una buena opción.
