A Horikoshi-sensei ya le gustó hacernos llorar cada semana y el más reciente capítulo del manga de My Hero Academia no fue la excepción y esta vez, Uraraka lo provoca todo.
El #324 nos trae otro momento muy emotivo, que después de tanto estrés en las ultimas semanas, nos muestra el lado contrario a ser un protagonista de una historia Shōnen.
Antes, ser protagonista de una serie shōnen significaba madurar rápidamente para convertirse en el mejor de algo; en el shōnen moderno entendemos que muchos protagonistas casi siempre son niños aún y no están obligados a ocultar sus emociones y miedos.
AVISO: la siguiente reseña contiene SPOILERS del capitulo 324 del manga MHA!!!…si no lees el manga o no has podido ir al corriente, te sugerimos que regreses después de haberlo leído.
Proteger esa sonrisa
El capitulo “En reivindicación de los menores de edad” (si, yo tampoco entiendo el nombre) muestra como Ochako alias Uravity, encontró su motivación para ser heroína por el hecho de ver como la gente sonreía al ver la victoria de cualquier héroe que pudieran encontrarse en la calle, sin embargo, hace contraste como en estos momentos, nadie les sonríe.
Uravity sigue en el techo de la UA tratando de convencer a los refugiados de que dejen entrar a Deku para que descanse.
Uno a uno, la gente de aquella turba voltea de forma calmada a ver al peli-verde que se encuentra acabado. Luego, la chica que Deku salvó, grita entre la multitud diciéndoles que cuando el chico la salvo aun continuo su labor de héroe.
Ante los reclamos, Ochako les implora que lo dejen descansar, que no lo agobien más con sus inseguridades pues para eso están el resto de ellos.
Iida le comenta a Deku como esta es una forma de luchar también de los héroes, mientras que la heroína dice que mantener las sonrisas de todos la impulsaban cada día, pero la de Deku le traía paz y esperanza
–¡En este momento no podemos hacer nada para calmarlos… porque nosotros también tenemos miedo! ¡Estamos sintiendo lo mismo que ustedes!–
Uraraka nos recuerda que los héroes también son personas
Mientras se nos muestran a los pro-héroes presentes escuchando sus palabras, como Hawks, Aizawa, Best Jeanist y Endeavor han vivido de preocupaciones últimamente.
Mientras los recuerdos de Uraraka son los que le dan la fortaleza, a pesar de su miedo, de proteger las sonrisas de la gente.
Con sus ultimas energías, Uraraka pide a todos los refugiados, que si ellos quieren vivir tranquilos y volver a sonreír colaboren también con ellos, pues en estos momentos el esfuerzo de cuidarse es de todo mundo.
Que si Izuku Midoriya, refiriéndose a él como persona y ser humano, puede ser el único capaz de detener al mal principal, no deja de lado que siga siendo un chico que quiere ser héroe por lo que le falta mucho por aprender y para eso debe recuperar fuerzas.
Izuku suelta en llanto recordando su primer encuentro con Uraraka en su examen de admisión a la UA y cómo lo salvo de caer. Aquí recordamos como desde ese momento, los dos se han ayudado mutuamente a crecer como aprendices de héroes.
–Esta es la historia de como todos nosotros nos volvimos los héroes más grandes-
El agotado chico cae de rodillas al suelo llorando, abatido por el cansancio pero también agradecido de tener gente que se preocupa por él a pesar de tener un poder increíble y que lo ha llevado a cargar una de las más grandes responsabilidades mientras los refugiados lo observan mostrando al fin empatía por el dolor en aquel joven.
Como el Director Nezu afirma: –en muchos casos solo falta un paso para que las personas puedan entender-, en las siguientes viñetas, vemos a la chica alta correr apartando a la multitud para llegar hasta Deku y sin que pudiera evitarlo, Ragdoll ve a Kota corriendo hacia el chico que no dudó en arriesgar su vida por él.
Puedes llorar con este episodio entrando a la página oficial de Shueisha y esperemos que el siguiente episodio no nos haga llorar… Tanto.
