A veces me preguntan si soy una persona amargada que solo ve la paja en el ojo ajeno, y que por qué siempre escribo columnas donde hablo de forma negativa de cintas taquilleras que parecen amar los demás. Mi respuesta suele ser: “Señorita, yo sólo le pedí un combo con papas grandes, un cono, y lo hago porque siento la necesidad de que la gente lea mi punto de vista y se vuelva menos villamelona”.
“¡Y le dije Coca Zero, no de dieta!”
Sin embargo, de vez en cuando Hollywood se mete con cosas que yo amo y es entonces cuando me lo tomo personal, y resulta que los zombis son justo una de esas cosas. Aunque aquí en El Vortex ya se reseño previamente, yo quiero darles mis razones por las cuales “Guerra Mundial Z” NO rifó en lo absoluto, empezando porque…
4.- Soy WWZ sólo de nombre ya que no me parezco NADA al libro (y hasta ignoré al autor del mismo)
Cuenta la leyenda que Max Brooks, un gran escritor y conocedor del género zombi -que seguro ustedes no sabían, es hijo de Mel Brooks el famoso comediante-, publicó en 2006 una novela cuyos derechos fílmicos fueron comprados un año después por Plan B, la productora de Brad Pitt, para realizar su adaptación a la gran pantalla. El guión de la adaptación se le encargó al también conocido J. Michael Straczynski, y todo parecía miel sobre hojuelas.
O miel sobre zombis.
Pero en algún momento la nación del fuego atacó o algo y todo el guión de Straczynski se tiró a la basura, replanteándose un nuevo guión con mas acción, más Brad Pitt, y menos de lo que sea que haya hecho exitoso al libro. Peor “tantito”, a Max Brooks se le distanció todo lo posible del proyecto.
Ya sé que mucho se ha hablado respecto de “si los libros son mejores que las películas” o de si “hay libros que es imposible adaptar”, pero si algo es terrible es que una cinta “se base” en un libro o cómic para SÓLO tomar del mismo uno o dos elementos (Wanted, te estoy viendo a ti), pues resulta precisamente en que ESA historia TAL CUAL fue conocida por los fans no podrá ser llevada a la gran pantalla ya que los derechos cinematográficos sobre la historia y el registro comercial del nombre del film le pertenecen por décadas al estudio que hizo SU versión, imposibilitando así que otros rescaten la historia original -en este caso- de cómo la humanidad luchó por varias décadas contra los zombis, incluyendo los cambios políticos, territoriales y culturales que ello provocó.
“Pero eso sería como suponer que la gente prefiere ver robots en vez de chicas atractivas y explosiones.”
3.- Soy Brad Pitt y sobrevivo a todo pese a no tener un verdadero talento distinguible
Bien, ha llegado la inevitable hora de los SPOILERS, así que aguántense. Comencemos con Gerry Lane (Brad Pitt) quien es un alguien muy importante para el ejército estadounidense aunque nunca se habla de cuáles fueron verdaderamente sus hazañas, ni qué lo hace tan único e inigualable (aparte de ser Brad Pitt) como para que se le asigne la misión de dirigir una exploración en búsqueda del primer zombi y con ello encontrar una cura, o explicación, o lo que sea.
Sin embargo el señor Lane parece volverse un ave de mal agüero, ya que cada paso que da en su misión provoca la muerte de quienes le acompañan, empezando por el “Super Virólogo” que resolvería todo el caso (quien por cierto se gana el premio a “La Muerte más Estúpida en Pantalla 2013”), los soldados estacionados en Corea, la ciudad de Jerusalén (la cual a su vez gana “La caida más estúpida de una ciudad que ya había previsto la invasión zombi”), todos los pasajeros de un avión, y de quién sabe cuanta gente más porque Lane es tan badass que no tiene tiempo para dar explicaciones.
“¡General, no tengo tiempo para decirle que los zombis no atacan a la gente con enfermedades terminales! Un momento, ¡ya se lo dije!”
Y aparte de que el aura de héroe de Lane le permite ser el cuasi único sobreviviente de 2 ciudades arrasadas por los zombies y ¡un maldito avionazo! (el cual convenientemente lo dejó como a 2 kilómetros de donde necesitaba llegar), resulta que le dio toda la vuelta al globo terráqueo para darse cuenta de algo no notado por nadie más, es decir, ¿qué nadie se percató de los tipos con cáncer que llegaron por su cuenta a alguna base militar? ¿O de ese grupo de apoyo a personas con VIH que defendieron a otros sobrevivientes?.
“Entonces ella me dijo -Tengo herpes- y pues ni modo que le diera una mordida.”
Pero más alla de lo predecible que es TODA la película (más cuando se han visto los tráilers de la misma), sin duda el momento cumbre de mi desprecio hacia este personaje ocurre cuando tras inyectarse alguna enfermedad horrible -y por ende volverse invisible para los zombis- lo primero que hace es… tomarse una Pepsi.
“Nada provoca más sed que burlarse de los no muertos.”
3.- Soy un zombi y me veo de risa involuntaria cuando me hacen un “close up”
Aunque la imagen de cientos o miles de zombis corriendo a gran velocidad, abalanzándose unos sobre otros harían a cualquier persona volcar sus intestinos y vejiga, cuando tenemos a sólo uno o dos zombis de frente éstos se ven así:
Y no me dejaran mentir, quienes hayan visto la película deben admitir que cuando salió la “afrozombie” del laboratorio, muchos asistentes se empezaron a reír, y más aún a carcajear cuando los demás zombis que enfocaban no hacían otra cosa que tirar mordiditas a la nada.
Para bien (dudo que para mal), docenas de cintas anteriores o bien series como The Walking Dead nos han mostrado cuan apantallador puede ser el look de un zombi; sin embargo en World War Z todo eso se va por la borda cuando las criaturas que ahí aparecen no sólo no muestran ningún grado de descomposición, heridas abiertas o sangre sobre sus prendas, sino peor aún, para el espectador pasan del terror a la hilaridad. ¿Qué no pudieron invertir unos cuantos miles de dolares de los 190 millones que costó la cinta en hacer de sus muertos vivientes “protágonicos” en verdad terroríficos? ¡Diablos! He visto mejores zombis en cualquier marcha zombie o cortos independientes.
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Mejores y más cagados.
1.- Soy una película de zombis del montón
World War Z NO aporta nada al género, es más, DESAPORTA (o como yo digo “es una cinta de retroceso”) debido a la fama de Brad Pitt y a la mercadotecnia. Y es que probablemente para muchos espectadores ésta sea su primera, segunda o a la mucho tercera cinta de zombis que ven, siendo lo nefasto del caso que muchas de éstas personas creerán que los “conceptos zombis” abordados aquí son los comunes.
Es tan grave como los que creen que Moderatto es una verdadera banda de metal.
Lo terrible de esto es que hay cintas (verdaderas cintas) donde se aborda el horror, la intriga, el suspenso, el drama o la comicidad de un Apocalipsis Zombie y esta película es más una cosa de acción sazonada con humor involuntario. Además, ¡no hay nada gore! NADA, fue como ver tiburones comiendo con cubiertos.
P.D. La ciudad de México se fue al demonio.
Qué bizarro y particular que la penúltima línea de la película -la cual además estuvo totalmente fuera de contexto-, se nos dedique a los chilangos, pues por más “weyes” de plano no hubo ni como rescatar nuestra ciudad. No sería divertido que hubieran grabado varias versiones de dicha línea y según el país, las hubieran acomodado (o sea, en Canadá dirían “Toronto se fue al diablo”; o en Alemania “Berlín se fue al carajo”).
Bueno, aunque no por nada tenemos la Marcha Zombie más grande del mundo.