Frozen 2 se estrena este fin de semana. Por fin, la esperada secuela del fenómeno animado de la década llega a cines, algo bastante inusual si consideramos que Disney no acostumbra lanzar secuelas directas de sus cintas más que en formato casero y con muy pobre desempeño…
Después de 6 años, Frozen 2 retoma la historia de las hermanas Elsa y Anna después de los traumáticos eventos de su primera aventura.
En esta ocasión, las protagonistas atravesarán un viaje de auto descubrimiento y superación muy “a la Disney”, que aunque está lleno de lugares comunes, aún se las ingenia para entregar un par de sorpresas.
En ésta, la última película animada del estudio antes de cerrar la década, se nos explicará de dónde vienen los poderes de Elsa y hacia dónde se dirige la historia de estas hermanas que hace 6 años hicieron a todos cantar “y si hacemos un muñeco…” y “Libre soy“.
Frozen 2 más musical que antes
Esta película también es totalmente musical, y llega incluso al punto de burlarse de ello: una de las canciones se convierte en un videoclip al estilo de los 80s.
Este chiste definitivamente es viejo en Disney, sin embargo, tampoco es un secreto que los fans de la compañía adoran los musicales y para ellos siempre son una fórmula ganadora.
A pesar de todo, ninguna de las canciones de ésta cinta apunta para convertirse en un éxito al estilo de Let it Go, aunque son bastante buenas.
La historia nuevamente es contada de canción en canción y una vez más trata acerca del cariño y el amor familiar, pero esta vez lo aborda desde los cambios y el crecimiento personal, lo cual se hace evidente desde el primer momento musical, que lo anuncia de manera conspicua:
Por más que uno a veces quisiera mantenerse igual, el cambio es necesario
Por supuesto, las conversaciones políticas tratadas con discreción, ya que no podían faltar en este punto. Aquí se abordan varias cosas mediante un personaje que, muy al estilo de Donald Trump, vive con un rechazo irracional hacia lo diferente, sin embargo, éste no es “El villano”… ya que Frozen 2 carece de un antagonista específico, pero tampoco lo requiere.
LO BUENO
Los personajes muestran un crecimiento consistente y congruente con sus personalidades, y esto rescata algunos momentos de poca lucidez de la película anterior, a la que recuerda constantemente y a la que le intenta otorgar dignidad, incluso en partes que originalmente no la tuvieron.
La mejoría en el personaje de Olaf. Antes un ridículo comic relief, ahora un personaje que representa de forma física lo que ocurre en la trama y que logra mantener el interés sin ser molesto como ha sido en la película anterior.
Aunque los guionistas asumen que los espectadores conocen ya la historia previa que se desarrolla en Frozen, esta cinta brilla por sí misma. Sin embargo, por si alguien moría de curiosidad, incluye un pequeño resumen narrado por Olaf al mejor estilo de Luis en Ant-Man.
LO MALO
El personaje masculino cuya única función es la de estar enamorado/ser el interés romántico de uno de los personajes principales; la trama sería exactamente igual sin no estuviera aquí.
Elsa tiene mucho menos protagonismo, tal vez hasta podríamos decir que es poco importante hasta que otros personajes convenientemente precisan de sus superpoderes. Sin embargo, el final para ella la deja en un lugar extremadamente bueno para ser cierto.
Sin entrar mucho en el sentido de la corrección política, el mensaje final de una “salvadora blanca” siendo el mesías de una tribu de piel morena es probable que levante algunas molestias.
VEREDICTO
Frozen 2 es mucho mejor que lo que podríamos esperar para una secuela de Disney. Su guion es mucho mejor, con ideas más pulidas y aterrizadas, y un tema más adulto sin dejar de ser una película infantil.
Aunque la película tiene un final conciso es bastante probable que —tal como pasó con su primera parte— se desarrolle una tercera entrega, pero si ésto no sucede, Frozen 2 es una gran conclusión para la historia de Elsa y Anna.
