Winnie the Pooh: Miel y Sangre es la primera cinta independiente del personaje homónimo luego de que se hiciera de dominio público.
Bueno amiguitos finalmente después de tanto meme y mame, la peli slasher del osito Pooh finalmente se estrenó y pues… Es una película, sí señor.
Sería una grosería y les estaría haciendo perder el tiempo si escribiese una reseña formal como las que suelo hacer porque a estas alturas y desde que se anunció este proyecto su servidor sabía una cosa: la peli iba a ser mala. ¿Qué tan mala? ahí es donde la marrana tuerce el rabo porque no sabía si iba a ser algo malo nivel ‘Sharknado’ (ridícula y mala pero irónicamente entretenida) o malo nivel ‘Malicious’ (maldita sea perdí 1 hora de mi vida).
Antes de decirles en qué categoría cae Winnie the Pooh: Miel y Sangre pues permítanme contarles de qué va esta cosa y luego les digo lo más destacable de esta, en esta ocasión no habrá la bonita sección de Lo Bueno y Lo Malo porque Lo Malo ganaría por goleada.
Winnie the Pooh: Miel y Sangre
Después de que Christopher Robin (Nikolai Leon) deja de visitar el Bosque de los Cien Acres, Winnie the Pooh y Piglet se sienten abandonados y traicionados por lo que se vuelven salvajes y generan un rechazo a todo lo que sea humano, especialmente a Christopher Robin.
Pooh y Puerquito
Si son mayores de 20 es muy probable que recuerden bien la imagen del travieso osito de algodón relleno creada por la casa del ratón ese que no me acuerdo su nombre, pues en este grotesco live-action tenemos un diseño totalmente distinto -afortunadamente- y las máscaras de los actores no son solo una máscara slasher genérica más, estos son rostros que se mueven y hasta tienen expresiones faciales en algunas escenas, especialmente la de Pooh. Para ser una película independiente, todas las escenas en las que aparece este par son lo más disfrutable de toda la cinta.
La historia
Por más sorprendente que suene, la historia de Winnie the Pooh: Miel y Sangre está bastante decente -me atrevería a decir que hasta buena-, hasta nos dieron una introducción con dibujos animados con una estilo tipo Tim Burton, es un retorcido giro en donde Pooh, Puerquito, Conejo, Búho e Igor son unos mutantes mitad humanos, mitad animales quienes se hacen compas de Christopher Robin y como este les proveía de comida pues en esencia dependían de él y en el momento en el que él desaparece y como mala suerte hay escasez de comida, se vieron obligados a cometer canibalismo -siendo Igor la víctima-, un acto que les retuerce la mente y los convierte en asesinos.
No es la historia más profunda ni revolucionará al género slasher pero está suficientemente bien pensada.
La sangre
Pues bueno qué sería un slasher sin gore y sangre, esta cinta pues sí cumple con este elemento fundamental y de forma bastante decente -considerando que el presupuesto fue solo de 13 millones de dólares, suena a mucho pero para una peli pues esto es bajo presupuesto-, tenemos situaciones de cabezas aplastadas, decapitaciones, apuñalamientos, degollamientos y hasta hay una trituradora.
Winnie the Pooh: Miel y Sangre
Ni estrella le voy a esta cosa
Pues bueno, esta cinta está en un punto medio pero le tira ligeramente al lado de ‘Sharknado’, las actuaciones están del nabo y la neta los supervivientes son lo pior de la cinta y como salen en la pantalla casi toda la cinta pues es un martirio la gran mayoría.
Personalmente hablando ví esta cosa más por morbo que por gusto, mientras veía Winnie the Pooh:Miel y Sangre tuve sentimientos encontrados porque pese a que apoyo la libertad de expresión y creativa, no pude evitar pensar “¿Cuál era la necesidad de hacer esta m$%&$#?”.
Si tienen morbo vayan a verla pero de verdad no vayan pensando que será una buena película.