Nos hallamos en una era donde los videojuegos clásicos son revividos en forma de remake o remaster, ¿pero conoces las diferencias entre ambos trabajos? Mucha gente no y eso provoca discusiones que terminan en argumentos fuera de lugar y críticas erróneas.
Lo retro vende y aún más si se ve bonito
Las generaciones que comenzaron con los videojuegos en los años 90 e incluso más atrás son los consumidores más activos actualmente en el mercado. El gamer promedio en consolas tiene alrededor de 35 años de edad y es capaz de conseguir sus propios productos con sus propios ingresos. Ésto lo saben los desarrolladores y es por ello que vemos tantos nombres regresar en las portadas de los lanzamientos.
Un ejemplo claro es el de la franquicia Resident Evil. La segunda y tercera entrega fueron lanzadas a finales de la era del primer PlayStation y todos conocemos sus historias. Sin embargo, Capcom consiguió mejores ganancias con estos remakes —por separado— que con el novedoso Resident Evil 7. Esto sucede con frecuencia por una sencilla razón: nostalgia.
Por desgracia, no todas las compañías cuentan con el tiempo y recursos para hacer remakes de sus títulos memorables. Es aquí donde entran en acción los remasters.
¿Cuál es la diferencia entre ambos proyectos?
Reutilizar tu trabajo no es lo mismo que empezar desde cero
Analicemos Crash Bandicoot N. Sane Trilogy. ¿Consideras estos títulos remasters o remakes?
Verás, la diferencia no tiene que ver con qué tanto se parezca al juego original o qué tan bonito sea, sino en el proceso de desarrollo del producto.
Cuando una compañía lanza un videojuego, ésta se queda con assets y otros materiales usados en la elaboración del mismo. Esto lo hacen con el propósito de archivar y aprovechar este trabajo para algo que se presente más adelante. Puede ser desde modelos de personajes, fondos de escenarios y, por supuesto, el código fuente de programación.
Si la compañía decide relanzar el juego haciendo uso de este material incluyendo un upgrade en su aspecto visual, estamos lidiando con un remaster. Un ejemplo es The Last of Us, el cual fue desarrollado para PlayStation 3 y muy poco tiempo después exportado a la consola de nueva generación.
Ahora bien, si el proyecto aún tiene como influencia un título del pasado pero deciden comenzar su desarrollo desde cero, entonces la etiqueta cambia a remake; un juego trabajado sin reciclar materiales para su elaboración, tal y como sucedería con un proyecto nuevo.
Entonces, ¿los juegos de Crash qué son? Aunque son fieles a la trilogía original, los títulos van más allá de su presentación con elementos añadidos y un diseño de escenarios modificado para su beneficio, por lo que lo correcto sería catalogarlos como remakes.
Un remake es su propio juego y el remaster es la sombra del original
Si vas a jugar el remaster de algún juego, espera la misma experiencia que tuviste con el original con una mejora variable en su presentación.
En cambio, no esperes lo mismo de un remake si jugaste el original en el que está basado. Los desarrolladores —a veces compañías enteras—cambian y con ello vienen otras formas de pensar y visualizar las cosas. Criticar negativamente un remake por no parecerse al título clásico sería incorrecto de nuestra parte.
Aunque compartan el mismo nombre en la portada, un remake no debería compararse con su versión clásica; ambos son sus propios proyectos desarrollados desde cero. Los cimientos están mejor definidos para el nuevo juego y la historia ya ha sido fundamentada, sin embargo el panorama es libre a partir de este punto.
El remaster es lo mismo, pero más bonito. El remake es su propio proyecto con más libertad creativa.
¿Qué hace bueno a un remaster? ¿Qué hay del remake?
A la hora de la inevitable comparación, existen ciertos parámetros que deben considerarse antes de llegar a un veredicto sobre si el remaster o remake es bueno o malo.
Lo primero que viene a la mente del jugador es la fidelidad. El remaster está obligado a respetar este apartado, mientras que en el remake habrá variedad y uno debe aceptar que con los años llega un cambio. Sin embargo, la compañía debería incorporar los elementos memorables para cumplirle al consumidor.
La presentación en ambos proyectos suele confundir a la gente; existen remasters que lucen mejor que remakes. Esto depende mucho del esfuerzo impuesto por parte de la compañía y algunos suelen ir más allá de lo acostumbrado. A veces pueden ser tan malos que son cofundidos por ports llenos de fallas (Silent Hill HD Collection) y a veces tan buenos que la gente cree que son remakes (The ICO & Shadow of the Colossus Collection).
Por último tenemos la historia. Este punto es sensible y solamente es modificado cuando lidiamos con un remake, lo que resulta en el interminable debate entre la gente. ¿Debería respetarse al 100% la trama del juego en su remake? La respuesta sencilla es no, pero hay mucho más trasfondo detrás. Es aquí donde la compañía debe encontrar el balance entre lo que ya se contó y los cambios que le darán el toque fresco a la trama, pues mientras más se alejen de ella, menos reconocible será.
En el cine es mucho más fácil de distinguir, un remaster se compara con ediciones HD de clásicos, quizás con escenas eliminadas y un montón de extras, pero sigue siendo la misma película, en cambió el remake involucraría un guión nuevo basado en la misma historia, con nuevos actores, dirección, tecnología e incluso dirigida a un publico diferente.
En conclusión, tanto el remaster como el remake son proyectos basados en trabajos del pasado con uno o varios cambios. Ambos deben ser juzgados de manera independiente y sobretodo identificados antes de ser criticados. No esperes nuevo contenido en un remaster y no pienses que el remake será idéntico al original.