Por Angel Yago M. de GeekSpaceMx
Empecemos con una afirmación LA PIRATERÍA ES ILEGAL Y SU PRÁCTICA ES INDEBIDA, sin embargo, la gran mayoría de las personas – incluyéndome – hemos consumido piratería de una forma u otra, y en los videojuegos no es la excepción.
Muchas empresas y desarrolladoras de videojuegos han aplicado muchos castigos o marcas para identificar y frenar la piratería en sus juegos, cosas cómo ponerle un parche en el ojo a Jack Joyse en Quatum Brake, el que dispares pollos y no balas en Crysis 2, el que no puedas empezar si quiera la partida en Chrono Triger o incluso aumentar la dificultad y al mismo tiempo no dejar que veas el final cómo en Mother o Earthbound. Estas prácticas que te impiden jugar a gusto tienen razón al hacerlo, pues al piratear un juego no le estas dando el valor necesario, no valoras las horas y horas de los desarrolladores, actores de voz, editores, dibujantes, modeladores, programadores, marketing y muchas personas más.
Sin embargo, hay una parte que se trata de justificar y es la emulación de videojuegos y con esto entra en debate la conservación de los videojuegos ¿Es una práctica válida?
Pongamos un ejemplo, supongamos que quieres una canción de tu banda favorita, lo más normal sería si solo quieres escucharla una sola vez, puedes ir a Youtube, ponerla comerte unos 5 segundos de los molestos comerciales, y listo, o bien pagar tu suscripción a Spotify y disfrutar no solo de la canción sino de todo sus albums, o tal vez ir a tu tienda de discos y comprar el disco que tiene la canción y listo. Sin embargo, en los videojuegos no ocurre esto.
Supongamos que queremos jugar The Little Samson, un juego muy raro para la NES, primero necesitamos conseguir una NES en buenas condiciones, una televisión que acepte todavía la configuración de plugs y aparte, unos 25,000 pesos para comprar el cartucho, que por su escases es caro y raro de conseguir. Por lo que la opción más accesible es bajar un emulador y correr el juego.
Si bien la limitante del ejemplo anterior fue en precio, también es el medio de conseguir dicho producto, pues necesitas un producto en específico para poder disfrutarlo. La emulación implica una alternativa para preservar los juegos y que más jugadores puedan disfrutarlos tal como lo hicieron otras personas en su momento; además, es una forma de conservar la historia de los videojuegos.
Sin embargo, al contrario de las artes clásicas (cine, música, pintura, literatura, etc.) los videojuegos aún no son considerados un arte per se, y con esto hace que no exista una “conservación” de ella, el hecho de tener una copia física no te hace un conservador, te hace un coleccionista. No hay manera en que pueda disfrutar de títulos tanto viejos, clásicos, incluso raros de una manera uniforme.
Y las empresas tampoco parecen ser parte de este movimiento. Hace poco Nintendo demandó a sitios web para eliminar sus juegos, y tiene derecho al hacerlo, eso no está a discusión, sin embargo, si comparamos los títulos que lanza en su Nintendo Online no se comparan a la gran cantidad de versiones y juegos borradas en dichos sitios, y solo estamos hablando de NES –pues son los únicos juegos que pone en el Nintendo Online– pero que pasa con el SNES, o con el GBA o GC. A pesar de que lancen la NES mini, la SNES mini, Playstation Classic Collection no se podrán comparar con la comunidad de conservacionistas de internet.
¿Es justificable el emular – que recordemos que una forma de piratería – juegos viejos o la piratería? La verdad es que no lo es, sin embargo, los mismos medios nos han llevado a realizar dicha práctica. Esperemos que en un futuro las compañías y medios abran los ojos y vean que hay personas allá afuera que quieren disfrutar esos juegos de hace muchos años y que el emular, es una de las opciones más viables para conservar nuestro medio.