TAMASHI |
Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.
Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.
Dylan Thomas.
Sala llena. Fila como de 30 minutos o más para entrar. Todos estábamos a la expectativa de la película más reciente del director británico Christopher Nolan. Y no es para menos, ya que él ha demostrado ser un genio de la ciencia ficción, gracias a filmes como Memento e Inception, sin olvidar, claro está, su trilogía del Caballero de la noche y The prestige.
La premisa de Interestelar fue concebida por la productora Linda Obst y el físico teórico Kip Thorne, quien fungió como asesor y productor ejecutivo de la película, gracias a sus investigaciones sobre hoyos negros y astrofísica relativista. Interestelar sucede en un futuro distópico en el que la Tierra se ha convertido en un lugar no apto para vivir (¿dónde he escuchado este argumento antes…?). Nunca nos dan referencias de en cuál año o época está pasando todo, sino simplemente nos muestran una ciudad donde cada vez es más difícil sobrevivir debido a la escasez de alimentos y la contaminación.
Matthew McConaughey interpreta al ingeniero y piloto Cooper, un padre viudo que tiene dos hijos y que vive en una pequeña casa de campo junto a varias hectáreas de maíz. Su hijo mayor quiere ser granjero, pero su hija, la pequeña ‘Murph’ (cuyo nombre proviene de ‘La ley de Murphy’), es una niña brillante que ama leer sobre ciencia y sobre el espacio.
Después de que Murph y su padre descifraran las coordenadas de una supuesta anomalía gravitacional que aconteciera en el cuarto de Murph (sí, suena raro…), ambos llegan a una especie de guarida secreta de la NASA, donde el Dr. Brand (Michael Caine), su hija Amelia (la traga años, Anne Hathaway) y su equipo experto en física cuántica, le explican a Cooper que desde hace varios años, ellos han estado ideando un plan para salvar al mundo y, en específico, a la raza humana. Para ello, emprenderán un viaje a Saturno, donde hay un agujero de gusano que los trasladará a otra galaxia, la cual alberga tres planetas. Su misión es encontrar cuál de ellos es el más viable para vivir.
Cooper no sabe si aceptar o no participar en esta misión, ya que el viaje le tomaría muchos años y correría el riesgo de jamás regresar a la Tierra y de no volver a ver a sus hijos. No obstante, él está consciente que es una pieza clave para que la misión se lleve a cabo exitosamente y, por ello, finalmente acepta irse. Esto le trae conflictos con Murph, quien le dejará de hablar por alrededor de 20 años.
La película es larga y en algunas ocasiones, lenta. Sin embargo, tiene muchas escenas de suspenso. Eso sí, la trama los dejará un poco confundidos (si no están muy familiarizados con astrofísica…) porque se explican conceptos de gravedad, tiempo y espacio que no son tan digeribles a la primera (yo me sigo preguntando qué eso de las 5 dimensiones…). Así que no esperen una historia de amor paternal solamente.
Además de los efectos visuales impresionantes, lo admirable del trabajo de Nolan es su diseño de producción, ya que en varias entrevistas, él declaró que no le gusta usar mucho green screen y, por ello, prefiere construir los sets. Muy a lo Kubrick.
Sin duda, Interestelar será una fuerte competidora en la carrera por el Oscar, sobre todo en lo que VFX, dirección de arte y edición se refiere.
Muy recomendable.
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