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Cómo reconocer un churro (en el cine). Segunda parte

Por Tamashi

Continuamos con los aspectos que caracterizan a los “churros” cinematográficos (la primera parte se encuentra aquí).

6) “Las imitaciones burdas son peores que las secuelas. Los italianos mercachifles, por ejemplo, se han especializado en plagiar éxitos hollywoodenses sin ningún recato y con valores de producción de quinta. Son esas películas firmadas por un falso nombre de sonido anglo y protagonizadas por un actor gringo de capa caída o de segunda división. Ojo también con los churros de título voluntariamente engañoso. Véase cómo, después del éxito de Arma mortal y Atracción fatal, han proliferado las combinaciones con los adjetivos letal, fatal, mortal y similares, diseñadas para atrapar incautos.” Para muestra, un botón:

fatal

7) “Cualquier película que lleve en su título algún término como twist, ninja, a go-go, Acapulco, boogie, Santa Claus, karate, bingo, y más recientemente, lambada, es automáticamente digna de las peores sospechas.” También tengan cuidado con las películas que llevan “por accidente” en su título. Véase: Gigoló por accidente, Hada por accidente, Princesa por accidente, Papá por accidente, Héroe por accidente y así.

Let's have some fun, baby
“Let’s have some fun, baby.”

8) “Deben tomarse con varios costales de sal las cintas que encuentren su razón de ser en algún efímero gimmick de exhibición como lentes de tercera dimensión.” Al igual que vasos, botes de palomitas o muñecos coleccionables :p

ironmanglasses1

9) “Una película que esté dedicada en sus créditos iniciales al heroísmo insigne de las fuerzas navales, aéreas, de la armada, de determinado país derivará forzosamente en exaltaciones patrioteras en plan belicista, lo cual da una flojera infinita.” En el cine, los estadounidenses casi siempre son los héroes que salvan al mundo; así que es común encontrarse con películas como Acto de valor, donde se engrandece la labor de sus fuerzas navales:

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Y por último…

10) “A estas alturas, el uso de ciertas convenciones es indicativo de una total carencia de imaginación. Si un director todavía recurre, para ilustrar una floreciente relación amorosa, a la carrerita en cámara lenta con canción romántica de fondo, salvo que la intención sea paródica, es síntoma de tener telarañas en la cabeza. Igualmente, si una película posterior a 1980 concluye una imagen congelada de los personajes principales en actitud triunfal, debe tratarse de una de las secuelas de Karate Kid o alguna similar. También las secuencias de persecución automovilística ya son de bostezo irremediable.”

En las películas de James Bond sabemos, por default, que habrá una persecución de autos. Es tan predecible que ni sorpresa nos causa. Aquí uno de los car chase más aburridos de la historia:

[youtube_sc url=”http://www.youtube.com/watch?v=HAkAhuLX_fg”]

García Tsao añade al final de este capítulo: “Son 10 señas fácilmente identificables y casi siempre infalibles. La lista, por supuesto, es susceptible de extenderse. Se aceptan sugerencias”.

Si ustedes han visto alguna de las películas antes mencionadas y les han gustado, no deben sentirse mal. Recuerden que la crítica cinematográfica es subjetiva. Yo, en lo personal, no me dejo llevar tanto por lo que dicen los expertos del cine porque me ha pasado que luego recomiendan un filme multipremiado a nivel mundial y cuando lo voy a ver, termino muy decepcionada porque no es más que otra cinta aburrida y sobrevalorada. Además, a veces sucede que un filme que no ganó ni un solo reconocimiento se convierte en el hitazo del verano. De cualquier manera, no estaría de más tomar en cuenta los puntos antes señalados por el señor García Tsao para formarnos nuestro propio criterio a la hora de elegir una película.

¿Qué otras constantes han notado en los llamados “churros” del cine? Yo agregaría el uso excesivo de efectos especiales; ya todo mundo usa green screen, rotoscopia y animación 3D para “apantallarnos” y dejan de lado la historia. Por ejemplo, Avatar (2009) fue un espectáculo visual pero, en esencia, fue “Pocahontas en el espacio”. Así que, señores directores y productores, lo que necesitamos como audiencia no es más CGI, sino guiones competentes. Estoy completamente convencida de que una buena historia mata cualquier súper producción. ¿Y ustedes?

Fuente:

García Tsao, Leonardo. (2008)  El ojo y la navaja. Ensayos y críticas de cine. México: Punto de Lectura.

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