MRD EDDIE RIVERS |
Desde hace rato he estado leyendo novelas gráficas, y aunque aún me falta muchísimo por leer, creo firmemente en el formato que ha sido de los más notorios y populares desde hace años en el medio. Mi primer acercamiento a las novelas gráficas comenzó cuando tenía unos quince añitos y mi papá me regalo Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth de Grant Morrison y Dave McKean, obra ambientada en el afamado hospital psiquiátrico de Ciudad Gótica.
Recuerdo que, en cuanto vi la portada, pensé que era algo muy extraño no encontrar a Batman en ella, y que además los dibujos eran muy extraños para mí, ya que nunca había visto nada igual en mi vida hasta ese entonces. Incluso en una esquina se podía leer una advertencia: “lectura apta para mayores de 18 años”.
Así que decidí jugármela y comencé a leer esta increíble historia llena de misterios, enigmas y terror psicológico. No pude dejar de leer, y cuando no hubo más paginas quede en shock.
No podía creerlo, recuerdo que en parte estaba emocionado por haber leído una historia dirigida a adultos y también por encontrar algo más allá de lo que veía en cómics de Batman más “lights” (por así decirlo) y que incluso temas que había visto ya en la caricatura de los noventas, con un enfoque mucho más maduro.
La otra parte de mí estaba aterrada por las imágenes y las locuras que estaban plasmadas en aquellas páginas de color negro; en un principio, me arrepentí de haberla leído. Sin embargo, al paso de los años comencé a apreciar dicho estilo de contar las cosas dentro del medio comiquero.
Al poco tiempo cayó en mis manos Kingdom Come, con las maravillosas ilustraciones de Alex Ross y la fabulosa historia de Mark Waid. Fue a partir de ese momento que mi percepción de los cómics como “literatura ligera” cambio por completo. De ahí brinque a Watchmen (la cual aún no termino), The Halo Graphic Novel, Star Wars: Dark Empire, Star Wars: Heir to the Empire, Boba Fett: Man with a Mission, ente muchas más.
Por otro lado he tenido la fortuna de ver las adaptaciones fílmicas de trabajos como Watchmen, V for Vendetta, 300, Sin City y The League of Extraordinary Gentlemen. Por mi parte creo que son buenas cintas que le han hecho justicia a sus trabajos homólogos en papel y que las han popularizado entre el público de a pie.
De hecho me di a la tarea de investigar un poco. Me di cuenta que muchas de estas novelas gráficas han sido aclamadas incluso por críticos literarios y que muchas veces han sido colocadas por encima de obras de literatura convencional. Fue el mismo Tim Burton quien declaró en su momento a Batman: The Killing Joke, escrita por Alan Moore, como su trabajo favorito sobre el vigilante enmascarado.
Incluso el género de la novela gráfica llego al cine animado a partir del experimento The Animatrix, impulsado por los hermanos Wachowski como un complemento para su trilogía Matrix, un ensayo que inspiró después a cintas como Halo Legends y Batman: Gotham Knight, obras en donde numerosos animadores dan vida a historias unitarias con estilos diferentes en torno a un mismo tema o personaje. Cabe mencionar también las fabulosas historias de Maus, un crudo retrato del holocausto que le valió a Art Spiegelman el Premio Pulitzer.
Así, los invito a leer novelas gráficas y a que nos compartan: ¿Cuál es su novela gráfica favorita?
Nos leemos pronto, amigos.
¿Te atreves a cruzar la línea de El Vortex?