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Bienvenidos de vuelta a la segunda tanda de cintas del Universo Fílmico Marvel. Con los sucesos posteriores a la batalla de Nueva York vistos en The Avengers y tras el bochornoso fiasco que fue Iron Man 3, así como la decente secuela de Thor, llegamos nuevamente a un punto álgido de relevancia dentro de este universo, ya que, sin temor, puedo afirmar que la secuela del Capitán América es sin dudas la mejor de las segundas partes de los héroes de Marvel.
¡Deja de llorar Peter! ¿Ves por qué siguen sin invitarte a ser parte de los Avengers?
Pero ¿por qué lo digo? Bien, antes que nada espero ya la hayan visto y si no ¡¿qué diablos están esperando?! Dicho esto, agárrense, que esta columna está atascada de SPOILERS. Comencemos con que:
4.- Encontraron el enemigo perfecto
El Capi siempre ha sido un superhéroe no particularmente “superpoderoso”, vamos, no puede volar; y aunque es increíblemente fuerte y rápido, no puede lanzar un automóvil sobre sus hombros, ni moverse más rápido que una bala. En sí, si no fuera porque aparentemente el ‘suero del supersoldado’ también le enseñó alguna suerte de arte marcial, prácticamente cualquiera de los otros Avengers podría romperle la cara.
Claro, eso si no toman en cuenta el escudo.
A lo que quiero llegar es a que el Capi no es básicamente más que un mortal super desarrollado; entonces ¿a qué se puede enfrentar un hombre cuyo verdadero -y aparentemente- real poder es el liderazgo? Pues qué mejor que a una crisis de fe.
Independientemente de si el uniforme y el nombre hacen un afiche caminante del “sueño americano”, el concepto del personaje va más allá, pues es un hombre de moral intachable que no hace sino esperar que sus acciones no solo salven el día, sino que tengan una repercusión, en la cual el mal -este ente abstracto- pierda terreno ante lo justo. Puede haber un millón de matices de gris, pero el Capitán siempre intentará hacer prevalecer el matiz más claro en comparación al blanco.
No pongas esa cara mi Tony, no lo dije con ninguna connotación racista.
Es entonces que la trama ideal -aparte da la de su origen- sea precisamente “¿Qué pasa cuando el enemigo del Cap, no es alguien con poderes sobrehumanos, sino gente que cree que proteger al mundo requiere de la pérdida de la libertad?”. Este es el punto de quiebre en el cual S.H.I.E.L.D. aprende que no es mejor que H.Y.D.R.A., quienes solo se distinguen por sus métodos más sanguinarios para alcanzar el mismo fin. Y bueno, si esa trama está llena de explosiones, traiciones y Scarlett Johansson, pues mucho mejor ¿no?
“Aquí casual, usando la computadora de forma sexy.”
3.- Los personajes fueron adaptados correctamente
Ya establecido el Capitán ¿qué hay de los demás? Marvel bajó muy bien el balón en lo referido a personajes nuevos en esta franquicia.
Empecemos por Falcon, el -desde hace muchos años- nuevo sidekick/patiño/ayudante del héroe principal (y un buen pretexto para no considerarlo racista). Anthony Mackie no solo realiza una actuación convincente, su origen -simple e innecesario- tiene el suficiente contexto para ser creíble (dentro de las lógicas fílmicas del Universo Marvel, claro). Pero no es sino hasta verle en acción cuando uno por fin puede emocionarse por este personaje a quien muchos, por su falta de poderes realmente útiles, han tratado como “el Aquaman de Marvel”.
“¿Es porque soy negro?”
Bien, bien, prometo dejar de hacer referencias al color de piel de Falcon.
Continuemos con el Soldado del Invierno, quien aparte de dar nombre a la secuela, se vuelve el yang del yin representado por Steve Rogers (a falta de un Red Skull), tanto así que incluso osa detener y usar el legendario escudo en su contra. Interpretado por Sebastian Stan, el Soldado del Invierno, creado por H.Y.D.R.A. para misiones y asesinatos ultra secretos, pronto se ubica a la par de nuestro héroe, quien tras descubrir que no es sino su mejor amigo Bucky Barnes, se vuelve incapaz de llevar hasta las últimas consecuencias su inevitable confrontación.
Excepto por su brazo biónico, el Soldado del Invierno no es sino un excepcional combatiente cuerpo a cuerpo, siendo quizá lo único “inexplicable” la estrella soviética grabada en dicho brazo (más cuando su origen fue adaptado como una creación de H.Y.D.R.A., no de la KGB).
“Es que soy toda una estrella, camarada.”
Respecto a los personajes integrales, fue por demás emocionante ver a Nick Fury “rifándose” por fin tras seis cintas y aplicando su también clásica “inmortalidad”, porque vamos, nadie creyó su muerte en verdad. De igual forma la Viuda Negra, quien además de tirar rostro, continuó siendo un elemento esencial y bien llevado dentro de la trama.
Decentes fueron las participaciones tanto de Robert Redford como Alexander Pierce (un personaje casi desconocido en los cómics) y del resto del elenco, siendo quizá Emily VanCamp la más desperdiciada en su interpretación de Sharon “no mencionaré mi apellido” Carter.
A quien, igual que ustedes seguramente, solo esperaba ver en su mítico traje blanco.
2.- ¡Esos cameos!
Hace no mucho tiempo discutía con alguien sobre si era correcto que Stan Lee apareciera en la primera cinta del Capitán, cuando no fue él quien creo al personaje. Bien, pues en la segunda no tendría porqué haber esta crisis cuando en sí, fue el mismo Lee quien creó a Nick Fury, S.H.I.E.L.D., Black Widow, Falcon, etc.
Y aunque el cameo de Stan Lee fue agradable (a diferencia de lo hecho en otras cintas), hay muchos personajes que fueron increíbles de ver en pantalla o siquiera escuchar mencionados.
Desde Batroc, un clásico enemigo del Capitán; hasta la aparición de Brock Rumlow (previo a ser conocido como Crossbones); el regreso de Arnim Zola como un rostro dentro de una pantalla; pasando por la mención de Stephen Strange; o ver que el Senador Stern formaba parte de H.Y.D.R.A. (lo cual le da otra connotación a su participación en Iron Man 2); más el pilón donde pudimos apreciar la primera aparición en pantalla de Quicksilver y Scarlet Witch. Esta cinta fue regocijante al establecer, a diferencia de otras, que existe un universo más grande allá afuera.
“¡En el que todos somos amigos! ¡YAY!”
1.- S.H.I.E.L.D. No More
El verdadero game changer que podría igualmente ser una tomadura de pelo, es la conclusión de la cinta. S.H.I.E.L.D. se desintegra y sus agentes más importantes buscan otros empleos o labores que hacer (obvio todas tienen algo que ver con “la búsqueda de la justicia”).
Pero ¿cómo puede una organización, en teoría tan importante como -digamos- la CIA, dejar de existir de un día a otro? Digo, comprendo que la pérdida de no uno, sino tres Helicarriers a cualquiera lo afectaría económicamente.
Aunque siendo honestos, esas cosas siempre se están cayendo; es más, una saga Marvel no es saga sino hasta que destruyen un Helicarrier.
¿Pero qué me dicen de todos los secretos? Todas esas bóvedas llenas de experimentos o artilugios que podrían destruir al mundo, ¿qué pasa con todos esos agentes encubiertos o terroristas al acecho? ¡¿Qué pasa con Agents of S.H.I.E.L.D.?!
Aparte de tener un excelente pretexto para cancelarla.
Solo el tiempo dirá si esta medida es permanente. Pues algo tan grande [se supone] como lo es S.H.I.E.L.D. y sus miles de trabajadores y recursos, no pueden simplemente dejar de existir para complacer los ideales morales del Capitán. Digo, es un giro en la trama bastante interesante y cambia todo camino a “Avengers 2”, únicamente espero que al igual que Nick Fury, no resulte después que solo se estaban haciendo los muertos.
FICHA TÉCNICA
Título original: Captain America: The Winter Soldier
Año: 2014
Duración: 136 min.
Género: Acción
País: Estados Unidos
Director: Anthony y Joe Russo
Reparto: Chris Evans, Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson, Sebastian Stan, Robert Redford